Once en punto

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Esa pelea había sido extraña, se sentía extraño desde el momento en que empezó, el solo tocar a ese mocoso le había hecho sentir algo que no podía describir, era una calidez que no recordaba sentir con nadie más.

Estaba en su cuarto mirando detenidamente el pañuelo que le había quitado al chico no tenía nada en especial, pero el aroma que expedía era embriagador, lo sostenía tan lejos como podía y aun así lo olía como si estuviera inhalando directamente de él.

Su zorro estaba tan inquieto que lo estaba poniendo nervioso a él.

Suspiro y dejó el pañuelo encerrado en su cajón, se dispuso a salir a ver algo de noticias, pero cuando llegó a la sala y estaba a punto de sentarse tocaron a la puerta del apartamento.

- Carajo y ahora que – se acercó a la puerta y vio a Shoto y Aizawa parados frente a su puerta.

- Buenas noches – Shoto tenía cara palo como siempre y Aizawa lo miraba serio.

- ¿Qué paso? ¿Hubo algún incidente? - su alarma hizo sonreír a su exprofesor.

- Tranquilo, todo está bien – se relajó y recargó en el marco de su puerta – Vinimos porque necesito decirles algo ¿Podrías llamar a Kirishima? - asintió.

- PELO MIERDA NOS BUSCAN – Kirishima salió volando de su cuarto con una toalla enrollada en su cintura.

- ¿Nos atacan? ¿Dónde están todos? - Shota miró con ojos mortales a Katsuki.

- Si hubiera sabido que le gritarías... lo hubiera hecho yo – Katsuki solo trago seco – Todo está bien, necesito que te vistas y nos acompañes hay algo importante que tengo que decirles a ustedes tres -.

Una vez que Eijiro se vistió los cuatro salieron de los dormitorios y se dirigían a un edificio cerca de las aulas, era donde todos los maestros que no estaban encargados de un grupo y el director estaban viviendo desde hace un año.

En la entrada se encontraron con el chico de los jades verdes, esto molestó un poco a Katsuki pero era más por lo inquieto que lo hacía sentir, su jodido zorro comenzó a agitar la cola y tuvo que reprimirlo para que no sacara sus jodidas orejas y cola para delatar lo mucho que le emocionaba verlo otra vez.

- Profesor Aizawa – el joven se acercó sonriendo con un sonrojo en su jodida y preciosa cara ¿Preciosa?, pero que carajo estaba pensando y no solo era él su jodido zorro estaba igual.

- Izuku ¿Dónde está Toshinori? -.

- Dijo que ya venía para acá, estaba esperando a que el director termine su junta para venir los dos juntos - parecía que el desgraciado no dejaba de sonreír.

- Bien entonces esperaremos – Katsuki miró su reloj eran las 10:59 de la noche y justo cuando cambió a las 11 en punto de la noche su pecho comenzó a brillar en verde.

El brillo de tu pechoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora