El brillo de tu pecho

Acosador #1

Salieron justo cuando Shoto lo hacía y se dirigieron directamente al asesor.

Llegaron diez minutos antes de que dieran las 12, Aizawa los esperaba en la entrada del campo de entrenamiento.

- La escuela cambio mucho en estos dos años - Eijiro le sonrió a su profesor.

- Si bueno, las cosas se pusieron algo peligrosas y tuvimos que cambiar muchas cosas – un dejo de preocupación se filtró en el aroma del omega.

Aizawa Shota era un hombre raro, para los estereotipos de un omega, era fuerte y masculino, sus músculos nunca se marcaban demasiado, pero los tres sabían que él podría patearles el trasero a los tres juntos, tenía barba cosa rara entre los de su casta incluso si eran hombres y su olor era fuerte, como a chocolate amargo.

- ¿Tiene algo que ver con los maestros que fueron casi asesinados en servició? - Shota lo miró perspicaz.

- Si – y de nuevo nada tenía sentido, dos de los héroes atacados eran maestros en la U.A. específicamente en el tercer año.

El silencio que siguió fue pesado, sus amigos sabían todo lo que él, Katsuki había compartido la información con todos sus amigos para que le dieran otra perspectiva y aunque había sido de mucha ayuda después de esto se habían atascado.

- Por eso les pedí que vinieran – alzaron la vista a su antiguo profesor – Estos chicos están tristes y desesperados - apretó los puños tratando de controlar la ira que sentía - Quieren hacer algo, pero no podemos dejar que hagan cosas basadas únicamente en impulsos y emociones, son jóvenes y necesitan a alguien que siga entendiendo como se siente ser impulsivo, pero que ahora entiende el riesgo que conllevaría una decisión así -.

No pudieron argumentar nada, ni siquiera se sintieron ofendidos por ser considerados aún impulsivos, en los dos años que llevaban de héroes, los tres habían cometido errores, errores que habían causado daños que los perseguían al día de hoy.

- Entendemos – Shoto los miró a los ojos y estaban llenos de decisión.

- Bien, es hora de que conozcan a los chicos – sonrió con ferocidad.

Les mandó a cambiar y para cuando regresaron los chicos estaban escuchando atentamente lo que su profesor les decía.

- Estarán con nosotros por lo que queda del año -

- Perdón, pero, ¿Quiénes serán estos héroes? - el chico era el hermano de su superior y víctima de uno de los ataques, Iida Tenya.

- Pues nosotros mocosos – Katsuki no le gustaba la atención de los medios, pero le gustaba ver la admiración en los ojos de los más jóvenes.

Todo el grupo de alumnos volteó y cuando divisaron a los tres héroes sus ojos reflejaron asombro y luego extrema admiración, comenzaron a gritar de asombro, pero uno se destacó de todos, un chico con cabello y ojos enormemente verdes, se adelantó con libreta en mano, que había sacado de a saber Dios donde.

- Dynamight, Todoroki Shoto y Red Riot, es un gusto conocerlos a los tres, no puedo creerlo tener de frente a los héroes número 7, 8 y 14, es increíble - el parloteo del chico avergonzó a la mayoría de sus compañeros - ¿Por favor firmarían mi cuaderno? - buscó una página en específico y le entregó a Eijiró un plumón, él firmó con entusiasmo y le regresó el cuaderno al chico que vio la firma y sus ojos brillaron más de lo que Katsuki creía posible.

- Pronto estaré entre el top 10 – el chico agitó la cabeza de arriba abajo rápidamente.

Volvió a buscar otra página y realizó la misma acción con Shoto, al que le brillaban discretamente los ojos con emoción.

- Es increíble que alcanzara el numero 8 a su edad – Shoto firmó y le regresó el cuaderno.

- Gracias – un pequeño sonrojo se apoderó de sus mejillas, producto de la emoción y alegría que mostraba el chico.

El chico volvió a mirar su cuaderno y cambio de página, pero esta vez se acercó más lento a Kastuki que estaba sorprendido e intrigado por la nueva actitud del chico, le entregó el cuaderno con delicadeza y cuando le dio el plumón sus manos se rozaron solo un poco, pero esto provocó que ambos sintieran una descarga eléctrica de los pies a la cabeza, tan fuerte que sus animales internos se inquietaron, el chico evitó su mirada y retiró la mano tan rápido como pudo.

Los demás alumnos estaban ya abordando a los otros dos héroes, eso aunado a lo huraño que consideraban a Katsuki les había dado cierta privacidad.

- Es increíble que esté aquí - hablaba de él únicamente, el chico tenía un sonrojo leve.

Trago duro y miró el cuaderno que le había entregado, en él había dibujos detallados de él, sus ojos, cara y cuerpo entero estaban plasmados en ese cuaderno de hojas blancas, junto con extensas anotaciones del diseño de su traje, las especificaciones de su quirk y algo que llamó su atención, un párrafo completo de lo profundos y hermosos que eran sus ojos.

Miró al chico y esté rehuyó su mirada, poniéndose todavía más rojo, convirtiéndose en una fresa madura, ya que sabía lo que el héroe había leído, regresó su vista al cuaderno y paso las páginas, en ellas leyó más cosas, que inesperadamente lo hicieron sonrojar solo un poco y que su zorro agitara la cola tan rápido que si lo dejaba salir despegaría del suelo hasta llegar a la luna.

- Así que eres un acosador – el chico saltó y lo miró con preocupación.

- N... no... yo solo – puso sus manos en sus mejillas y aspiró profundamente – Me gustan mucho los héroes - su zorro bufó molesto y él arrugó el ceño ¿Estaba celoso? - Pero sobre todo usted es mi modelo a seguir, me inspira mucho Bakugo-san – su zorro aulló en su interior feliz y él se sonrojó un poco más ¿Qué mierda le pasaba?

Regresó la mirada al cuaderno y firmó en la primera página, en un impulso de idiotez, según él, escribió una pequeña dedicatoria.

- Toma nerd acosador – el héroe le entregó el cuaderno cerrado y se alejó un poco para que sus demás compañeros se acercaran, ahora que veían que podían hablar con él, si soportaba el fanatismo de Izuku, podían hablar con él.

Abrió la página donde había dejado el plumón y vio su firma, pero lo que le aceleró el corazón y dejó a su animal interno ajitando la cola fue la extraña dedicatoria que le había dejado, "Para mi acosador #1". Se volvió sonrojado y con el ceño algo fruncido al héroe que hablaba con Iida, quien volteó y le dio una sonrisa socarrona.