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열여덟

Un día normal para YuQi consistía de gastar sus energías entre su familia, la escuela y su exigente novio.

Ese era su rutina del último trimestre, al principio lo veía como algo normal, pues pasar tiempo con la persona que te gusta debería ser maravilloso y tendría que valorarlo.

Pero después de unas cuantas semanas había comenzado a ser incómodo hasta el punto de sentirse un tango sofocante.

Levantarse cada mañana, hacer su rutina de aseo y arreglarse para la escuela, desayunar rápidamente antes de que Lucas pase por ella e ir a clases. Las horas dentro del instituto no eran problema, pero su novio demandaba mucha de su atención durante los recesos y sus tardes, hasta los fines de semana. ¿No era eso un poco excesivo?

"Tal vez un poco", pensó.

Y hace poco, cuando comenzó a acompañarlo por las noches a los encuentros con sus amigos, ya fuese por las carreras o solo para pasar el rato, solo la hizo desencantarse más.

Hasta empezar a temer inconcientemente, también.

No creía que el chico interesante y atento que le pidió su número seis meses atrás, sería tan... Decepcionante.

Por lo que Yuqi estaba segura de algo, debía terminar con él para dar un paso más hacia su felicidad. ¿El primer paso? Demostrar sus verdaderos sentimientos a Soyeon.

Aunque no salió de la forma que esperaba, que la más baja se paralice y solo quede en trance ante su acercamiento la hizo querer retroceder, pero ante sus ojos, Soyeon parecía muy perceptiva.

Sin embargo, ¿Por qué Soyeon?

Habría que preguntarle a una YuQi de quince años, cabello rojizo y prendas rosadas, fascinada por una pelinegra de grandes poleras y rostro inexpresivo, pero de pensamientos profundos.

Para la china, Soyeon fue no solo refrescante, sino alguien de quien quería saber cada detalle. Y antes de llegar a eso, solo se decantó por la fuerte mirada sobre ella, pensando en porqué la miraba tanto, hasta sentirse un poco confundida de que sólo estaba disociando.

Su encanto pasó a ser una fuerte necesidad de ser su amiga, no, su mejor amiga. ¿Quien no la quería de mejor amiga? Y aún y con el título autoproclamado de mejor amiga, solo lo hizo más fuerte.

Yuqi fue consciente poco después de que Soyeon entrará a su escuela, de que veía a la mayor con ojos de un amor diferente al de amigas.

Pues era la primera vez que quería besar a una de sus amigas como si de una novela se tratase.

Lo entendió a la primera.

→SYQ

Era sábado por la mañana, tan temprano que el cielo aún seguía a oscuras, a duras penas había logrado dormir algo, pero con los sucesos de la noche frescos en mi memoria, ¿Cómo podría dormir?

Me aparté como pude del cuerpo rendido del mayor, dormía tan profundo que si prendía la estéreo no se despertaría; al menos hasta pasadas las nueve, por lo que fácilmente podría solo tomar mis cosas e irme.

Debía ordenar mis pensamientos, cosa que ni de lejos podría hacer en el mismo espacio que Lucas, así que tenía que ir a algún otro lugar y hablar con alguien dispuesta a escucharme.

Y eso fue lo que hice, llamando a la puerta de Soojin temprano, sabiendo lo madrugadora que es sin importar el día, lo que me aseguraba una charla y un desayuno por manos de la coreana.

Seo Soojin abrió la puerta sonriéndome con una expresión un tanto confundida, le devolví el gesto con vergüenza mientras entraba a su casa.

—¿Quieres cambiarte? No creo que estés muy cómoda en eso. — señaló mientras cerraba la puerta.