Capítulo 7

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Sophie

D

esperté y me asusté. ¿Dónde me encontraba? Vi una guitarra y al instante recordé todo sobre la noche anterior. Perfecto. Me levanté y traté de prender la luz pero otra vez fue un intento fallido. Tendría que pasar más rato con él. Empecé a oler algo muy rico. De seguro Louis estaba en la cocina aunque no me lo imaginaba haciendo algo útil. Fui al baño donde me lavé los dientes y después bajé las largas escaleras donde encontré dos caminos. ¿A la derecha? ¿O a la izquierda? Me decidí por tomar el camino derecho y llegué al gran estudio. Me regresé y me fui por el otro camino. Llegué al comedor, estaba cerca de mi objetivo. Caminé derecho y llegué al jardín. ¿Por qué la casa tenía que ser tan complicada como su dueño? Después de unos minutos de estar caminando y caminando encontré la cocina gracias al olor de comida.

-Buenos días –dijo al verme

-Hola –dije con una sonrisa. No estaba feliz por ver a Louis de nuevo, si no por que encontré el camino correcto, obviamente.

-¿Quieres desayunar?

-¿Tú hiciste el desayuno? –dije arqueando una ceja

-Sí, ¿por?

-Por nada, solo que no te imagino cocinando

-¿Por qué? ¿Crees que no se cocinar?

-¿Sabes?

-Solo siéntate en la mesa y ya –me ordenó.

Obedecí y me senté en una pequeña mesita que tenía un mantel amarillo de cuadros y estaba situada enfrente de la puerta del jardín. En la mesa había una jarra de jugo de naranja y dos vasos.

Louis se acercó a la mesa y me dio un plato con tres hot-cakes con zarzamoras y frambuesas encima-

-Wow, Louis. Sí que te esmeraste.

-Tal vez sea mi manera de decir “Lo siento, no fue mi intención hacer lo de anoche pero solo quería divertirme y hacerte enojar”

-Disculpa aceptada…pero dime ¿Quién te ayudó?

-¿Por qué crees que alguien me ayudó?

-Todo está perfecto

-Bueno, tal vez sea porque tengo un don para cocinar.

-No lo creo.

-Está bien –dijo suspirando. –Llamé a Olivia y me ayudó un poco. Solo un poco.

-Lo sabía

-Pero ya soy todo un experto haciendo hot-cakes. Así que cuando gustes, yo soy tu cocinero personal.

-Deja los pruebo y doy mi veredicto. –corté un pedazo y me lo metí a la boca. El sabor era exquisito –Están bien.

-¿Estás loca? Son los mejores hot-cakes de la historia, admítelo.

-Yo podría preparar unos mejores

-Si estás tan segura de eso…el siguiente desayuno será en tu casa

-No va a haber otro desayuno

-Si lo habrá –dijo guiñándome un ojo.

Terminamos de desayunar y le ayudé a lavar los platos. Pusimos música con su celular y tenía muy buenas canciones. Un gran gusto musical. La mayoría de ellas eran de mis favoritas. Yo lavaba los platos y el los secaba. En una de esas, le pasé un plato y lo mojé en todo el brazo.

Holding on and letting goDonde viven las historias. Descúbrelo ahora