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Ocho

Cuando los estudiantes comenzaron a ingresar a sus aulas, YuQi no encontraba explicación a la extraña interacción entre Soyeon y la gánster.

Tampoco a cuando tomó su asiento frente a ella y está parecía muy inmersa en su conversación con la gánster sobre el "verdadero yo" y lo que fuese que estuvieran hablando. Era más la impresión de ¿Soyeon hablando por cuenta propia?

- Hey, Yeonie. No pensé que te quedarías acá. -quiso llamar su atención.

La peli negra solo la miro y se encogió de hombros.- Ese discurso ha sido igual el año pasado, y supuse que este también. Preferí adelantarme. -concluyó.

Yuqi no sabía que decir al respecto, era algo propio de Soyeon. Esta vez decidió mirar a la chica a su lado, entendiendo que era la nueva estudiante ¿Quién se transfiere en último año?

- ¿Qué? ¿Tengo algo en la cara? -parece que la expresión normal de Aiki es la de un perro agresivo.

- Ah, cierto. Aiki, ella es mi ¿mejor amiga? Song. -las presentó, bastante ajena a lo que podría estar sintiendo su amiga ante la contraria.

- ¿Mejor amiga, eh? Que suerte tiene. -asintió para sí misma.- Solo por eso, espero no tener problemas contigo. -aclaró, dando a entender que sí que es problemática.

Yuqi ya no estaba tan segura de que ella deba ser amiga de Soyeon, ni siquiera de que esté cerca de ella. No calaba nada.

- Un... Gusto.

Y la conversación terminó cuando el profesor a cargo de la clase se presentó en el salón.

Aunque eso no evitaba que cierta chica de mala actitud empezará a lanzarle bolitas de papel a la peli negra, en un principio lo ignoraba, estaban haciendo las votaciones para delegado de la clase.

"Hey, sigamos hablando."

"No me ignores".

"Es obvio que los lees, haz un mejor esfuerzo si quieres ignorarme."

"Jeon Soyeon, Jeon Soyeon, Jeon Soyeon"

"Ya, está bien, ¿La teoría del Ello, yo y Superyó?"

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El primer descanso le dio paso a que Aiki girará su silla sentándose en mi dirección, usando el espaldar hacia el frente.

- Bien, volviendo a lo que decía. -peinó su cabello hacia atrás.- La teoría del Ello, Yo y Superyó tenía todo el potencial. Pero es demasiado para las personas superficiales. -anunció, con aire decepcionado.- Digo, si tenemos en cuenta que el Ello es la búsqueda de placer y el Superyó toda el área moralista que nos impide cometer crímenes, el Yo simplemente es la marioneta con la que exponemos nuestras decisiones.

Podría serlo.

A simples rasgos, Das Es es el instinto primitivo y salvaje que nos permite desear y aspirar a cosas que podrían ser imposibles, irracionales o simplemente prohibidos; en contraste con Das ich que es el mediador quien se mantiene en constante disputa con ambos para la toma de decisiones entre lo que quieres y lo que debes hacer, dejando solo Über das ich con toda la carga y peso de lo que está bien y lo que está mal, nuestra propia capacidad de juzgarnos y poner los pies en la tierra. Esto se está alargando demasiado.

- No tenía. Tiene potencial, pero sigue siendo teoría por lo que usarla en el psicoanálisis moderno sería caótico y hasta contraproducente. Aunque no está de mas conocerla. Después de todo, es un trabajo de Sigmund Freud. -continué sin tapujos.- Tu conocimiento contrasta con tu imagen.