Cap 48

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Capítulo 48


-No,no. No quiero que lo deje ir.-dijo Valerie. —sigue leyendo

-Ya es tarde

-Son las diez de la noche-protestó

-Sí, pero estoy muy cansada. Toma —dijo entregándole el libro —lee hasta donde quieras pero no te acuestes muy tarde, mañana iremos a visitar a tus abuelos temprano

-Sí, está bien. Buenas noches mamá. Descansa

-Buenas noches —subió las escaleras y fue directo a la cama.

Por la otra mano, Valerie estaba más despierta que nunca. Quería seguir leyendo el libro hasta acabarlo pero se prometió a si misma que solo leería cinco capítulos para que su mamá le leyera los demás. Sabía que para ella esa historia era muy especial. Se sentó en el sillón y empezó a leer las aventuras de Sophie.

 

Después de llegar del desayuno con sus abuelos, Valerie fue al jardín con su mamá para que le siguiera leyendo

-¿Hasta dónde leíste anoche?

-Me quedé antes del cumpleaños de Sophie

-¿Leíste 6 meses ayer? —preguntó sorprendida su mamá

-¡Estaban resumidos! —Dijo en su defensa- Y sabes que leo rápido.

-Ya veo porque no te podías levantar en la mañana"

 


-¡Feliz cumpleaños! —dijo Chris entrando a mi oficina con un pastel.

-Pide un deseo-dijo Faye

-Está bien...-dije emocionada. Me encantaban los cumpleaños. Henry me había despertado llamándome muy temprano y con la canción de "Feliz Cumpleaños" de los Beatles. Nathan y Susanne me mandaron una postal desde Venecia, donde fueron para festejar el cumpleaños de Nathan y me dijeron que había un paquete muy especial esperándome en el buzón de mi casa. Yo le mandé a Nathan unos tenis que había querido desde hace varios años. Solo los vendían en Francia así que aproveché la oportunidad.

Cerré los ojos y pensé en mi deseo. "Que todo volviera a ser como antes". Ridículo, lo sé. Pero era lo que más deseaba. No se iba a ser realidad, obviamente. Los deseos nunca se cumplen, pero no pierdes nada si lo intentas. Partimos el pastel y lo comimos en mi oficina con nuestras tazas de café.

Después de que se fueran Chris y Faye al departamento, me llegó un correo importante. Los directivos ocupaban que decidiera en qué país construiríamos. Querían mi respuesta inmediatamente. Busqué mi archivo de la tabla comparativa en Word y vi en qué lugar nos convenía más.

El resultado no me agrado mucho. Les mandé un correo diciéndoles que les respondería en la noche. Tenía que pensarlo muy bien.


Fui a casa y lo primero que hice fue revisar mi buzón. Saqué un sobre muy grande y entré a al departamento. Me senté en el sillón con las piernas cruzadas y abrí el paquete. Era una invitación con mi nombre.

Lo abrí y me llevé una gran sorpresa. Ahogué un grito. No lo puedo creer. Fui corriendo a la habitación de Chris quien estaba en mi departamento. Faye había ido a la tienda a comprar algo.

-¿Por qué tan emocionada?

-No lo puedo creer

-¿Qué pasa?

Lo ignoré y saqué mi celular del bolsillo

-¡No lo puedo creer! —dije poniéndolo en altavoz

-Creo que ya recibiste el sobre —dijo Susanne

-¿Qué dice en el sobre? —preguntó Chris

-¿Por qué no me avisaron antes? —Pregunté ignorando a Chris-¿Cuándo pasó esto?

-Antier.

-¿Y tan rápido mandaron a hacer las invitaciones?

-De hecho...las mandé a hacer hace 2 meses y le propuse matrimonio cuando llegamos aquí a Venecia

-¿Tú le pediste matrimonio? Nathan, ella es una bestia. Yo que tú, tengo cuidado. —dije bromeando.

-Creme supe que era una bestia muy hermosa desde que la conocí.

-Queremos que seas una dama de honor

-¡Oh, dios! Estoy honrada. —dije exageradamente

-La boda será en un mes.

-¿No creen que van muy deprisa?

-No, llevo años queriendo que se case conmigo. Pero no me atrevía a pedírselo. Gracias a dios ella es muy valiente y lo hiso.

-Así que...queremos que estés en Wreston City. ¿Volvemos en tres días y te quiero ver ahí, entendido?

-Veré que puedo hacer

-Genial y ¿Sophie? Feliz cumpleaños.-dijo Nathan antes de colgar

Sabía que esos dos estarían siempre juntos. Un poco jóvenes se iban a casar pero lo bueno es que eran felices. En la invitación había dos boletos. En uno de ellos estaba el nombre de Chris atrás. No había nada para Faye. Cuando regresó de la tienda, le comenté acerca de lo ocurrido y solo se encogió de hombros.


En la noche, prendí mi computadora y me metí a mi correo. Escribí mi mensaje con bastante trabajo. No quería hacerlo pero debía enviar el correo. Mi última línea fue así:

 

"Entonces, en conclusión. El mejor lugar en donde podemos construir una serie de posadas es en Wreston City definitivamente. Ya tengo todo el papeleo listo, solo ocupo su confirmación.

Gracias, atentamente Sophie Hamilton."


Así que volvería a Wreston City, donde todo había comenzado.

Holding on and letting goDonde viven las historias. Descúbrelo ahora