열아홉

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Nunca un lunes por la mañana se había sentido tan desalentador y hasta digno de temer como este.

Y lo decía porque, con la nueva información que disponía sobre mi propio sentir, podría terminar diciendo cosas equivocadas, o tomando alguna mala desición sin saber que lo es. Sin embargo estaba más que dispuesta a hacerle frente a estas sensaciones abrumadoras y sus causas.

Comenzando por Aiki.

Como lo ha hecho en los últimos meses, ya estaba esperando en su bicicleta a que me le uniera en la mía, camino al instituto.

Me saludó con una media sonrisa y respondí de igual manera, siendo el recorrido bastante corto como en un abrir y cerrar de ojos.

Cuando noté que estábamos por llegar, decidí hablar.

—Aiki. — la llamé.

—Jeon.

—Necesito hablar contigo.

Volteó su rostro hacia mi momentáneamente antes de volver a mirar al frente.

—¿Es muy urgente?

No sé qué tan urgente pueda ser hablar de lo que siento.

—Creo que sí. Huh, es importante. — murmuré.

Empezó a bajar la velocidad e hice lo mismo, no habría problema ya que estábamos a solo un par de cuadras del instituto.

—Entonces no importará que tardemos unos minutos. ¿Cierto?

Me sentía nuevamente ansiosa.

¿Cómo se supone que hable de esto? Nunca lo había hecho, ¿Por donde empezar?

Por el comienzo, claro está.

—Pst, Soyeon, ¿Está todo bien? Estás temblando. — frunció el ceño.

Apreté mis manos, cada quien seguía sobre su bicicleta y con un pie apoyado en la cera para mantenernos estables.

—Sí, eso creo. Será rápido. — respiré profundo y solté con lentitud. —Creo que en el último tiempo, nunca te hablé sobre cómo me siento, pensé que hoy sería bueno hacerlo. — me detuve. —Pensándolo mejor, no creo que sea rápido.

Aiki no respondió, sacó su celular de su bolsillo por un momento y luego volvió a guardarlo.

—Bueno, si no será rápido, siempre podemos saltarnos las clases. — sonrió más animada. —¿Qué dices? Un día no hará daño. — continuó.

Eso me resultó familiar, ¿Por qué será?

Aunque no me sentía muy convencida ante la idea, ella sugería las cosas que por mi cuenta no haría.

—Supongo que podemos hacerlo.

.

.

.

Recuerdo que sucedió luego de que Aiki me dejara tan tarde en cada de la taiwanesa.

Luego de entrar a la casa de Shuhua y que esta cerrara, subimos a su habitación sin lugar a palabras.

Pero cuando cerró la puerta de su habitación...

—¿Me puedes explicar cómo estás fuera de casa tan tarde? Me intriga mucho que haya llamado YuQi y sea Kang HyeIn quien te haya traído. — la voz de Shuhua no era muy bulliciosa, teniendo en cuenta la hora, pero sí se podía interpretar como un "grito" en forma de susurro.

He de suponer que está intrigada.

—Acompañé a HyeIn a unas carreras de motocicletas, y ahí estaba So... Yuqi junto a su novio. — murmuré mientras me cambiaba, mi ropa olía a humo y grasa de motor, por lo que la taiwanesa me había prestado otra ropa igual de cómoda.

𝚅𝚎𝚁𝘉𝘙𝘌𝙺𝙸𝙽𝙶 ➩ 𝖸𝘶𝙔𝗲𝗼𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora