Todo el día fue color de rosa, a la hora del almuerzo todos se sentaron en la misma mesa; Roxy, Chica, Freddy, Monty y los gemelos. Todos se habían vuelto muy unidos después de lo ocurrido, aunque Freddy no lo sabía, pues fue él la razón por la que se unieron y en todo ese tiempo estuvo concentrado en otras cosas que no le gustaba recordar.
Ahora que era momento de salir, a excepción de ellos dos, quienes ahora se quedaron a limpiar por voluntad propia ya que el director les dijo que no era necesario. Todos los alumnos pasaban por la puerta y se retiraban a sus respectivas casas, Freddy se despedía de sus amigos con una alegre sonrisa y ellos igual de él, esto hasta que sintió unos brazos rodearlo por la cintura, lo que le hizo saltar, gritar y tirar un golpe a quien estuviera atrás.
-¡Ouch! Maldita sea, Freddy ¿¡Qué te pasa!?- El más alto sobó la zona lastimada con una mueca en su rostro, inmediatamente recibiendo millones de disculpas por parte de su novio.
-¡Lo siento! No sabía que eras tú, perdóname, de verdad ¡No quería hacerlo, fue un impulso!- Decía, entre más justificaciones y muchas, muchas disculpas. El de piel bronceada solo se quejó un poco, para luego rodar los ojos y volver a abrazar a su lindo chico por la cintura, quien esta vez no reaccionó de manera agresiva, al contrario, lo rodeó por los hombros.
-Eres tan molesto, me encanta.- Murmuró, haciendo reír levemente al castaño, quien ocultaba su rostro en la curvatura del cuello del de ojos carmín.
Así se mantuvieron unos segundos, abrazándose sin pensar en nada más, sin embargo, después captaron que estaban ahí para limpiar, incluso si solo ofrecieron el quedarse para pasar tiempo juntos y a solas. Bueno, casi.
-Bien, comencemos, que los salones no se limpian solos.- El de cabellos ondulados trató de safarse del agarre del pelirrojo, pero no le resultó, pues este se aferró a él. -Uhm... ¿Monty?- El nombrado solo soltó un quejido.
-Cierra tu preciosa boca ¿Sí?- Murmuró, aún abrazando al más bajo, quien solo suspiró rendido y volvió a abrazar a su novio, quien próximo a esto, lo levantó del suelo y lo cargó. Aún se sentía liviano.
-¿Qué haces?- Le miró con curiosidad, sonriendo de manera ladina. Lo siguiente que supo fue que su querido Monty lo estaba llevando hasta el salón, cargándolo como si fuera un bebé. -¡Jum! Oye, yo sé caminar.
Fue completamente ignorado, y pudo escapar de su agarre hasta que llegaron al salón de matemáticas. Ahí fue donde el de cabello largo bajó de sus brazos a su adorable chico, el cuál seguía diciendo que él podría haber caminado hasta allí perfectamente.
-Anda, empecemos con esto.- El pelirrojo amarró su cabello en una coleta, sonriendole con dulzura a su novio, quien lo observó completamente enamorado, con una expresión boba, esto le hizo gracia al de tez canela.
Y así se fueron de salón en salón, limpiando cada uno de estos, aunque en esta ocasión fue un poco... Distinto. Se distraían mucho, pero esta vez era porque coqueteaban o se robaban un pequeño "piquito" el uno al otro. Además, se sentían nerviosos, todo era extraño y no podían evitar preguntarse ¿Cómo pasaron de odiarse a muerte a mirarse con tanto amor y aprecio? No lo sabían, pero sea cual sea la razón, estaban agradecidos con ello.
Pronto, habían terminado de limpiar, pero no querían irse, no querían despedirse, justo ahora querían pasar todo el tiempo posible juntos.
-Freddy.- Le llamó el más alto de ambos, haciéndolo voltear en su dirección con una sonrisa adorable que estremeció el corazón de su novio.
-Dime.- No hubo respuesta, por otro lado, el chico fue acercándose a él hasta hacerlo chocar con una pared, quedando acorralado por el de piel bronceada. Se quedaron así por algunos segundos, ambos se veían a los ojos, ya no les molestaba estar en una situación así, tan solo disfrutaban del momento.
