Igual de feliz que a ti 2/2

98 14 2
                                    

- Aaaah! - no podía pensar.

- Eres delicioso – Katsuki se encontraba entre las piernas del peliverde lamiendo con gula el miembro del mismo, metiéndolo en su boca una y otra vez, mientras sus manos jugueteaban con su linda colita y sus testículos.

- Katsu... ki-saaaan – el peliverde no podía más que gemir entre las manos de su pareja, con una mano agarrando la sabana y con la otra sujetando con un poco de fuerza el cabello de Katsuki, al que, esa pequeña dosis de dolor lo hacía sentirse más excitado.

Volvió a meter su miembro por completo llegando a tocar con su nariz el vello de su pareja, su miembro no dejaba de chorrear pre semen y su boca no podía dejar de salivar ante el sabor, era una mescla picante y dulce, extraño pero delicioso.

- Me... me vengo - podía sentir como su abdomen se contraía y el calor se hacía más intenso – Katsuki-san saca... sácalo de tu boca - jaló un poco el cabello del mayor, pero este no se detuvo.

En cambio, tomó las dos manos del peliverde y las sujetó con fuerza mientras dejaba únicamente la punta de su miembro en su boca – Hazlo – dijo riéndose un poco - Tenemos toda la noche – y volvió a meterse completamente su miembro, gimiendo y haciendo vibrar su garganta.

- AAAAAAH, SI AAAAAA – no pudo más y se corrió profundamente en la garganta de Katsuki.

Por su parte el peli cenizo lo tragó todo con deleite, los gemidos siendo un fuerte estimulante.

Izuku estaba perdido en su orgasmo – Gracias por la comida – dijo Katsuki mientras recogía lo poco que había salido por los laterales de su boca y lo terminaba de lamer.

La vista es increíble, Izuku rojo completamente, jadeando y totalmente mojado, con las orejas caídas, es hermoso, se colocó sobre él sin poner su peso encima, acaricia su mejilla trayéndolo de vuelta poco a poco a la realidad, besando sus hermosas orejas y dando unas mordidas juguetonas.

Izuku se ríe un poco por el tierno gesto - No... no es justo – logra decir aun jadeando por el reciente orgasmo, pero con la suficiente lucides para poner una mano en la mejilla de Katsuki.

- ¿Qué no es justo? - dice con cierta diversión.

- Que solo yo me sienta bien – y al decir esto con su otra mano comienza a masturbar la enorme erección de su pareja.

- Haaa – no lo detiene y en cambio se deja caer a su lado sosteniendo su mano, haciéndolo ir más rápido - Hmmm, eso... haaa, se siente bien – Izuku besa su hombro y lame su piel, haciendo jadear más a Katsuki.

Pero él lo detiene tomando su mano.

- Esto... se siente muy bien – le da un beso que lo obliga a tomar de nuevo su cabello – Pero preferiría no correrme en tus manos – y diciendo esto dirigió su mano a la mojada entrada de Izuku.

- Ka... - su entrada estaba lubricada naturalmente por su lado omega así que cuando Katsuki metió el primer dedo no sintió ninguna molestia, solo una extraña y placentera presión.

El segundo dedo vino con algo de dolor, pero Katsuki estaba masturbándolo de nueva cuenta para apenas darse cuenta, el tercero le dolió un poco más, pero con cada lamida que el rubio daba en su sensible piel y el lento vaivén con que metía sus dedos hacían que poco a poco el dolor cediera y solo quedara el placer.

- Hmm... Ah! Haaa – no podía dejar de gemir, se sentía tan bien, el cuarto dedo entra y con ello la profundidad con la que mete sus dedos aumenta, dando con el punto más sensible de Izuku – AH, no...! - pero se corre antes de poder decirle que no quiere correrse otra vez antes de hacerlo.

El brillo de tu pechoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora