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二十六

Suaves. Sus labios eran suaves.

Aunque solo haya sido un roce, un contacto tan mínimo y sorpresivo es capaz de solo dejar tu mente en blanco, ¿Qué puedes pensar en un beso?

O bien, ¿Por qué lo hizo? Había sido besada por Yuqi, y tanto mi corazón como el suyo estaban fuera de control pero, ¿Eso estaba bien? Ella no tiene novio, yo no salgo con alguien. Y sin embargo, pienso en Aiki, ¿La estoy traicionando? Pero no es nada oficial. Esto es tan confuso.

Cuando Yuqi se alejó de mi rostro, la miré con confusión mientras apartaba sus ojos de los míos. —¿Y eso que fue?

—Un beso, perdón si fue muy repentino, no volverá a pasar. — Noté sus intenciones por levantarse ¿Intentaba esquivar el tema?

Volví a hacer que su espalda estuviera contra el suelo, no la dejaría ir tan fácil. —Sé que es un beso, pero ¿Por qué lo hiciste? Pensé que... — y cuando me di cuenta de lo que estaba a punto de decir, perdí las ganas de hablar.

—¿Pensaste qué?

—Que ya tenías a alguien que te gusta... — murmuré, conflictuada.

¿Por qué besas a alguien si no tienes ese tipo de sentimientos? No puedes besar a alguien si no hay sentimientos románticos involucrados, ¿Cierto?

¿Cierto?

—Eso puedo explicarlo, pero no aquí. ¿Podemos levantarnos? Me está matando la espalda. — El tono ligero de Yuqi hacía que mis nervios disminuyeran, siento que acabo de vivir un evento realmente importante pero que me estoy perdiendo de todo.

—Ah, bueno. — me hice a un lado, sentándome en el suelo y dejando que ella se incorpore.

Cuando la china se levantó, me ofreció su mano y sin dudar la tomé, siendo conducida por ella escaleras arriba hasta su habitación para volver a sentarnos en el suelo, había dejado mis cosas a un lado de su cama como solía hacer; ahora en el suelo estando frente a frente y mis rodillas desnudas contra la tela de su pijama, ahora me preguntaba tantas cosas que no era consciente de cuál era el principio y cuál el final.

—¿Por qué no nos sentamos en la cama? — miré de reojo sobre mi hombro el espacio acolchado antes de volver a centrarme en las facciones del rostro relajado de Yuqi.

—Ah, bueno... quiero evitar más accidentes. — soltó, mientras rascaba su nuca. ¿Acaso se cayó antes de que viniera?

—¿Me vas a decir quién te gusta? — pregunté, a lo que asintió. Ahora no me sentía muy segura de si realmente quería escucharlo. —No quiero escucharlo.

No, la verdad es que ya no quiero.

—¿Eh? ¿Por qué? — Yuqi lucía muy sorprendida y la repentina vergüenza que me invadió me hizo bajar la vista hacia mis manos.

—Porque cada vez que te gusta alguien, solo pienso en que es tiempo perdido, la mayoría son idiotas cuando decides no seguir con ellos, e inmaduros, y cuando tienes novio yo siempre quedo de lado y altera el orden de las cosas. — parecía estar haciendo un berrinche y la verdad es que no tengo justificación para ello.

Yuqi me hacía sentir como cuando era niña, con emociones desordenadas y desconocidas, donde las explosiones me daban el aspecto de alguien malcriado cuando solo me costaba entender el complicado sentido de las emociones. Aunque esta vez sea una adulta, no dejo de ver cómo mi lado infantil y más insensato toma posesión de mis pensamientos y palabras.

Tal como una niña.

—Bueno, sabes que es normal querer pasar tiempo con la persona que te gusta... — ¿se estaba excusando? Aunque no puedo quitarle razón. —Además, ¿Cuál es el dichoso orden natural de las cosas? — la chica de cabellos café mantenía una sonrisa, desbordaba un aura ¿Juguetón? Distinto al de otras veces.