Holding on and letting go

Capítulo 10

 

Zach

Me levanté tarde con un gran dolor de cabeza. Casi no recordaba lo que había pasado en la fiesta. Me levanté del sillón de la sala y vi que mi casa era todo un basurero. Fui a la cocina por unas aspirinas. Las busqué por todos lados pero no las encontré. Fui al baño a ver si estaban por ahí. Cuando entré, vi en el suelo mi sombra y detrás de esta había otra. Me paralicé al ver que levantaba su brazo y que estaba a punto de tocarme el hombro. Agarré su mano y lo tiré al suelo

-¡Qué diablos Zach!

-¿Henry? Me asustaste, hermano –dije mientras me agachaba a su lado -¿Qué haces en mi casa?

-Si estoy bien, no te preocupes. –dijo haciendo una mueca de dolor

-Lo siento, déjame ayudarte

-Amanecí en tu jardín. Sin ropa –dijo cuándo bajamos a la cocina.

-¿Sin ropa? –pregunté riendo

-¿Recuerdas que hicimos ayer?

-Ni idea. Lo último que recuerdo fue que estaba en la cocina con Faye. ¿Ella es la amiga de Sophie, verdad?

-Si

-Me cayó bien. Creo que la besé

-Sí que estabas borracho…

-¡Hey! A mí se me hiso muy bonita y agradable

-¿Más que Sophie?

-No, ella es diferente

-¿En serio te gusta?

-¿Si, por?

-Por nada –dijo abriendo la despensa para buscar aspirinas –solo creo que a ella le gusta otro

-Pues, yo cambiaré eso. –dije muy seguro de mí mismo

-Como tú digas… ¿Oye, ya fuiste al comedor?

-No, ¿por?

-Creo que te divertiste mucho anoche con las mesas –dijo sonriendo –ya que las rompiste todas…

Después de tomarnos aspirinas y de desayunar, arreglamos la casa. Tardamos mil años y estaba exhausto. Henry se fue a dar una ducha a su casa para luego regresar. Fui al balcón que da al parque a fumar. Me senté en el borde y escuché unas voces familiares.

-Y luego me metí a bañar. Louis ocupaba algo y me preguntó que si podía entrar y ni modo decirle que no si es su propia casa, así que…

Me tomó unos segundos para recapacitar. Me moví y me escondí detrás de una maceta para que no me pudieran ver. ¿Porque rayos Sophie estuvo en casa de Louis? ¿No que se llevaban mal?

-Salí de bañar y me tropecé con un zapato

-¿Es enserio? –preguntó Faye

-Sí, créeme me estaba muriendo de vergüenza. Y en ese momento él iba pasando por ahí. Caí en él y pues…me besó.

Ok. Esto No me gustaba para nada. En primera Louis y Sophie no podían estar juntos. Ella era mía. Sophie le seguía platicando más cosas y cada vez me asustaba más. Maldito. ¿Desde cuándo Louis besaba a las chicas? Desde Hanna no había vuelto a besar a nadie porque está esperando a la “indicada”. Una excusa muy cursi y patética.

-Después me preguntó que con quien había dado mi primer beso.

-No me digas que le dijiste que con Zach

-No, obvio no. Dije que fue con un tonto

¿Tonto? ¿Enserio? Yo, Zach Bratcher, ¿tonto?

-Y en ese momento Zach me habla al celular, ¿puedes creerlo? Tuve que explicarle a Louis que éramos amigos.

-Nunca le dirás que tu primer beso fue con Zach, ¿cierto?

-No. Sé que eso pasó hace muchos años pero sería raro decirlo.

-Te está empezando a gustar, ¿verdad?

-No lo sé. Si me hubieras preguntado hace dos semanas te hubiera dicho que no, pero ayer cambió mi opinión sobre él.

Yo cambiaré eso. Tenlo por seguro Sophie.

-¡Oye Zach! ¡Volví! –Gritó Henry al entrar a mi cuarto- ¿Qué haces? ¿Por qué quieres que me calle? ¿Qué? Deja de hablar con señas y habla bien. ¿Quién está abajo?

Tengo que cambiar de amigos. Me paré con mucho cuidado para que no me vieran y me metí a la casa junto con Henry

-Si te digo que te calles, cállate.

-¿Por qué? ¿Quién estaba abajo?

-Nadie…Ven vamos a llamarle a los chicos y decirle que se adelanta la hora de ver las películas.

Le mandé un mensaje a Sophie diciendo que se adelantaba la reunión. Al instante me respondió diciendo que llegaba en diez minutos.

Los chicos llegaron y empezaron a llenar platos de comida y se acomodaron en el sillón.

-Louis ¿puedes traer más papas? –gritó Nathan

El timbré sonó y fui a darle la bienvenida a la invitada de honor. Antes de abrir me vi en el espejo para ver si mi pelo estaba bien. Hoy me veía realmente apuesto.

-Wow! Sí que eres puntual. Buenas tardes, Sophie

-Hola Zach –contestó con su hermosa sonrisa.

-Hola Faye

-Hola

-Veo que se conocieron ayer –dijo Sophie

-Sí, se ve que tienes una gran amiga, Sophie. Pasen, mi casa es su casa.

Bajamos las escaleras y escuché un grito.