Cap 59- 3/3

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Desperté con un gran dolor de cabeza. La habitación estaba vacía. Evelyn ya no estaba. Me levanté y moví a Louis para que se despertara pero nunca reaccionó. Había sido todo real. No, no, no. No quería que fuera real. Pasé un gran rato tomando su mano y aunque quería que las lágrimas pararan, nunca se pudo.Henry entró a la habitación y se sentó en la orilla de la cama. Tenía los ojos pequeños e hinchados. Su cara estaba roja.

-Sophie-dijo con la voz quebrada-Tienen que llevarse el cuerpo.

Asentí. Acaricié la mejilla de Louis la cual estaba fría.

-Te pueden dar unos minutos más, pero tienen que llevárselo. -dijo tranquilamente.

-¿Puedes creer que ya no esté? -dije limpiando mis ojos

-No. Siento que...que va a despertar en cualquier momento.

-Yo también

-Lo siento mucho, Sophie.

Asentí

-Te espero afuera.

Se marchó y traté de no llorar. Él no quería que estuviera triste. El estará mejor, ya no sufrirá más. Estará cuidándome y me amará por siempre. Le di un beso en la frente y me despedí de él.

A los dos días fue el funeral. Louis había dicho que quería estar cerca de mí y de Valerie asi que le hicimos un lugar en el jardín de nuestra casa especialmente para él. Diez minutos antes de la ceremonia me fui a acostar en mi cama. Estaba exhausta. Todas las personas estaban abajo hablando sobre política, partidos de futbol y algunos sobre Louis. Estaba mareada. Abracé una almohada sin importar que me despeinara. Apenas era el segundo día y lo extrañaba bastante. Cuando ves a una persona diariamente y de repente nunca la vuelves a ver, sientes más su pérdida y notas como falta su presencia en cualquier lugar. Abrazaba mi almohada pero lo que realmente quería era abrazarlo a él y sentir su calor. Sentí una lagrima caer a la cama. Ya había llorado bastante, pensaba que ya no quedaban más pero resulta que sí. Pasaron los minutos y alguien tocó en mi puerta. Mi gran oso de peluche que me había dado Louis en nuestro segundo aniversario me tapaba la vista. Supe que era mujer ya que escuché el ruido de los tacones. O tal vez era Nathan que trataba de hacer algo para subirme el estado de ánimo.

-Sophie, ya es hora. -dijo Evelyn mientras se sentaba en el suelo al lado de la cama

-No quiero bajar -dije negando la cabeza. Abracé más fuerte mi almohada

-Estoy segura que Louis me dijo que quería que tú fueras fuerte y que no lloraras mucho. Estas rompiendo tu promesa.

-¿Cómo puedes estar tan tranquila? -Si alguien no había llorado desde la noche en el hospital, era Evelyn. Se había comportado muy seria en la organización del funeral y se podría decir que gracias a ella se pudo llevar a cabo.

-Cuando le diagnosticaron a Louis cáncer, gracias a él mi familia y yo pudimos ser fuertes. Recuerdo que lo veíamos a él y veíamos a un muchacho joven siendo muy fuerte y maduro a pesar de su enfermedad. Se tomaba las cosas a la ligera cuando era necesario y nos transmitía eso. Si él podía ser fuertes ¿Por qué nosotros no? Me fui dando cuenta que en realidad Louis quería llorar y gritar pero no lo hacía por nosotros. Quería que fuéramos fuertes. Si cada día pretendes ser alguien diferente o tener una actitud distinta, cada vez te lo vas creyendo. Lo estoy haciendo por mis padres, mis amigos, Valerie, por ti y en especial por él. Es mi turno de hacer lo que el un día hiso por nosotros.

Le di una pequeña sonrisa y limpié mis lágrimas

-Entonces creo que también es mi turno. -Me levanté y acomodé la almohada en su lugar -¿Dónde está Val?

Holding on and letting goDonde viven las historias. Descúbrelo ahora