𝅄 ໒ Gator in luv | Monty x Freddy ⌑ Fnaf ഒ ˚ ₊

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-¿Entonces tú y Freddy ya no...?- Preguntó el chico que lo acompañaba, haciendo negar con la cabeza al más alto, quien aún estaba bastante irritable.

-Bah, y ni siquiera contó cómo relación, es decir, estuvimos juntos unos días y después me engañó y...- Observó al de cabello violeta, que arqueaba una ceja y ladeaba levemente su cabeza.

-¿Y que, Monty?- Cuestionó, haciéndolo suspirar. Era hora del almuerzo y Monty se había sentado completamente solo, no podía decir que nadie trató de acercarse a él porque sería mentira, pero con un simple gruñido y mala mirada lograba ahuyentar a quien no quisiera cerca, era curioso que la persona a la que más quiso lejos durante un tiempo fuese el único tolerable en este momento.

-Creo que él aún está enamorado de ti.- Al decir esto, recargó su deprimido rostro en sus manos sobre la mesa, su expresión triste preocupó a Bonnie de inmediato, pero mayor fue la sorpresa al escuchar aquella frase. Abrió en grande sus ojos e inconscientemente volteó a ver a la mesa en donde el castaño se encontraba, este mismo tenía su mirada puesta en ellos, específicamente en Monty, no podía creer eso, era obvio que a quien quería Freddy era al pelirrojo y no a él, podía darse cuenta si lo observaba desde una perspectiva neutral como la suya, que no tenía relación alguna con ellos ¿De verdad ese chico podría estar enamorado de él?

-Lo siento tanto, Monty, de verdad lamento haber vuelto, quizá si no hubiera vuelto nada de esto hubiera pasado.- Dijo, colocando una mano sobre el hombro del de tez canela, quien seguía bastante decaído, y vaya, sus ánimos no daban para más.

-Tienes razón, pero también nos unió más a todos, así que está bien. No tienes que lamentarlo, no serviría de nada ahora.- Dijo, sonriendole al más bajo de forma tenue, a pesar de ser un enorme golpe en su orgullo después de todo lo que había sucedido, no podía ser malo con él después de esto, realmente no valía la pena serlo.

-Es verdad... Aunque insisto, puedo irme cuando ustedes me lo pidan. Se los debo, de cualquier manera. Te lo debo.- Dijo, sonriendole al moreno con su típica apariencia de conejo, haciendo que el otro riera un poco.

-No es necesario, ya todo está bien ¿Sí? De cualquier forma lo hecho, hecho está, además, quiero ver el desenlace de tu historia con Foxy, puede que esa termine mejor.- Mencionó, golpeando suavemente con su codo al de cabello más largo, quien sonrió algo tímido y desvió su mirada apenado, este sentimiento fue delatado por el rubor en sus abultadas mejillas.

-No lo sé, creo que le doy miedo.- Suspiró rendido. -Pero gracias, sigo intentándolo.- Volvió a sonreír de forma optimista. Nunca pensó que el primero en enterarse de su interés por el pelicobrizo sería el ex novio del chico que intentó matar. Era muy loco.

-Bah, es normal que comiencen así, tú tómate tu tiempo y se dará si se tiene que dar.- Animó al de piel palida, el cuál agradeció con una sonrisa tierna y asintió con la cabeza, Monty daba muy buenos consejos.

-Hola.- Al escuchar la voz de un tercero en la mesa, ambos voltearon. Era Moondrop, aquél azabache somnoliento los observaba con curiosidad, eso antes de sentarse frente a ambos.

-Te dejo, Monty. Hablen ustedes.- Dijo el de grandes ojos antes de retirarse de la escena, volviendo todo un tanto incómodo para ambos. El pelirrojo no sabía qué decir o hacer ¿Y si Freddy lo había mandado a preguntarle algo? Dios.

-¿Qué quieres?- Cuestionó de forma fría, sin embargo, sus palabras ni siquiera inmutaron al de tez pálida como la nieve, este comenzó a comer su almuerzo como si nada.

-Te ví muy solo y no quería que te sintieras excluido en el grupo, entonces vine a acompañarte.- El pelinegro percibió como la expresión a la defensiva de Monty se suavizaba poco a poco, esto lo hizo sonreír por dentro, pero no consiguió expresarlo realmente.

-Está bien, como sea.- Rodó sus ojos, comenzando a comer la comida en su plato, que comenzaba a enfriarse gracias al pasar de los minutos. -¿Cómo está Freddy?

-Freddy... Él está bien, me contó lo que realmente sucedió.- Quiso morderse la lengua por estar hablando más de lo que le gustaría, esos dos aún se amaban mucho.

-¿Sí? ¿Qué pasó realmente?- Al preguntar esto, pudo notar cómo el azabache observaba aquella mesa con sus amigos durante unos tantos segundos.

-Dijo que... Que estaba borracho y no pensó en lo que hizo, está realmente arrepentido por haberte engañado.- Al concluir esa oración, su vista carmesí de inmediato se colocó en el pelirrojo, como si estuviera esperando una reacción por su parte.

-Entonces realmente lo hizo, no puedo creerlo, realmente me engañó, pensé que podría haber una explicación para todo pero lo hizo.- Talló su rostro con sus manos, frustrado por la situación, sentía un nudo en la garganta apretarle con fuerza, no quería existir en ese momento, solo podía dejar los minutos pasar.

Los minutos, esos sesenta segundos que pasan fugazmente uno detrás de otro, quién sabe qué tantas cosas podrían ocurrir en un minuto o en varios, como ahora que Monty y Moon conversaban sin cesar como si fuesen mejores amigos, el ver que convivían tan bien hacía que a Freddy le hirviera la sangre en celos, se odiaba tanto por haber lastimado a su pareja... Bueno, ex pareja, más bien.

-Freddy ¿Cómo te sientes?- Preguntó el de cabellera rubia, colocando una de sus manos sobre el hombro de su querido amigo, Sun se veía angustiado y Freddy no se veía mejor.

-¿Cómo crees que me siento?- Dijo con el ceño fruncido, para próximo a esto resoplar y voltear a ver a su amigo de flequillo con sus ojos llorosos. -Perdoname, pero no estoy bien, sabes que no lo estoy.

El rubio no soportaba verlo así, quería tanto a ese castaño y el que estuviera de esa manera le partía el corazón por completo, sobretodo conociendo a la perfección la razón y sin poder ayudar. Freddy pudo notar sus tristes ojos, por lo que abrazó al chico, tratando de animarlo y quizá animarse a sí mismo.

Por otro lado, las horas siguieron pasando, y en el descanso el pelirrojo no sintió ganas de ir a jugar con el balón y el resto de sus compañeros, en cambio, se quedó sentado en el césped junto al de piel palida y cabello oscuro.

-Oye Moon ¿Puedo hacerte una pregunta?- En cuánto habló, sintió la mirada y la atención plena por parte del chico frente a él. Arqueó una ceja y suspiró. -¿Por qué tú y tu hermano llevan ese parche en el ojo?

-Ah ¿Esto? Pues... Asuntos familiares ¿Si te cuento podrías no burlarte? Cada que confío en alguien y le cuento, no me cree y se burla.- Rodó los ojos con fastidio al recordar a esas molestas personas.

-Yo jamás me burlaría de los asuntos familiares de alguien, Moondrop.- Respondió firmemente, provocando que el chico frente a él se ruborizara, ver sus mejillas rosadas lo confundió, nunca vió a ese frío y reservado chico demostrando alguna emoción. Vaya que todo era extraño últimamente, esto le hacía reír de forma interna, aunque nada le causaba verdaderamente gracia.