Siete

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¿Los recuerdos pueden cambiar?

Sí, cuando sabemos más detalles de estos, la perspectiva del recuerdo se distorsiona y ya no piensas en ese recuerdo de la misma manera. Esto puede ser bueno, como puede ser malo.

Unas horas después de almorzar ya estábamos en el parque junto al resto del grupo y los canes de Shuhua. Me gusta pasar tiempo con ellas, lo normal es que te guste pasar tiempo con tus amigos, me hacen sentir como las canciones sobre el verano. Al menos yo lo siento así.

Estaba sentada en uno de las bancas mirando al resto jugar con Haku y Mata, quería hacer lo mismo ya que los cachorros son muy adorables y afectivos, pero no podía hacerlo porque resultaba ser alérgica a ellos, aún así me era suficiente con verlos. Minnie se separó del grupo y se sentó a mi lado, había dicho algo sobre sentir nostalgia al ver que nosotras iríamos a clases y ella ya no.

- Soyeon, ¿Sabes por qué YuQi está tan ansiosa? Hace poco miró su teléfono y está más inquieta que de costumbre. -mencionó pensativa.

Recordé lo que dijo horas atrás.

- Huh, tiene que ser por ese chico, Lucas. Dijo que le gustaba. -solté sin muchas vueltas.- Quiere salir con él.

- ¿Lucas? Yo pensé que... -incliné mi cabeza hacia un lado, expectante.- Nada, olvídalo. Creo que estaba imaginando cosas.

- ¿Bueno? Si tu lo dices.

Eso fue raro. Hasta para mí.

- Oigan, ¿Qué les parece ir a la heladería que está aquí cerca? Podemos ir las tres mientras que Shuhua y Soojin se quedan. -esa era la propuesta de YuQi, siempre quiere ir por cosas dulces.

Minnie parecía pensativa, sacando su celular y levantándose, diciendo algo como "vayan ustedes que ahorita las alcanzo".

Y como YuQi no suele esperar respuestas de mi parte, decidió tomar mi mano y jalarme con ella, haciendo todo el camino hasta la heladería.

- ¿Vas a querer lo de siempre? Ya pedí los otros.

¿En qué momento ya estábamos aquí? Bueno, hay que fluir con ello. Solo asentí, mi atención la tenía una flor siendo polinizada por una abeja.

Las abejas trabajan muy duro y duran muy poco, pero lo que dejan para el mundo es simplemente un regalo que no sabemos apreciar, qué lindas son las flores. Sobretodo las dahlias y los girasoles, no combinan en un mismo ramo, pero son muy lindas.

- Aquí tienes, Yeonie. -acepté el helado que había puesto en frente de mi cara y me giré hacia ella para ayudarla con el resto.

Después de pagar los helados y salir del local con estos, alguien apareció llamando a la chica de cabello granate. ¿Quién grita tanto en medio de la calle?

Ah, Él.

Del otro lado de la calle estaba el chico del que hablaba Yuqi, y sí, tenía moto. No me gustan las motos.

- ¡Lucas, si viniste!

Eso significa que lo llamó, ¿Cierto? Tiene que ser así, siempre lo decía las primeras veces que fui a verla.

Me abstuve a quedarme de mi lado de la calle mientras comía mi simple vainilla y sostenía otros dos helados más en mi otra mano -lo cual era un poco difícil pero tenía que hacerlo-. Debería ir caminando o sino se derretirán y sería una lástima que sucediera.

- Por supuesto que sí, ¿O tan poca confianza me tienes, QiQi? -ni siquiera debería escucharlos.

Miré hacia otro lado, recordando lo importante que es respetar las conversaciones ajenas. No es conmigo, no me incumbe.

𝚅𝚎𝚁𝘉𝘙𝘌𝙺𝙸𝙽𝙶 ➩ 𝖸𝘶𝙔𝗲𝗼𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora