El volley... ya no es lo único.(Kageyama X ___) FINALIZADA

HAZ CASO A LA CAPITANA

Cuando entré al comedor vi que Kageyama ya había llegado y estaba en la mesa hablando con Yuki y Aki, tragué saliva con la esperanza de que no fuese un interrogatorio largo.

-¡___!

-Volví.

Kageyama se movió un poco para dejarme sitio a su lado.

-¿Donde estabas?

-___ estaba con Atsumu.

Miré a Yuki de manera asesina, no había pasado nada con Atsumu de lo que Kageyama tenía que preocuparse, pero eso era muy malinterpretable.

-¿Ya has comido?

Lo miré algo sorprendida, pensé que me diría algo, que preguntaría otra cosas, o sabía algo o no tenía intención de montar una escenita celosa, esperaba que fuese la primera, me ahorraría discusiones.

-Sí, he terminado hace un rato.

Aki se dio cuanta rápidamente de la situación en la que me encontraba y decidió cambiar el tema, empezó a hablar sobre el campamento y el torneo nacional que tendría lugar dentro de poco.

Cuando Kageyama se fue a dejar su bandeja Yuki aprovecho para preguntar.

-¿Qué a pasado con Atsumu?

-Quería salir conmigo, casi me besa y puede que ahora tenga una marca de mi mano en su mejilla.

Se escucho una risa silenciosa por parte de Aki.

-Ya has rechazado a dos en este campamento.

-¿Dos? Atsumu ¿y..?

-A mi.

-Yuki, creía que lo sabías.

-Pues no, no lo sabía.

Cuando Kageyama volvió nos fuimos al vestíbulo del hotel para relajarnos un poco más.
Yuki se fue pronto a la cama, no me sorprendió ya que estuvo todo el día dando saltos, incluso en los descansos, Aki se tuvo que ir porque su capitán, que también estaba en el campamento, lo llamó para una reunión de esquipo. Solo quedábamos Kageyama y yo, era el momento de explicar las cosas.

-Oye... sobre lo de Atsumu...

No me dio tiempo a decir nada porque me había abrazado.

-Lo se, los escuche, no tienes que explicar nada.

Correspondí su abrazo.

-¿De verdad piensas todo eso?

-Si no lo pensase no lo habría dicho, no dudes de esa forma.

Me separé para mirarlo a los ojos.

-Voy a matar a Atsumu.

Me reí de su comentario.

-No hace falta, ya me he encardado yo, después de la bofetada que le he dado seguro que no se atreve ha acercarse de nuevo con esas intenciones.

Nos pusimos a hablar tranquilamente cuando se empezaron a escuchar unos gritos, nos levantamos para ver de dónde venían y qué estaba pasando.

-¡NO VAS A SEGUIR CON EL PLAN!

-¡No, ya no quiero seguir!

-¡¿NO ME DIGAS QUE ESTAS ASUSTADO?!

-¡Simplemente pienso que estas loca! ¡No voy a seguirte en un plan tan retorcido!

-¡¿QUé?! ¡¿TE SIGUE GUSTANDO ESA NIÑATA ENGREIDA?!