A los pocos segundos, Monty tomó el mentón de su novio y unió sus labios nuevamente con los opuestos, comenzó como un beso suave y tierno, en el que el castaño permanecía nervioso, por lo mismo, el de ojos carmesí le dió su tiempo para adaptarse al momento antes de intensificar sus acciones, lo cuál hizo cuando sintió que Freddy no estaba tan nervioso. Movió con delicadeza sus labios sobre los de su novio, quien trataba de seguirle el ritmo, lo hacía bastante bien, pero de una manera un poco torpe, lo que le permitió al pelirrojo tomar el control de la situación. Aquél beso apasionado hacía que Freddy se sintiera en las nubes, ambos se dejaron llevar por el cosquilleo en su abdomen y la dulzura de los labios del otro, esto hasta que gracias a la falta de aire, se separaron, mirándose a los ojos directamente mientras trataban de controlar su respiración y el calor de sus cuerpos.
-Woah, apesta a hormonas de adolescente. Chicos, si ya han terminado, pueden ir a hacer este tipo de cosas a otro lado.- Aquella voz lo hizo voltear de inmediato, sintiéndose sumamente avergonzados por la situación. Se trataba del conserje.
-¡Señor, discúlpenos de verdad! Ya nos íbamos ¿No es así, Monty?- Se excusó rápidamente y con nervios más que visibles, volteando a ver a su novio al hacer aquella pregunta.
-Tss, sí, de hecho.- El moreno rodó los ojos. Después de algunas disculpas por parte del castaño, se retiraron de aquella instalación, quedando ambos afuera, de nuevo, no querían despedirse.
A Monty se le pasó por la cabeza la idea de invitar a su chico a hacer algo el día de hoy, pero seguro estaba muy cansado y no quería molestarlo.
-Bueno, nos vemos mañana.- Habló de manera dulce el de orbes color zafiro, mirando a su novio con una boba y adorable sonrisa en su rostro.
-Sí, así será.- El más alto rascó su nuca, un tanto nervioso. Ambos tenían las mejillas con una tonalidad rojiza que no podían controlar.
Pronto, se dieron la vuelta, dispuestos a caminar a sus hogares, pero ambos se quedaron quietos, tan solo dándose la espalda, como si estuvieran esperando a que el otro se fuera primero. Vaya situación incomodamente tierna.
Freddy suspiró y dió un paso hacia adelante, comenzando a caminar hacia su casa y escuchando como su novio hacía lo mismo. Antes de poder avanzar mucho, se dió la vuelta, pues había estado hablando consigo mismo en su cabeza y se había decidido por hacer esto.
-¡Monty!- Aquél llamado hizo que su novio girara la cabeza en su dirección, con un brillo en esos ojos color rubí. -Yo... ¿Quieres ir a mi casa? Me vendría bien algo de ayuda para hacer los trabajos que tengo atrasados.- Una sonrisa brotó de los labios de su chico, y este inmediatamente asintió mientras caminaba hasta el castaño.
-Con gusto... Quiero decir, igual estar en mi casa es una mierda.- Trató de buscar una excusa para no verse tan desesperado y hacerse el interesante, pero solo logró hacer reír al de orbes azulados.
-Lo sé, a veces también es una mierda estar en mi casa.- Comentó, tomando la mano de su pareja antes de comenzar a caminar a su lado. -Pero tú vuelves todo más lindo y colorido para mí ¿Sabes?
-Eso es... Jodidamente cursi.- Contestó, desviando la mirada para tratar de ocultar su sonrojo y una sonrisa que amenazaba con asomarse en sus labios.
-¿No te gusta lo cursi?- Cuestionó el de menor estatura, columpiando ambas manos de adelante hacia atrás mientras caminaban.
-Bueno, pues me gustas tú, entonces creo que me gusta lo cursi.- Ya no pudo contenerse y sonrió, pasando su brazo alrededor de los hombros del castaño.
-¿Perdón? ¿Me llamas cursi? Oh... ¿Acaso debo recordarte la manera en la que te me declaraste?- Arqueó una ceja con una sonrisa divertida, haciendo gruñir fastidiado a su amado novio, esto le causó gracia y lo hizo suspirar enamorado. Amaba a este chico, por más idiota que fuera, era el idiota más lindo de todos.
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𝅄 ໒ Gator in luv | Monty x Freddy ⌑ Fnaf ഒ ˚ ₊
Fanfiction- ¿¡Por qué me hace sentir esto!? ¡Maldita sea! Quiero golpearlo pero este estúpido sentimiento no me lo permite ¡Y eso me hace querer golpearlo aún más! - ¿Has considerado que te gusta? - ...No, no es una opción. • • • ☆ No contiene "smuth", al men...