Octubre
Ya pasaron dos meses de cuando entramos a la universidad. No han pasado muchas cosas interesantes. Mi relación con Louis ha mejorado un poco. Nos seguimos peleando cada mañana pero al final del día estamos riéndonos de una de sus tonterías. Hay semanas completas donde falta a la escuela según esto porque su mamá hace que la ayude en el trabajo.
A veces se pone celoso cuando Martin habla mucho conmigo o cuando me hace cumplidos. Y bueno, seré honesta. Me gusta cuando se pone celoso. Zach me invitó al cine y acepté. Al día siguiente Louis me dio un sermón muy tonto ya que se había enterado que había salido con Zach gracias a Nathan. Se contentó después de unos días porque se enteró que no había pasado nada entre nosotros. Nathan a veces invita a Susanne a nuestras reuniones y me está empezando a agradar más. Se ve que él es muy feliz estando con ella.
Faye y yo seguimos igual pero hay días en los que se desaparece o hace comentarios que me desesperan.
Zach nos había invitado a su casa mañana a ver película y jugar juegos caseros. No sé a qué se refería con juegos caseros pero iría a averiguarlo.
-Hola Sophie –dijo Zach dándome un beso en la mejilla
-Hola Zach
-Ven, vamos a la sala. Ya llegaron todos.
Apenas di un paso cuando Nathan corrió hacia a mí y me dio unos de sus típicos fuertes abrazos.
-Te extrañe
-Yo igual Nathan pero debes dejarme respirar.
-El reto de hoy es ver a ver cuánto tiempo aguantas
-¡Hey, no! –dije riendo
-Nathan, ya suéltala. –Dijo Zach -Recuerda que la otra vez la dejaste morada
-Está bien –dijo soltándome
-Esta es la última vez que te abrazo
-Eso lo veremos pronto
Llegamos a la sala y ahí estaban todos sentaditos como niños bien portaditos.
-Hola –dijeron cuando me vieron
Los saludé con la mano.
-¡Oigan! No se distraigan. Hay que planear una broma para asustar a Sophie antes de que llegue. –dijo el maldito de Louis. Estaba de espaldas sentado en el suelo con miles de películas alrededor de él, así que no vio que ya había llegado. Les dije a todos que se callaran y le siguieran la broma, mientras yo me escondía detrás del sillón.
-Buena idea, Louis –dijo Nathan
-Sí, ¿qué sugieres? –dijo Henry casi atacándose de la risa.
-Qué tal si cuando llegue, todos nos escondemos y apagamos las luces. Ella nos va a buscar por la casa y por ahí salimos de nuestro escondite y la asustamos –dijo Louis
-Me parece bien
-Louis, ¿puedes ir por los refrescos a la cocina?
-¿Otra vez quieres refresco? Ya llevas dos, Nathan.
-Es para Sophie. Falta el de ella. –dijo Susanne
-Ah bueno, ok. Ahorita regreso
Se levantó y se fue hacia la cocina. Les hice una seña a todos para ir a asustarlo. Fuimos por el otro camino para llegar a la cocina. Louis estaba en el refrigerador buscando el refresco. Sacó una cosa y fue a buscar un vaso, en ese momento yo fui la única valiente que se atrevió a entrar a la cocina. Me agaché y me fui arrastrando hasta llegar a la mesa. No saben las ganas de reírme que tenía pero me las aguante. Miré hacia atrás y los demás ya no estaban. Cobardes. Louis estaba de espaldas así que me metí adentro de la despensa donde se encontraban los vasos. Como lo supuse vino y abrió la puerta de la despensa.
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Holding on and letting go
Teen FictionPrólogo. -¿Cómo se conocieron? -preguntó Valerie -Es una larga historia -contestó su mamá -¡Oh, vamos! Solo me has contado algunas cosas sobre ellos, quiero saber la historia completa. Cuéntame -Está bien. Te contaré su historia. Deja voy por el li...