El calor de la habitación era frío, pero para la pareja acostada en la cama sobre las sábanas parecía que el pequeño departamento estaba en llamas.
Ejiró parecía no poder contenerse, besaba con rudeza los labios de su hermosa pareja sacándole jadeos, por los roces que se daban sus erecciones al estar entre sus piernas y sobre él.
Por inercia sus manos pasaron de su rostro a su pecho, rosando por accidente sus duros pezones, haciéndole gemir un poco más fuerte.
- Ei, Ah! - pasó sus dedos índice y medio por sobre ambos pezones para poder escuchar más de esos dulces sonidos.
- Son muy sensibles eh? - estaba ensimismado viendo el placer en la cara de Denki.
- S-si – la sincera respuesta hizo sonreír a Eijiro.
Acariciando todavía uno, dirigió su mano hasta llegar a la franja de piel descubierta entre el pantalón y la camisa, pasando su palma y acariciando la suave piel, su linda pareja se estremeció por el contacto, iba a subirle la camisa cuando un pensamiento lo hizo parar su mano.
El repentino parón, hizo que Denki mirara a los ojos a su pareja y vio duda en su mirada.
- ¿Qué ocurre? - su corazón le dolió un poco, ¿es que no lo deseaba?, ¿qué había ocurrido? Su pareja lo sentó en la cama.
- ¿Quieres hacer esto ahora? - la sorpresa invadió su rostro – ¿Te estoy apresurando? - entonces el alivio lo hizo reírse un poco.
- ¿Te he dicho que pares en alguno momento? - una sonrisa tierna apareció en los labios de Kirishima.
- No, pero quiero que me lo digas – un escalofrío recorrió la espina dorsal de Kaminari, algo en esa oración hizo que cada bello de su cuerpo se erizara.
- Quiero hacer el amor contigo Kirishima Eijiro – si bien le daba algo de pena decirlo en voz alta, se sintió bien al decirlo.
El rubor en sus mejillas era hermoso, la sonrisa sincera y los ojos entrecerrados de la felicidad que irradiaba eran simplemente todo lo que Eijiro quería ver en ese preciso instante, sin querer se puso más duro todavía.
- ¿Y tú? ¿quieres hacer esto ahora? - no había signos de burla o broma en la expresión o tono de Kaminari, solo una dulce y total curiosidad, necesitaba una respuesta y sabía que, si decía que no se sentiría triste, pero lo entendería.
- Claro que quiero – Denki le dio un ligero beso en los labios.
- Gracias – así que aclarado todo Denki se lanzó sobre Eijiro, besándolo apasionadamente y volviendo a calentar la habitación.
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El brillo de tu pecho
FanficEstaba en el punto más alto de su vida y tenía que ser puesta patas arriba por un mocoso de diecisiete años, bueno ahora dieciocho, pecoso, con forma y color del brócoli y unos hermosos ojos que eran las esmeraldas más brillantes que había visto. Y...