I. Jimi Syrjälä

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Jimi Syrjälä nació en 1921 en Kuhmo, Finlandia, hijo de un peletero y un ama de casa, estudió física dos meses en la universidad de Helsinki y se salió para desarrollarse como artista y, en sus palabras, "develar la gran espiral del universo". Quienes lo conocieron de primera mano coinciden en que tomaba Absinthe en cantidades sobrehumanas y que estaba vetado de las tabernas locales de cuanta ciudad visitara por su comportamiento agresivo. Aunque su escritura encontró fama a nivel internacional después de la Segunda Guerra Mundial, Jimi nunca dejó la región nórdica.

Uno de los autores más prolíficos, Jimi escribió ciento doce colecciones de poemas, cincuenta historias cortas, quince novelas, trece traducciones y ocho ensayos. Päivä fue su última obra y yace entre los géneros literarios que solía trabajar, a pesar de ser también su trabajo más corto, consistente únicamente de seis páginas, es también el más famoso, siendo traducido a treinta y nueve idiomas. En una rara entrevista de radio, Jimi concedió que era su obra más personal y vulnerable, clarificó que, contrario a los rumores, la obra era cien por ciento ficción y no autobiográfica como muchos teorizaban.

Seis meses después de esta última publicación, exactamente tres semanas antes de cumplir dieciocho años y en pleno enero, Jimi tomó una lancha desde el puerto de Helsinki y navegó para no volver nunca, su cuerpo fue encontrado en el agua dos meses más tarde, conservado por las bajas temperaturas y quizá, por la alta concentración de alcohol que aún después de tanto tiempo, seguía presente en su cadaver. Dejó detrás una prometida y noventa millones de markkas finesas o el equivalente hoy en día a dieciséis millones de euros, poco más, poco menos. Su prometida murió en un accidente automovilístico ese mismo año, la autopsia reveló que conducía en estado de ebriedad, su fortuna quedó sin ningún heredero.

Después de que su muerte se hizo noticia, una mujer de veintiséis años cometió suicidio también en Oslo, Noruega en circunstancias similares. Dejó detrás un esposo y un hijo de dos años, a simple vista tenía una vida cómoda y tranquila, su marido era cirujano y tenían una residencia de buen tamaño a las afueras de la ciudad. Esto no habría hecho tanto ruido de no ser porque encontraron sobre el buró junto a su cama una copia de la última obra de Syrjälä, algunas de las hojas estaban mojadas, expertos aseguran, de lágrimas. Otras obras del autor hacían presencia también en el librero de su casa y en un album de fotos de sus años más tempranos tenía una foto con el autor en un intercambio escolar que había hecho a Finlandia, los dos se ven sonrientes frente al malecón, bastante cerca el uno del otro. Su nombre: Päivä Andersen.

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