~El amor es para muchos un tupido tabú.
Perverso y arrollador.
Intenso y encantador.
El amor eres tú.~
(...)Las toscas gotas de agua gélida caían con semejante fuerza sobre los ventanales, que por poco parecían romperlos.
Aquel estudio escondido en las calles transitadas de Escocia, bajo el vapor de la lluvia y las llamaradas que provenían de cada chimenea en los hogares, casi era imposible de admirar rodeado de tanta naturaleza y armonía. Sus habitantes no poseían faldas de cuadros ni tocaban instrumentos característicos en Edimburgo, pero Joel no había dejado de amar aquel sitio desde que lo pisó por primera vez.
Colocó la púa de la guitarra eléctrica en la bolsa, mientras que con su mano libre deslizaba en el bolsillo trasero del pantalón su teléfono. Cerró la funda de la guitarra y se la colgó en el hombro, a toda prisa.
—Terminamos la semana que viene— escuchó tras su espalda—. Queda por grabar una canción y el próximo disco estará listo para romper cualquier récord.
—No sé si la semana que viene será posible, Zayn. Es el cumpleaños de Alba y queremos hacerle una fiesta con sus amigas.
Zayn ladeó una sonrisa cálida y dejó escapar una pequeña risita.
—Mi niña... Diez años ya y parece que fue ayer cuando Liam y yo fuimos a conocerla... Dentro de nada la tendrás pidiéndote dinero para salir.
Joel soltó una carcajada.
—¡Espero que no! Tengo que cuidarla bien. Cuando se tienen hijos el tiempo pasa más rápido, pronto lo sabréis.
Zayn mordió su labio inferior.
—Dios lo quiera.
El de luceros azucarados palmeó la espalda del otro, quién apretó con más fuerza el agarre sádico de su labio.
Joel lo sabía, era completamente consciente de lo mucho que costaba la adopción. Se necesitaba mucho más que tiempo, mucho más que paciencia, la que en millones de ocasiones él perdió y volvió a rescatar en los brazos de su amado. Viniendo de gente con tanto movimiento, con tanta expectación tras ellos era normal que las agencias se lo pensaran más de dos veces. Liam y Zayn llevaban así dos años, pero habían llegado a la última fase y pronto podrían disfrutar de un pequeño retoño de tez perlada.
Salió del estudio y se despidió de sus compañeros, asegurando que iría al día siguiente para adelantar. Nada más entrar a la sala de producción, una carcajada escandalosa y viva le removió el estómago con mariposas y brillo.
—¡Arrrggh! ¡Soy un pirata y te voy a reclutar en mi barco!
Liam le regaló una sonrisa desde la esquina, sin detener los movimientos sobre el portátil en su regazo. El sonido de las teclas era imperceptible bajo los gritos, lo que sin duda debería recompensar en el sueldo de su amigo.
—¡Tío Niall! ¡Yo soy Peter Pan, puedo volar!
—¡Me quedaré tu sombra y aaaarrggh!
Joel sonrió amplio en cuanto escuchó las carcajadas de su hijo, llenando el estudio de más música que cuando los instrumentos sonaban acompasados.
Dejó la guitarra sobre el sillón de cuero al lado de Liam y se colocó la chaqueta, abrochando la misma hasta arriba. Liam alzó la mirada de vuelta, deteniendo su trabajo ahora.
—Hay unos paparazzis fuera. Lo siento... Sabes cómo se ponen cuando hay rumores sobre nueva música... Mandé que te trajeran el coche a la puerta.
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Un reflejo del amanecer || Joerick
FanfictionErick acude a la mejor universidad de Portland en su último año estudiando periodismo. Allí descubre que Christopher Vélez tiene sonrisas eternas y es hijo de un cazatalentos mundialmente conocido, que Richard Camacho posee una inocencia desmedida y...