-Bonnie, mantenlos vigilados, por favor.- Fue su última palabra, antes de salir de aquél lugar, aunque el castaño ni nadie pudo ver a dónde se dirigía. Una vez estuvieron solos, el pelimorado se ganó una mirada llena de odio por parte del chico de cabello alborotado, asustandolo un poco.
-Tú... Maldito traidor, bastardo.- Se removió, tratando de safarse de agarre de las cadenas en sus muñecas, pero claramente esto no era fácil, ni siquiera parecía ser posible.
-Lo siento mucho ¿Sí? Nunca quise hacer esto, lo hice por mi familia.- Tartamudeaba, alzando sus manos de manera inocente, incluso si era completamente culpable.
-Por tu familia, claro ¡Secuestraste a un adolescente y a un niño pequeño por tu familia! Bravo, Bonnie, deben estar muy orgullosos de ti.- Estas palabras encendieron la furia del de menor estatura, quien frunció el ceño.
-¡Pues no estarán orgullosos, pero siguen con vida! Como no será tu caso.- El de cabellos morados tomó un afilado cuchillo y lo apuntó en su dirección. -Si sigues usando ese tono conmigo, seré yo quien termine contigo y tu hermano, al final, no eres nada para mí.
Esto asustó y lastimó al castaño, quien solo calló en seco y miró a su pobre hermano, este fruncía el ceño y forcejeaba para liberarse de esas cuerdas que lo tenían aprisionado, la impotencia que sintió en ese momento lo hizo llorar en completo silencio, mientras era atentamente observado por el de ojos carmín, el cuál no podía evitar sentirse mal por ese dúo. Incluso si no lograba recordarlos, sabía que esto era cruel y estaba mal.
Las horas pasaron, se sentían como años para aquél castaño y su hermano, los cuales no podían ni dirigirse la palabra porque constantemente eran vigilados. El sol se ocultó al fin, solo que los dos chicos no se dieron cuenta de esto en ningún momento, no hasta que al pequeño comenzó a darle sueño y aunque luchara para mantenerse despierto, cayó rendido a los pocos minutos.
-¿Aún no piensas confesar? Tu dulce estrellita está en peligro.- La voz femenina resonó tras él, haciéndolo temblar de miedo. Suspiró, tratando de calmarse y se mantuvo callado por algunos segundos.
-Si yo... Contesto su pregunta ¿Nos dejará ir? ¿O nos matará igualmente?- Cuestionó, pues tenía una decisión por hacer y si no la tomaba pronto, temía demasiado de lo que pudiera pasar. La fémina solo se echó a reír.
-¿Estás loco? No voy a matarlos... Bueno, sí, ahora que lo pienso, ustedes son testigos, no podría dejarlos vivos.- Colocó el cuchillo sobre la barbilla de su traje, indicando que estaba pensando. -Pero bueno, puede que lo haga de una manera menos dolorosa si confiesas.
El castaño asintió, sin saber qué hacer. El día siguiente llegaría pronto, tenía las horas contadas, y su pobre hermano de tan solo once años, también las tenía. De nuevo necesitaba soluciones cayendo del cielo, pero rápido, lo más rápido posible.
• • •
En otro lugar, específicamente en el parque cerca de las casas de Freddy y Chica, se encontraban cinco personas charlando preocupados, pues su querido amigo castaño no aparecía por ningún lado.
-Lo he llamado mil veces, pero me manda directo al buzón ¿Creen que con su computadora podamos rastrearlo?- Propuso la de cabellos albinos, mientras el pelirrojo cubría su rostro con angustia y desesperación.
-Si saben su contraseña, podemos intentarlo.- Al de tez bronceada se le veía muy mal ¿Por qué tenía que suceder esto justo cuando confesó sus sentimientos? ¿Por qué tenía que suceder esto en general? Freddy no lo merecía.
-Yo sí me la sé.- Sundrop fue el que dijo esto, animando a todos de inmediato, incluso a su hermano gemelo, quien no solía alegrarse por nada. Corrieron hacia la casa del chico castaño, la cuál había quedado abierta, y todos se hicieron bolita para ver la pantalla de la computadora. Fue Monty quien se sentó y la prendió, mas no se esperaban que lo único que aparecería al prenderla sería una pantalla de color morado.
-¿Qué carajos con esto? ¿Ah?- Presionó muchas teclas, tratando de descubrir qué es lo que estaba mal con la computadora, pero esta parecía no reaccionar. Bien, al caño el plan de rastrearlo por la computadora.
-Se parece a lo que les sucede a las del colegio.- Comentó Roxanne.
-Ese virus tiene consciencia propia.- Todos voltearon a ver al chico pelinegro que había dicho eso, pues ahora se tomaban muy en serio cada palabra suya. -¡Oh venga, era un chiste, idiotas!
• • •
Bien, no llegaron. El segundo día había llegado a su fin y ni siquiera se dió cuenta. Moría de hambre y su garganta estaba seca como un desierto. Su pequeño hermano estaba igual, resulta que lo que menos les importaba a sus queridos secuestradores era alimentarlos ¿Lo peor? Tampoco sabía en dónde podría estar su madre, quizá en el trabajo, en una iglesia, con sus familiares, en su casa, etcétera.
Por otro lado, Vanny, en otra habitación completamente oscura al igual que donde tenía al par de hermanos, estaba sentada en una silla completamente sola, hablando consigo misma, al menos eso es lo que Bonnie, su secuaz, solía pensar. Pero no hablaba precisamente consigo misma, si no con aquella voz en su cabeza que ella no parecía poder controlar, esa voz que a veces actuaba por ella, que le traía pensamientos que no eran suyos.
Solo asesina al niño, anda, puedes matarlo de una vez. Disfrutaría tanto de escuchar su llanto.
Muy dentro de ella, no quería hacer todo esto, solo estaba dolida. Y es que no se trataba solo de un problema romántico, el hombre también dejó de mantenerla en un punto, muchas veces amenazó con dejarla sola ¿Qué haría ella sola si era ese hombre quien llevaba sustento cada día? Pues bien, se las ingenió.
¡Escúchame, mierda! Matalo, Vanny.
Aquella voz le hizo temblar y colocar sus manos sobre su cabeza. Se sentía aturdida y mareada. Aquella voz incluso tenía un nombre, Glitchtrap, en un punto Vannesa sentía que se había vuelto loca, y parecía ser así.
-¿Matar a... Evan? Pero es mi hijo.- Decía murmullando. Vannesa no conocía a ningún Evan, pero la voz en su cabeza sí y solía llamar a Gregory de esa manera. Era como si esa voz tuviera consciencia propia y recuerdos, entre esos, uno que le hacía ver reflejado a su hijo en ese niño, lo que le molestaba mucho y lo llevaba a querer asesinarlo.
De pronto, comenzó a actuar en contra de sí misma y perdió la consciencia de su propio cuerpo. Prendió la computadora y con la sonrisa macabra del traje reflejada por la luz de la pantalla, abrió una de sus redes sociales, para luego cambiar de cuenta a una que tenía una buena cantidad de seguidores. Comenzó a escribir.
"Gregory, el hermano de Freddy Fazbear, está MUERTO, y él está a punto de morir también."
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𝅄 ໒ Gator in luv | Monty x Freddy ⌑ Fnaf ഒ ˚ ₊
Fanfiction- ¿¡Por qué me hace sentir esto!? ¡Maldita sea! Quiero golpearlo pero este estúpido sentimiento no me lo permite ¡Y eso me hace querer golpearlo aún más! - ¿Has considerado que te gusta? - ...No, no es una opción. • • • ☆ No contiene "smuth", al men...