Capitulo 4

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Llegó la hora de la salida, Gerardo ya estaba ahí esperando a su hija hasta que la vio salir.

-Hola papá- lo saludó.
-Hola princesa, ¿qué tal la escuela?- dijo Gerardo.
-Bien, ya les conté a mis amigas de mi fiesta y están emocionadas al igual que yo. ¿Y a ti cómo te fue en el trabajo?
-También me fue bien, de hecho hay algo que necesito hablar contigo.
-¿Qué pasa, papá?
-Va a haber algunos días en que no voy a poder venir por ti, eso incluye mañana. Lo que pasa es que mañana tendré una nueva compañera para patrullaje y el capitán me ha pedido que le ayude a reentrenarla, entonces...
-No te preocupes papá, ya me he ido sola a casa en otras ocasiones. En esta ocasión no habrá problema y tendré cuidado.
-Gracias corazón.

En pocos minutos llegaron a la casa de los padres de Gerardo, Luz a pesar de que ya era una adolescente seguía emocionandose como una niña pequeña cuando visitaba a sus abuelos.

-¡Abuelitos!- dijo emocionada y corrió a abrazarlos.
-¡Ya llegó nuestra princesa!- dijeron ellos abrazándola y llenandola de besos-. ¿Y tu papá, mi niña?
-Aquí vengo llegando- dijo Gerardo entrando a la casa-. Solo que aquí la princesa me tendió una trampa para no bajar su mochila.
-¡Ay, ya llegó mi sobrina favorita!- dijo la hermana de Gerardo cuando llegó corriendo a abrazar a su sobrina.
-¡Tía Diana!
-Escuché que te van a celebrar tus 15 años, ¿te parece si vamos buscando opciones de vestidos?
-¡Claro!

Tía y sobrina se fueron a la sala para comenzar a ver las opciones de vestidos, Gerardo sonreía al ver el gran afecto que su hermana le tenía a su hija, desde que era bebé.

-Haz sido un buen padre, hijo- dijo su mamá.
-¿De verdad lo crees?- preguntó Gerardo sonriendo.
-Claro, siendo papá soltero lograste sacar a Lucecita adelante y ahora cumplirás su sueño de su fiesta de quinceañera.
-Para mí siempre va a ser importante la felicidad de mi hija, aunque...
-¿Aunque qué?
-Aveces siento que a mi hija le hace falta una figura materna. Mamá, yo no voy a estar siempre para mi hija y menos ahora con mi nuevo trabajo donde me expondré a muchos riesgos, entonces necesitará a alguien que pueda cuidarla y también amar.
-Te comprendo hijo, pero todo a su tiempo.

Gerardo dejó esa conversación de lado y comenzó a concentrarse en los preparativos de la fiesta de su hija.

-¡Este está hermoso!- dijo Luz emocionada al ver un vestido.
-Pues hiciste una buena elección sobrina, si ese vestido te encantó estoy segura que se te verá divino- dijo Diana.
-Papá, ¿la temática de mi fiesta puede ser de estrellas?
-Claro hija, es tu fiesta y lo que decidas está perfecto con tal de que tú te sientas feliz- dijo Gerardo.
-¡La comida ya está!- avisaron.

Todos se sentaron a la mesa y comenzaron a comer, la organización de la fiesta continuaba, Luz con cada idea de su fiesta se llenaba de mucha ilusión pero en especial se sentía agradecida por la familia que le había tocado.

-De verdad gracias a todos, esta será la mejor fiesta de todas- dijo Esteban, el hermano de Gerardo.
-Claro que no tío, mis estudios también son primero.

Esa comida familiar era la mejor, especialmente porque había mucha felicidad.

Una estrella de otro cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora