Holding on and letting go

CAP 41

Capítulo 41

 

-Dos meses después…-

-¿Dos meses? ¿Tan rápido pasó el tiempo? –interrumpió Valerie a su mamá

-Sí, ya te había mencionado antes que en el libro el tiempo pasaba muy rápido. Solo son las escenas importantes y significantes de la vida de Sophie

-Y Louis

-Exacto, ahora déjame continuar.

-Muero de emoción.

Sonrió su mamá. Le encantaba que con tan solo una historia se emocionara tanto.”

-Henry ¿podrías apurarte?

-Ya voy, solo deja entrego mi proyecto final

-Los proyectos se tenían que entregar la semana pasada.

-Pero es que reprobé otra materia.

-¿Otra vez pasarás el verano en la escuela?

-No con esto–dijo besando el gran paquete de hojas que le entregaba a la maestra – ¡Listo, vámonos!

-¡Yo manejo! –dijimos al mismo tiempo

-¡No, yo!

-¡Henry, siempre quieres manejar, es mi turno!

-¡Tu manejaste la vez pasada!

-¡Es mi carro!

-¡Soy mayor que tú!

-Manejas como loco –dije mientras me bajaba del carro

-Lo hago mejor que tú, preciosa.

Llegamos al aeropuerto y nos dirigimos al área de internacional, donde sería el lugar del encuentro. El avión ya había llegado hace cinco minutos y había demasiadas personas. Estaba un poco nerviosa, quería verlo ya. Los últimos dos meses fueron insoportables.

-¿Lo ves?

-No

-¿No es ese? –dijo señalando a un muchacho que estaba de espaldas. Tenía el pelo del mismo color pero más corto.

-No puede ser él, está acompañado de una mujer.

-Puede que haya encontrado a alguien mejor que tu –dijo dándome un leve golpe y con sonrisa burlona.

El joven volteó y nos quedamos en shock. Si era Louis. Nos vio y una gran sonrisa se le marcó en el rostro. Se veía muy diferente. Estaba más delgado y el pelo mucho más cortó. Supongo que por los medicamentos y el tratamiento. Traía puesto unos pantalones de mezclilla cortos que pocas veces usa. Se le notaban más las ojeras pero estaba igual de atractivo. La única gran diferencia es que estaba de la mano de una muchacha que no era yo.

-¡Louis!–gritó Henry mientras iba a abrazarlo.

La muchacha no se soltó de su mano lo cual se me hiso raro.

Mi relación con Lou había cambiado un poco desde que vino a visitarme hace dos meses. Hablamos menos y hacíamos una video llamada cada mes en vez de cada semana. Nunca mencionaba su tratamiento, así que no sé si lo ayudó o si no le causó ningún efecto.

Se soltó de la mano de la muchacha. Tenía el pelo rojo; pintado de seguro, bonitos ojos y cuerpo un poco extravagante. Operada, fue lo primero que se me vino a la mente.