Estaba harto, jodidamente cansado y no solo físicamente, sus emociones estaban por todos lados, su lazo con el peliverde cada vez se hacía más fuerte, habían pasado solo dos semanas desde que se habían conocido, pero toda su jodida vida había cambiado... para bien.
Estaba tan estúpido que durante esas dos semanas cuando menos se lo esperaba comenzaba a fantasear con el peliverde, desde las cosas más inocentes; como cuando se imaginó a él y al chicho en una cita, imaginándose a donde lo llevaría, que comerían y como este le sonreiría. Y claro estaban las más acaloradas que dejaba para cuando estaba en la intimidad de su habitación, como cuando se imaginó a Izuku como un conejito playboy, con solo unas finas bragas blancas, un corsé y un pequeño corpiño, del mismo color, que únicamente le ocultara los pezones.
Era de locos la cantidad de veces que se había despertado con una erección o las veces que había tenido que escusarse de un patrullaje porque pasando por una tienda departamental había visto un conjunto que le quedaría tan bien al conejo que su sucia imaginación no lo dejaba en paz.
Justo en ese momento estaba terminando en un baño de la agencia de Best Jeanist, porque claro se le había olvidado mencionar que desde hace una semana su novio estaba de pasante en la agencia como parte de las rotaciones entre agencias que había para los de tercero. Pero eso no era lo peor, sino que parecía que a este no le afectaba en lo más mínimo, hablaba con el como si nada pasara y eso lo estaba volviendo más loco de lo que quería admitir.
Claro que esto era una mentira, Izuku tenía que correr al baño cada vez que se encontraba con su pareja, ya fuera en los pasillos, en una ronda o cada que tenían clases y entrenamientos con él.
Cada vez que veía a su novio comenzaba a mojarse, le pareció tan extraño que pensó que tenía una fuga, pero resulta que al platicarlo en una conversación algo incomoda con Aizawa este le dijo que era normal.
- Cuando no se reclaman esto suele pasar – miró a sus dos alumnos – Es su cuerpo reaccionando a las feromonas que su pareja suelta, aunque no puedan olerlas siguen ahí y eso hace que su cuerpo reaccione – ambos se habían sonrojado y comenzaron a preguntar más cosas que el moreno respondió con total naturalidad.
Esto aunado a sus sueños intensamente vividos de un Katsuki dándole hasta por las orejas estaban acabando con sus energías, para él esto no era peor que tener que ocultar a todo el mundo que era su pareja.
No había podido pasar mucho tiempo con su pareja porque ambos tenían mucho trabajo y aunque podían ocupar el departamento que usaron la primera vez, en estas dos semanas no habían coincidido ni una vez.
Así que cuando finalmente iban a tener ambos al mismo tiempo un descanso de dos días y en fin de semana, fue como una bendición para ambos.
- ¿Podemos pasar el fin de semana juntos? - Izuku lo había interceptado en su oficina, eran las dos de la madrugada y no esperaba encontrarlo aún ahí.
- Claro, pero no podemos salir de la escuela – se pasó una mano por el cuello, se sentía agotado.
- Si, pero podemos hacer cosas incluso sin salir del apartamento – Izuku se acercó a su novio hasta quedar detrás de su silla.
- ¿Qué haces? - Izuku puso sus manos en sus hombros y comenzó a masajear.
- Te ves muy tenso – sin querer Katsuki recargó su cabeza en el pecho de Izuku.
- Si, los crímenes han aumentado en este mes y está el caso de las almas gemelas – el masaje en sus hombros se detuvo.
- ¿Te puedo compartir algo? - el rubio lo miró intrigado.
- ¿Tienes teorías? - el joven asintió, el hombre tomó la mano de Izuku y le indicó que se sentara enfrente suyo en su escritorio – Te escucho -.
Izuku no se sintió incomodo por la posición, de hecho, se sentía excitado, pero tenía que controlarse estaban hablando de algo serio – En primera, creo que hay alguien que les ayuda – Katsuki no se sorprendió era una teoría que había barajeado.
- Si, es lo que pensé, si no ha habido una vulneración de la lista es probable que alguien con un quirk relacionado los esté ayudando -.
- Creo saber quién es – el joven sacó su teléfono y se lo tendió a su novio.
Katsuki se sorprendió, si bien era una teoría no había llegado a investigar del todo, miró la pantalla y en él se veía el informe de desaparición de una chica.
- Su nombre es Shin-a, es una chica de veinte años que desapareció hace un mes y medio, su amiga la declaró desaparecida -.
- Dice que es una chica quirkless, ¿Por qué piensas que es ella? -.
- Hablé con su amiga – su novio lo miró con duda – Se me hizo raro que solo una amiga y no su familia la reportara desaparecida, fue más una corazonada – Izuku le pidió su teléfono - La chica me dijo que su amiga si tenía un quirk pero que nunca lo mostraba -.
- ¿Qué tipo de quirk? - su novio lo miró muy serio.
- Puede encontrar a las almas gemelas – más como un reflejo Katsuki tomó las manos de su novio.
- Su amiga no sabe bien como es que funciona su quirk, pero dice que lo usó con ella y pudo encontrar a su pareja – muchas teorías pasaron por su cabeza.
- La están usando -.
Izuku asintió - Si, solo han matado a una persona, entonces no están teniendo mucho éxito - Katsuki se quedó pensativo.
Había algo que no cuadraba y para solucionarlo tendría que pedir un favor muy grande.
- No podemos hacer nada por ahora, voy a pedir unos favores y ver que puedo investigar de la lista – esto sorprendió a su novio, pero lo tranquilizó.
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El brillo de tu pecho
FanfictionEstaba en el punto más alto de su vida y tenía que ser puesta patas arriba por un mocoso de diecisiete años, bueno ahora dieciocho, pecoso, con forma y color del brócoli y unos hermosos ojos que eran las esmeraldas más brillantes que había visto. Y...