스물?

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Me senté de inmediato y llevé las manos a mi pecho, odiaba aquellos sueños en los que sentías que estabas cayendo en un precipicio. Por suerte era eso, solo un sueño.

La oscuridad de mi habitación me recibió, ¿Qué hora sería? Seguro sería muy temprano como para comenzar a arreglarme para ir al instituto.

Busqué mi celular en la mesita de noche y como lo suponía, apenas eran las tres de la mañana, pero el sueño ya me había abandonado en lo absoluto. Dejé el aparato sobre la mesa y volví a recostarme pero hubo algo que me lo impidió.

A veces no entendía porqué Soyeon terminaba hasta usando mi almohada.

La observé, mi vista ya se había acostumbrado a la oscuridad como para ser capaz de distinguir su silueta. ¿Cómo logró dormir tan tranquilamente luego de lo que pasó? —probablemente por sus medicamentos—, Aunque yo también terminé durmiendo, el sueño al final pudo conmigo, pero teniendo en cuenta la hora que es, no dormí casi nada. Unas dos horas a lo mucho.

Volví a intentar acostarme, esta vez teniendo cuidado con Soyeon al hacerlo. Era inevitable que nuestros rostros quedaran cerca pues era eso o terminar durmiendo en el suelo solo por no querer moverla.

"No dejaré que vuelvas a faltar otro día." Fue lo que dijo luego de aparecer a las once de la mañana fuera de mi puerta ayer. Por supuesto, esto sólo tenía sentido teniendo en cuenta la fecha, jueves veinte; había tenido cita con su terapeuta. Y yo había faltado otra vez a clases.

Dos veces en una semana, huh...

No había querido salir de la cama, otra vez. Luego de que Soyeon se tranquilizó y pude comprobar que estaba bien y no se había hecho ningún daño, la obligué a seguirme fuera de los baños camino a la enfermería.

Sabía que era lo que menos quería, no tenía que decirlo, pero tenía una excusa válida y que no revelaría lo que realmente sucedió. Una vez en la enfermería y que le había explicado a la enfermera que Soyeon se había mareado en clases, ambas nos quedamos en la habitación. También había mentido sobre tener cólicos y así conseguir un pase de salida; llamó a nuestras madres y luego de ser yo quien hablara con ambas mujeres, solo era cuestión de tiempo para que vinieran por nosotras.

Soyeon no estaría contenta con el hecho de que haya mentido, pero era eso o decir la verdad. Se acostó en una de las camillas mientras que yo me sentaba en el borde de esta, no había dicho nada desde que salimos de los baños y prefiero su silencio a un interrogatorio.

—Chicas, tengo que salir un momento, ¿Estarán bien solas? — miré a la enfermera y asentí de inmediato. —Vale, no tardo.

Nuevamente solas.

Sentí como se sentaba en la camilla.

—¿Por qué te escondías en los baños? — Soyeon rompió el silencio.

—¿Por qué terminaste teniendo un ataque? — pregunté de vuelta.

No dijo nada más, podía sentir que me estaba mirando aunque no lo quisiera, irónicamente me recordaba al día en que nos conocimos, era ese tipo de mirada. Pérdida, pesada, absorta en sus pensamientos y eso solo hacía que me interesara en ella. Pero ahora temía que por preguntar, su respuesta me hiciera enojar, o bien, entristecer.

—No dejaba de pensar en ti. — soltó, haciendo que la mire de inmediato, afligida. Había agachado la cabeza. —¿Por qué no estabas en clase? Hyein notó mi preocupación y sin querer llamé la atención y todos me miraban y decían cosas de ti y de mi y no quería escucharlos ni creerles, solo dicen mentiras, tu dijiste que debía ignorarlos pero sus comentarios eran hirientes y... — su voz se volvía nuevamente inestable, además de que sus palabras salían rápidas y torpes, me dolía verla así.

𝚅𝚎𝚁𝘉𝘙𝘌𝙺𝙸𝙽𝙶 ➩ 𝖸𝘶𝙔𝗲𝗼𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora