No puedo estar sin ti!

43 Todo es mi culpa

Macarena

Barbie se levantó de la mesa y mi corazón se contrajo, yo no podía soportar estar alejada de ella, pero debo respetar su espacio, ella no se siente bien, se acaba de enterar de muchas cosas, yo ya no tengo nada que hacer en esta casa, lo que quería, era decir la verdad, siento que un peso cayó de mí, por una parte eso me da tranquilidad, pero eso no cambia el hecho que Reinaldo sigue en coma, que Gonzalo sigue libre, y que Barbie y yo no estamos juntas.

Después de contar todo a Betty, Michell y Mariana, ya no me queda más que retirarme.

Mariana: Voy a ir hablar con ella

Refiriéndose a Barbie, se levantó y me dio un cálido abrazo. Con su cabeza en mi cuello, me susurró.

Mariana: Gracias a Dios estás bien.

La familia de Bárbara es demasiado hermosa, Mariana es muy linda, y todos ellos, su papá es un héroe y Barbie es la mujer con el corazón más hermoso del mundo. A pesar de que las circunstancias ocurrieron de esa manera, es un hecho que lo de Barbie y yo terminó. Mariana se apartó de mí y se retiró en la misma dirección que minutos antes Barbi se había retirado.

Macarena: Yo creo que debo irme, ya no tengo nada que hacer aquí.

Betty: Sería bueno que te quedarás con nosotros. Aquí estás más protegida. Tú también corres mucho peligro y ya ves que esos detectives no estuvieron bien pendientes de ti, estando en el estado que estabas.

Macarena: Ya no tengo nada que hacer aquí, ustedes saben la verdad y bueno ya no volveré a tomar, lo prometo. Estaba en un momento vulnerable, pero ya no volveré a ser tan irresponsable, además mi mamá y mi amiga Camila también están preocupadas y mi hermano llega hoy de New York. Mi papá debe estar llamando.

Michell: Yo te llevó, y así estamos todos más tranquilos. Y no acepto un no por respuesta ¡he!

Macarena: Está bien, solo si vamos acompañados con uno de los detectives.

Betty: Me parece bien. ¿Maca?

Macarena: ¿Sí?

Betty: Dale tiempo, estamos procesando todo.

Betty miro en dirección donde se había ido Barbie y entendí que se refería a ella. Pero yo creo que la perdí, me sentía culpable del riesgo que corrió su papá y era hora de alejarme, antes que otra desgracia pudiese ocurrir por mi culpa. Betty me devolvió la mirada y me tomo mis manos.

Betty: Gracias por decirnos la verdad. Y nada de esto es tu culpa. Quiero que nos mantengamos en contacto.

Además de hermosa, Betty Lee la mente. En eso se acercó el ama de llaves nuevamente, Clarita creo que es su nombre, y me entrego mi celular.

Clarita: Aquí está su teléfono, Srta. Macarena.

Betty: Aprovecha y guarda mi número (anoté inmediatamente el número de Betty)

Macarena: Gracias Clarita. Y gracias a todos por las atenciones, perdón por el escándalo.

Me levante y los demás hicieron lo mismo, Betty me abrazo, y no pude evitar que las lágrimas corrieran por mis mejillas, Betty se retiró y me las seco con sus manos, tocando con ambas manos mi rostro. Pero no me esperaba que me diera un beso en mi mejilla.