Capítulo 49
Después de toda una semana completa de mudanza, ya estaba instalada de nuevo en mi casa. Las nuevas personas que alquilaron el departamento en este momento deberían de estar disfrutando de la vista, mientras yo acomodaba los muebles y la decoración que había comparado mientras estaba allá. Todo estaba tal como lo había dejado. Las cosas habían estado un poco alborotadas. Todos estaban súper emocionados con la boda, parece que nunca habían asistido a una. El color de la decoración sería rosa pastel al igual que los vestidos de las damas de honor. La boda era en la noche y en un lugar muy lujoso que habían encontrado gracias a una prima de Nathan.
Susanne seguía con sus nervios. Pensaba que algo saldría mal aunque todo estaba perfecto. La decoración fue hecha por la mamá de Louis y el vestido por Evelyn, el cual estaba simplemente hermoso. Estaba hecho por fibras de seda y con toques de encaje.
Otro tema que me hace nerviosa era Louis. Hemos estado hasta en la misma casa pero lo he estado evitando o me voy antes de que él llegue. Después de darle tantas vueltas al asunto decidí que era mejor así, cada quien por su lado. Todos me han dicho que debería hablar con él. ¿Quién los entiende? Primero me dicen que lo olvide y que no le vuelva a hablar y ahora todo es al revés.
Tenía que ir con Susanne y Hanna para probarnos los vestidos de damas de honor de nuevo y para recogerlos así que tomé un taxi y fui hacia la boutique. En el camino, Susanne me mandó un mensaje diciendo que me fuera por el Laberinto Eyrignac. Olvidaba que detrás del laberinto había una plaza pequeña donde había muchas tiendas de marca. El único camino para llegar era atravesándolo y así hacían más publicidad para la atracción. Ya me sabía de memoria el camino así que no tuve muchos problemas. Solo uno. Los recuerdos.
En mi mente estaba presente aquel día en el cual Louis me preguntó que si quería ser su novia. Cerré los ojos por un momento para quitar ese recuerdo de mi mente, pero era imposible. Todo en ese lugar me recordaba a él. Era lo que más quería evitar. Apresuré el paso para salir más rápido de ahí. Llegué al centro del laberinto, donde estaban las mesas con velas y faroles. El quiosco seguía en el mismo lugar de siempre. Había un hombre adentro de él. Estaba de espaldas, así que no lo podía ver bien. Me fijé en su pelo y se me hiso muy familiar. No puede ser, pensé. Era él. ¿Cómo era esto posible? Pareciera que estoy adentro de una novela. Entré en pánico rápidamente. La piel se me puso chinita y me puse nerviosa, muy nerviosa. Me di la vuelta y empecé a caminar hacia la salida hasta que escuché su voz que me hiso parar al instante.
-¿Te vas a ir sin decir nada?
-No hay nada que decir -dije dándome la vuelta para verlo.
-Así que... ¿así vamos a estar toda la vida? ¿Yo tratando de hablarte y tú ignorándome? ¿Yo buscándote y tú evitándome?
-Oh, lo siento. No sabía que tenías una gran necesidad de hablar conmigo -dije sarcásticamente
-Desde hace tiempo, en realidad.
-He estado ocupada
-Sí, lo sé. Construirás en Wreston City, ¿verdad? -Asentí -Felicidades
-Gracias.-miré mi reloj -se me hace tarde, tengo que irme
-Y lo vuelves a hacer.
-¿Hacer qué?
-Irte
-¿No era eso lo que querías que hiciera hace unos meses?
- Sophie, esa noche te dije eso porque me hiciste enojar, y si lo recuerdo bien, tú me dijiste que me pudriera. Así que yo también tendría que estar enojado contigo
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Holding on and letting go
Teen FictionPrólogo. -¿Cómo se conocieron? -preguntó Valerie -Es una larga historia -contestó su mamá -¡Oh, vamos! Solo me has contado algunas cosas sobre ellos, quiero saber la historia completa. Cuéntame -Está bien. Te contaré su historia. Deja voy por el li...