La luz era demasiada y le molestaba, por lo que con uno de sus brazos cubrió sus ojos, solo para que seguido de esto su mente fuera golpeada con un montón de recuerdos de lo que había sucedido antes de quedar inconsciente.
-¡Gregory!- Gritó, levantándose de golpe como si hubiera tenido una pesadilla, ahí pudo darse cuenta de que estaba en el hospital. Miró a su alrededor, no había nadie en la habitación, sin embargo, después de haber gritado pudo ver como alguien entraba alterado y con rapidez a la pequeña habitación... Era Monty.
-¡Freddy! ¡Dios, estoy tan feliz de que hayas despertado! ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo? ¿La cabeza, el estómago?- El de ojos carmín se acercó a él y tomó sus mejillas con sus dos manos, haciéndolo reír un poquito, pero no se quejó. Sintió una paz invadirle al ver a su querido chico pelirrojo.
-Tranquilo, estoy bien... ¿Gregory lo está? ¿O mi madre?- Cambió la expresión de su rostro a una de preocupación en cuanto recordó que su familia podía ser lastimada en cualquier momento.
-Todos están bien, Freddy. Te dormiste todo un día, ya es martes.- Ver la expresión de asombro en los bonitos ojos azules de su chico lo hizo reír levemente. -La policía encontró a tu madre y a la tal Vanny, la interrogaron y según dijeron, no parecía estar actuando como ella misma, seguirán investigando.
El castaño escuchó con atención, asintiendo levemente con la cabeza mientras su amigo le contaba todo lo que había sucedido.
-Por cierto, ni hoy ni ayer me salté ninguna clase porque sabía que querrías que alguien te pase los trabajos.- Las mejillas de ambos chicos se tornaron completamente rojas. Se miraron el uno al otro y el de orbes carmesí dejó escapar una sonrisa nerviosa por la situación.
-Eso es adorable.- Esta vez fue el castaño quien sonrió como un bobo, haciendo que el más alto se sintiera invadido por los nervios.
-Pff, cierra la boca ¿Quieres?- El más bajo con suavidad, lo que hizo que el pelirrojo dirigiera su vista en su dirección, sin poder evitar el deleitarse con lo precioso que era. Se veía tan tranquilo ahora, sus cabellos seguían alborotados pero esto lo hacía lucir tan lindo. Al parecer, el de ojos azules notó que su compañero lo miraba mucho y dejó de reír para ladear su cabeza.
-¿Qué sucede?- Ambos estaban sonrojados, era sumamente agradable el estar uno cerca del otro. El de piel canela formó una sonrisa en sus labios y acercó una mano a la mejilla del de cabello despeinado, sin embargo, no se esperaba que este se retirara con miedo, como en un impulso. -¡Ahh! Lo siento, lo siento mucho.
A pesar de que la sorpresa fue evidente para el de mayor estatura, lo comprendió, puesto que recientemente su chico había pasado por una situación demasiado fuerte y era normal el que estuviera algo alterado.
-Tranquilo, bonito.- Ante esta expresión, el castaño se sintió sumamente nervioso y se ocultó entre las cobijas mientras balbuceaba diciendo cosas completamente inentendibles, lo que hizo reír al de ojos carmín.
Seguirían con sus momentos románticos de no ser porque un hombre de bata blanca entró a la habitación, tratándose del doctor que lo había atendido.
-Hey ¿Cómo te sientes? ¿Tienes hambre? ¿Te duele algo?- Le preguntó al chico en la camilla, quien pensó un poco, para luego formar una pequeña sonrisa en sus labios.
-Me siento relativamente bien, solo me duele un poco la cabeza, pero sí tengo un poco de hambre.- Comentó con dulzura y amabilidad, haciendo que el de cabello largo suspirara enamorado.
-Voy a traerle una pastilla para el dolor de cabeza y...- Aquél hombre no pudo terminar de hablar, pues fue interrumpido por el adolescente.
-¡Yo le traeré comida! Sí, lo que tú me pidas, lo que a ti se te antoje, Freddy. Tus deseos son órdenes.- Estas palabras fueron tan adorablemente extrañas desde la perspectiva de Freddy, quien solo pudo reír con delicadeza.
-¿Sushi está bien?- Preguntó, parpadeando varias veces con una sonrisa inocente que dejaba ver sus dientes.
-¡Por supuesto! Voy a pedirlo ahora mismo, con su permiso.- Sin decir más, salió corriendo de la habitación, dejando al par en la habitación completamente confundidos. El hombre rió suavemente y miró al chico en la camilla.
-Se ve que le gustas.- Comentó, haciendo sonrojar al chico, quien inmediatamente negó con su cabeza. -Oh, vamos, es obvio que se aman.- Molestó un poco, divertido por la manera en la que el de ojos azules se ponía tan nervioso.
-¿Usted de verdad cree que yo le guste?- Preguntó, tratando de que su pregunta no sonara con otras intenciones.
-Claro que sí ¿A ti también te gusta, no es así?- La única respuesta por parte del chico fueron balbuceos nerviosos, a la vez que se cubría el rostro con la sábana que tapaba su cuerpo.
Los minutos pasaron, Freddy ya había comido lo que Monty pidió para él y ya se veía mucho mejor, aunque aún podía notarlo un poco tenso, reaccionaba de manera "exagerada" y parecía recordar constantemente el acontecimiento. Monty esperaba que fuese algo temporal que se le pasaría después de algunos días. En cuestión de algunas horas, lo darían de alta.
Justo ahora, el pelirrojo debía ir a su casa, pues su padre le había preguntado en dónde estaba y no podía dejarlo esperando por mucho tiempo.
-Bien, espero verte mañana en la escuela.- Decía Monty, con una mirada y una sonrisa completamente enamorada en su rostro, siendo esta expresión, mutua.
-Mañana en la escuela, tenlo por seguro.- Ambos se quedaron en silencio, pues de pronto el de mayor estatura parecía ponerse nervioso, jugaba con sus manos y resoplaba algunas veces, hasta que rápidamente se aproximó al castaño y dejó un pequeño beso sobre su frente, antes de salir corriendo como un cobarde.
Dejó a Freddy completamente congelado y embelesado, sentía que su corazón se sacudía como nunca antes y supo lo que ya era obvio. Ellos dos se amaban, amaba a Monty y quería estar junto a él durante muchos años. Una sonrisa entusiasmada se formó en su rostro, antes de que comenzara a gritar y patalear en el aire como una colegiala enamorada. Los gritos llamaron la atención de las enfermeras, quienes fueron de inmediato a atenderlo, pero este tuvo que ofrecerles una disculpa y decirles que todo estaba bien.
Sí, todo estaba bien, al fin pudo sentir esa paz interior que le aseguraba y reafirmaba que a partir de ahora todo iría costa arriba. No podía estar más feliz justo ahora.
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𝅄 ໒ Gator in luv | Monty x Freddy ⌑ Fnaf ഒ ˚ ₊
Fanfiction- ¿¡Por qué me hace sentir esto!? ¡Maldita sea! Quiero golpearlo pero este estúpido sentimiento no me lo permite ¡Y eso me hace querer golpearlo aún más! - ¿Has considerado que te gusta? - ...No, no es una opción. • • • ☆ No contiene "smuth", al men...