EMPIEZAN LOS NACIONALES

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Los nacionales habían llegado, estaba en casa de Kageyama ayudándole ha hacer su maleta.

-¿Por qué llevas más ropa que yo?

-Necesito todo lo que hay ahí.

-¿Ocho camisetas?

-Nunca se sabe que podría pasar.

-Kageyama, vais a competir no a pasar el rato. Yo me ocupo de la ropa, mira a ver que más necesitas.

Me miró algo indignado y fue al baño.

Por la mañana ya estaríamos de camino al sitio donde tomarían lugar las competiciones, los mensajes en los grupos no paraban de llegar, todos estaban muy emocionados.

-¿En tu equipo también irán las que no han sido seleccionadas?

-Sí, pero solo las de segundo y tercero, las de primero se quedan, normas de la preparatoria, no me preguntes.

-Es decir, eres la única de primero que va.

-No lo había pensado, pero sí.

Seguimos metiendo cosas en la maleta de Kageyama mientras hablábamos, después me fui a mi casa para descansar, mañana tendría que madrugar más de lo que habitualmente lo hago.


Crucé la calle y toqué la puerta de la casa de Kageyama, su abuela me abrió.

-Buenos días ___-chan, Tobio sigue durmiendo, prueba si puedes despertarlo tu.

Sabía que iba a quedarse dormido pero no esperé que ni si quiera se hubiese despertado para cuando yo llegase.

Me acerqué un poco a él y le moví suavemente.

Nada.

-Kageyama...

Nada.

-Tobio...

Tampoco.

Recurrí a la desesperada, dejé la mochila que llevaba en la esquina de la habitación y me tiré encima de él.
Se escuchó un quejido por su parte.

-¿Estas despierto?

-¿Te has tirado encima mía y aún preguntas?- dijo con molestia.

-Supongo que eso es un si, gruñón.

Me abrazó y me acomodó en su cama.

-Cinco minutos más.

-Llegaremos tarde.

-Que esperen.

-Puede que mi bus lo haga, soy la capitana, pero a ti te pude sustituir Suga-san.

-Eso a sido cruel.

-No creo que te dejen- dije riendo- pero estoy segura de que Daichi se enfadará si llegas tarde, ¿quieres verle enfadado?

-No.

Se pudo de pie de un golpe sorprendiéndome.

-Vístete y come algo, date prisa.

-Como digas pulga- se acercó y me dio un tierno beso en los labios.


Cuando salimos de su casa fuimos a paso ligero hacia la preparatoria, íbamos tarde.

-Tardón.

-No es mi culpa.

-Según tu abuela, tu despertador a sonado siete veces.

Desvío la mirada.

El volley... ya no es lo único.(Kageyama X ___) FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora