El lugar era acogedor, era un pequeñísimo departamento, solo una sala con tres sillones enfrente de una tele, cocina-comedor, un cuarto de baño con una lavadora y secadora, y una recamara con una cama king sise, un armario que cubría la pared más grande y un baño, eso hizo sentir algo de temor al más joven. Calma él no haría nada que tu no quieras.
Izuku soltó un pequeño suspiro, dudaba, era verdad de que el hombre sentado a su lado era su pareja y que no era la primera vez que se conocían, pero esto no dejaba de ser atemorizante.
- Dime que estás pensando – estaban sentados en el sillón más grande, pero estaban tan pegados como podían.
Katsuki tomó una de las hermosas orejas que colgaban hasta caer por el hombro de Izuku, eran bastante largas, suaves y cálidas.
- Tengo muchas dudas – el joven tomó la otra mano de su pareja y entrelazó sus dedos – Y tengo miedo – Bakugo soltó la oreja de su pareja – No... no quiero decir de ti - subió su mano libre a su mejilla – Tengo miedo de todo esto, de lo repentino que fue, de lo complicada que es nuestra situación, pero no creas que me arrepiento de conocerte y que tu seas mi pareja -.
Es la cosa más linda que he escuchado, Tomoki estaba feliz - Yo también tengo miedo – los flashes de su vida anterior a esta iban y venían por su cabeza, un final tan trágico... - Pero no dudes en que voy a protegerte -.
Las orejas de su pareja se pararon y sus ojos brillaron, Hideo estaba muy en la superficie – Ni se te ocurra hacerte el héroe de nuevo – tomo la playera holgada que su pareja usaba – No creas que hemos olvidado lo que hiciste la última vez – sus ojos se anegaron en lágrimas - Por tu estupidez yo... -.
Los ojos de Katsuki también brillaron – Dime – lo miró directo a los ojos.
- El día en que te perdí, sentí como se abría un agujero en el pecho – las lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas, Katsuki intentó secarlas todas – Aunque no habíamos formado un vínculo, sentí que podría morir en ese momento - él lo sabía, le había pasado una vez.
- Lo lamento - habían vivido una vida terrible, en su vida pasada.
Habían rencarnado en un país en guerra, luchando por siquiera poder conseguir agua y comida, se conocieron desde niños y en el fondo sabían que eran almas gemelas, pero nunca lo confirmaron, se las habían arreglado para evitar morir hasta que llegaron a los 16 hasta que un día Hideo se había enfermado, Tomoki había intentado conseguir medicina, pero lo terminaron matando unos soldados extranjeros que lo confundieron con un soldado enemigo.
Por supuesto que nunca regresó y Hideo a pesar de sus esfuerzos nunca encontró el cuerpo de su amado, lo habían enterrado en una fosa común. Unos días después murió.
- Morí por el dolor de perderte – más lagrimas que Katsuki se acercó a beber, besó los parpados de su pareja y como si de magia se tratase las lágrimas se detuvieron – No te vuelvas a ir así -.
- No podía verte morir, tenía que intentarlo – el conejo lo sabía, si hubiera sido al revés él lo hubiera hecho.
- Lo sé, lo siento –.
Katsuki no quería interrumpir así, pero tenía que hablar con el peliverde - ¿Podrían dejarnos hablar? - ambos animales asintieron y las orejas y colas desaparecieron.
- Tu nombre es Midoriya Izuku - acarició sus mejillas amando las pecas que tenía - Acabas de cumplir 18 años, eres hermoso... – vio como sus mejillas se ponían rojas bajo su pulgar – y eres mi pareja destinada, eso es todo lo que se de ti... ah claro y que eres un acosador - el chico se sonrojó - Tal vez hasta tu sepas más de mi -.
- No lo sé todo... solo lo poco que dices en tus entrevistas y lo que dicen tus amigos de ti - había visto cada entrevista, cada video y cada podcast en el que hablaran sobre él, pero era algo que se llevaría a la tumba.
- Bien yo ya te dije que se de ti dime que sabes de mi – el mayor puso a Izuku en su regazo de manera que el chico pasó sus piernas por sus caderas quedando uno frente al otro.
- Tu nombre es Bakugo Katsuki, tienes 21 años, eres un heroe profesional, el no.7 en el mundo, trabajas en la agencia de Best Jeans, tus mejores amigos son Kirishima Eijiro, Kaminari Denki, Hanta Sero y sorprendentemente Todoroki Shoto – Katsuki estaba prestando atención, pero también miraba los labios de Izuku detenidamente.
- Bien, continua - regresó a sus ojos.
- Tu cumpleaños es el 20 de abril, te gustan mucho las cosas picantes y eres el alfa más deseado de la revista "Tu omega" - Katsuki sonrió con arrogancia.
- ¿Celoso? - en un acto valiente Izuku pasó su brazo por el cuello de Katsuki y comenzó le comenzó a acariciar el cabello de la nuca.
- Algo... - Katsuki abrió sus ojos sorprendido - sabes siempre sentí algo - el pecoso soltó la risita más encantadora que Katsuki había oído y visto en su vida - Creo que todos tus admiradores sienten ese algo, pero tuve la suerte de que ese algo resultara ser esto – Izuku puso la mano justo encima del corazón de Katsuki y este se quedó mudo, un deseo intenso se coló por todo su cuerpo y sin poder evitarlo se acercó a besarlo.
Un rose suave y delicado, al principio una exploración de los suaves labios que llevaba ansiando besar otra vez, Izuku no estaba mejor, sus labios estaban tan cerca que sintió el aliento de su alma gemela hacerle cosquillas, de proto sintió secos sus labios y sacó su lengua para mojarlos.
Fue como una invitación para Katsuki, el beso comenzó lento saboreando y sintiendo, las manos de Katsuki se fueron a la cintura de Izuki sin querer y su pulgar levantó un poco la camisa para poder sentir la suave piel.
El jadeo que soltó Izuku le permitió meter su lengua, el beso era húmedo, sintió como su lengua inexperta intentaba seguirle el ritmo, así que la chupó y mordió delicadamente, haciendo brincar al chico.
Ese brinco le permitió sentir lo despierto que estaba, tenía una erección muy clara, pero no era el único.
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El brillo de tu pecho
FanfictionEstaba en el punto más alto de su vida y tenía que ser puesta patas arriba por un mocoso de diecisiete años, bueno ahora dieciocho, pecoso, con forma y color del brócoli y unos hermosos ojos que eran las esmeraldas más brillantes que había visto. Y...