Capítulo 19

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Louis y yo nos quedamos de ver en un café que está en el centro de Wreston City. Hace varios años una amiga me había recomendado ese lugar. Dijo que la decoración era muy hogareña y los cafés que hacían eran muy buenos. Muy espumosos y también me comentó que había un barril muy grande con bombones chiquitos y podías poner todos los que quisieras en tu chocolate caliente o incluso en el café.

Me miré más de diez veces en el espejo para asegurarme de que todo estuviera bien. Acomodé mi gorrito y salí de mi casa. Cuando me metí a mi carro y me llegaron varios mensajes. El primero era de Susanne que decía así:

“Suerte con tu cita con Louis, bésalo cada vez que puedas (; “

El segundo era de Nathan.

“Si Louis trata de sobrepasarse, recuerda que te di permiso de golpearlo”

Yo no les había dicho que iba a salir con el pero supongo que entre ellos se decían todo. Respondí los mensajes y fui hacia el centro. Llegué al café que se llamaba “Velula”. Entré y no había rastros de Louis. Me senté en una de las mesas. Faltaban todavía diez minutos para la hora acordada. Así que esperé.

Personas entraban con las manos vacías y salían con cafés y pan dulce. Había todo tipo de personas en el lugar. De personas mayores a recién nacidos. Niños y adultos. Cada persona pedía su café de diferente manera. Algunos con mucha crema batida y bombones y otros con leche light y no azúcar. Otros pedían su bebida depende a su estado de ánimo. Si estaban felices, pedían frapuchinos. Si tenían frio, pedían chocolate caliente. Si estaban tristes o necesitaban relajarse, pedían tés. Ya era toda una experta en cafés y varias personas a lo mejor pensarían que trabajo en una cafetería. Pero en realidad estaba pasando mucho tiempo esperando a Louis, quien tal vez siempre llegaba tarde a sus citas. Ya había pasado una hora pasadita. Ninguna llamada. Ningún mensaje. Dos cafés terminados. ¿Por qué lo estaba esperando? No lo sé, tal vez por el simple hecho que en verdad me gustaba y en verdad quería pasar esta tarde con él. Dentro de mí sabía que Louis no me podía dejar plantada después de tanto tiempo que tardo en invitarme a salir. Tal vez todo lo de la invitada a salir era broma, no le importaba al tonto de Louis. A lo mejor fue una apuesta con Hanna. Aunque lo dudaba mucho, él no es ese tipo de personas. Puede llegar a ser muy molestón y testarudo pero siempre  preocupa por los demás. Pedí la cuenta y pagué. Louis no iba a llegar. Antes de levantarme, revisé mi celular por milésima vez para ver si tenía un mensaje de él. Pero mi buzón de entrada estaba vacío. Solo cinco minutos más, Sophie.

Estaba viendo por la ventana apoyada en mi mano, cuando escuché que la puerta del café se abría. En cuanto se siente Louis, voy a matarlo. Pasaron varios segundos y nada. Volteé a ver la entrada y vi a Henry. Estaba buscando a alguien. De pronto volteó a verme y al ver su cara supe que yo era su objetivo. Negó despacio con la cabeza y supe al instante que Louis no vendría. Hasta se había encargado de que Henry viniera a decime lo que él no podía decirme en la cara. O por lo menos por un mensaje de texto. Me levanté abandoné el café sin dirigirle la palabra a Henry. Trató de decirme algo pero lo ignoré y baje las escaleras del café. No escucharía como defendía a su mejor amigo. Sé que no debía estar enojada con él ya que no tenía la culpa de nada, pero era tan fuerte mi enojo y desilusión que podía golpearlo.

-Déjame explicarte –dijo mientras se paraba enfrente de mí.

-¿Explicarme qué? ¿Qué Louis me dejo plantada? Henry, eso ya lo sé –dije enojada. Traté de caminar pero lo impidió.

-Sophie, no pudo venir porque hubo problemas con la boda y se tuvo que quedar en su casa.

-Y ¿por qué no me avisó antes? Estuve esperando como tonta su llegada

-No pudo Sophie. Su mamá no lo dejó salir de su casa y me mandó a mí para decirte. Por favor no te enojes con él, duró casi un año para invitarte a salir

-Sí, casi un año, pero me dejo plantada. De seguro yo le importo mucho –dije lo último sarcásticamente.

No sé porque pero mis ojos se cristalizaron. Yo creo que eran una de esas veces donde anhelas demasiado algo y al final nunca llega o te decepcionas y de alguna manera te sientes triste. Antes de que Henry viera que estaba a punto de llorar me despedí de él.

-Gracias por avisarme –dije antes de subirme al carro.

Prendí la calefacción y respiré para tranquilizarme. Limpié unas pequeñas lágrimas que estaban en mi cara. Arranqué y empecé a manejar muy despacio por la misma calle. Estaba viendo todas las casas que había por la calle, mientras pensaba en él. Frené en seco cuando vi a la persona que ocupaba en este momento mis pensamientos  tocar el timbre de una casa blanca. No, no puede ser el. Avancé un poco para verlo más de cerca y si definitivamente era él. ¿No que su mamá no lo había dejado salir? Se supone que cuando uno tiene una cita con alguien, va a la cursi cita y no a una casa blanca. Una muchacha salió de la casa. Tenía el pelo café y muy cortito. Se veía joven y bonita. Louis le dio un beso en la mejilla y entró a la casa.

Para esto yo ya tenía lágrimas en los ojos. ¿Porque me invitas a salir, me dejas plantada, mandas a tu amigo a decirme que no vas a venir, y te veo entrar a la casa de una muchacha?

Arranqué enojada y me fui directo hacía mi casa. Quería platicar con alguien, pero con ¿quién? Mis papás se encuentran a kilómetros de mí. Faye ya casi no me habla. Con Susanne todavía no tengo mucha confianza como para contarle esto. Evelyn, es hermana de Louis así que obviamente no. Descartada. Bien, no tengo a nadie. Quería desahogarme con alguien y sacar toda la ira que tenía adentro.

 Llegué a mi casa con la cara roja. Cada vez que lloro la cara se me hincha y se pone roja como un tomate. Fui a ponerme el pijama y me acosté. Trataba de cerrar los ojos, pero no podía. Los cerraba y veía la imagen de Louis entrando a la casa de otra muchacha, en vez de estar conmigo en el maldito café. Abracé mi almohada y lloré un poco silenciosamente. ¿Porque Henry me había mentido? ¿Quién era ella? Tantas preguntas y ninguna respuesta. Me sentía frustrada. Los hombres a veces pueden llegar a ser tan confusos. Se quejan de las mujeres pero incluso algunos de ellos son peores que nosotras. Lanzan indirectas de que les gustas y al final te dejan por otra a quien le van a hacer lo mismo algún día. No todos son así pero la mayoría son unos engreídos que después de varios años maduran.

Y lo peor del caso es que nos enamoramos de ellos. Puede que este equivocada respecto a Louis, pero necesito que me lo demuestre en un futuro. Ya que si me preguntarán el día de hoy que es lo que pienso sobre él, diría varias cosas las cuales no serían muy adecuadas de decir.

Holding on and letting goDonde viven las historias. Descúbrelo ahora