-¿Cómo que Luz es tu hija?- preguntó Salvador-. ¿Estás segura?
-Al principio lo estaba dudando- dijo Leonor-. Pero luego de conocerla ví que tenía unas similitudes a su verdadero padre y cumplirá 15 años en unas semanas, precisamente la fecha en que nació mi hija. Por lo tanto Lucecita es mi hija.La situación ya se estaba poniendo difícil, Salvador comprendía todo pero quiso tranquilizar a su mujer antes de que quisiera cometer una locura.
-Ahora que la he encontrado quiero hacer algo para recuperarla- dijo Leonor-. Por favor Salvador, ayúdame a recuperar a mi hija.
-A ver Leonor, primero tranquilízate- dijo Salvador-. En segunda, podrías tener graves problemas y especialmente con Luz porque si le dices la verdad se alejara de ti por completo.
-Lo sé, pero algo tengo que hacer para no alejarme de mi hija.Días después Leonor llegaba de la tienda cuando vio a Lulú llegar a la casa con una caja pesada, de esta cayeron algunas cosas.
-Lulú, esto cayó de la caja- dijo Leonor levantandolas y vió que eran unas invitaciones.
-Gracias Leonor, por poco y no me daba cuenta- dijo Lulú tomándolas.
-¿Son las invitaciones de los 15 de Lucecita?
-Si, ya fui por ellas porque ya queremos comenzar a poner los nombres de las familias que invitaremos.Leonor miraba las invitaciones a detalle, Lulú notaba a la mujer muy interesada en ello pensando que tal vez ella tenía interés en asistir a la fiesta.
-Me hubiera gustado tener una hija y hacerle una fiesta de 15 años- comentó Leonor.
-Tu esposo y tú pueden venir a la fiesta- dijo Lulú.
-¿Cómo crees, Lulú? Además, no sé si a Lucecita le agrade la idea.
-Ya hablaremos con ella y por la invitación no te preocupes que mandamos a hacer algunas extra por si teníamos pensado de último momento invitar a alguien más.
-Gracias, igual y lo hablaré con mi marido.
-¡Ya llegué Lulú!- avisó Luz.Luz ya había regresado de la escuela, saludó a las dos mujeres y en ese momento notó la caja con las invitaciones.
-¡¿Son las invitaciones?!- preguntó emocionada.
-Si mi niña, mira- dijo Lulú mostrándole una-. ¿Te gustan?
-¡Me encantan, gracias mamá!Luz abrazó a Lulú, estaba tan emocionada por sus invitaciones que su cerebro reaccionó cuando le había dicho a Lulú “mamá”.
-Perdón Lulú, no pensé que...- dijo Luz un poco apenada.
-No, descuida Lucecita- dijo Lulú sonriendo-. Puedes decirme mamá, de hecho me sentiría honrada.Ambas se abrazaron, la felicidad que sentían era enorme porque sentían el gran amor de una familia. Leonor se sintió mal al escuchar a su hija llamar mamá a otra persona, no resistió y se fue a la casa. Lulú y Luz no sabían qué le pasaba así que entraron a la casa.
Esa noche Luz ya se había ido a dormir, Lulú preparaba sus cosas para su trabajo y en ese momento había llegado Gerardo del trabajo.
-Hola- saludó Gerardo dándole un beso.
-Hola amor- saludó Lulú-. ¿Cómo te fue en el trabajo?
-Bien, fuera de lo normal todo estuvo bien. ¿Y a ti cómo te fue?
-También me fue bien, ya fui por las invitaciones y quedaron muy lindas. Pero hoy sucedió algo que quedará marcado para siempre en mi vida.
-¿Qué ocurrió?
-Luz me dijo mamá.Gerardo se sorprendió al escuchar eso, pero su corazón sintió una enorme felicidad de saber que su hija había encontrado en Lulú la figura materna que le hizo falta durante esos casi 15 años. Estaba feliz.
-Gracias por llenarle de alegría la vida a mi hija y en especial a mí- dijo Gerardo sonriendo-. Te amo.
-Y yo a ti.
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Una estrella de otro cielo
Teen FictionGerardo se ha convertido en papá soltero luego de adoptar a una bebé que dejaron a la puerta de su casa y desde ese entonces se convirtió en lo más especial de su vida. Ahora que Luz está por cumplir sus 15 años habrá muchos cambios en su vida pero...