Capitulo 11

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Una mañana Gerardo y Luz se encontraban desayunando antes de irse a sus labores, pero Luz notaba a su papá muy raro porque notaba que su mirada estaba pérdida.

-¿Estás bien, papá?- preguntó Luz.
-Si hija, solo pensaba en unas cosas del trabajo- dijo Gerardo.
-Pues desde que Lulú vino a la casa has estado así. ¿No será que te está comenzando a gustar?

Ante esa pregunta Gerardo por poco se atraganta con el jugo y Luz no pudo evitar reírse.

-Tranquilo papá, es broma- dijo Luz.
-Ay hija, por poco y me atraganto- dijo Gerardo riendo.
-Pero ya hablando enserio, ¿te está empezando a gustar Lulú?
-Claro que no hija, ella y yo solo somos amigos.
-Si así lo dices, ¿crees que no habría problema si ella también me acompaña a elegir mi vestido?
-Claro que no, yo le comento y te aviso.
-¡Gracias papá!

Terminaron de desayunar y cuando Luz se fue por su mochila Gerardo se quedó en el comedor pensando en aquella pregunta que le hizo su hija, ¿realmente comenzaba a sentir algo por Lulú? Salió de sus pensamientos cuando sintió un beso en su mejilla.

-Ya me voy, papá- avisó Luz.
-¿Tan pronto?- preguntó Gerardo al ver la hora.
-Si, Alex quedó de pasar por mí para irnos juntos, ¿no te molesta?
-Claro que no hija, se van con cuidado y directo a la escuela, nada de que se dan la pinta porque tendrás problemas jovencita.
-Obvio no papá, ya me voy, te quiero. Y piensa bien en lo que te dije.
-Si hija, yo también te quiero.

Al salir de su casa Luz se encontró con Alex, se regalaron una sonrisa al verse y se fueron a la escuela. Ambos parecían una pareja por lo cariñosos que se mostraban. Luz volteó al sentir la dulce mirada de Alex sobre ella.

-¿Por qué me miras así?- preguntó Luz sonriendo.
-Por nada, solo que me encanta verte feliz- dijo Alex también sonriendo.
-Cómo no voy a estarlo después de todo lo que ha estado pasando y no quisiera que nada lo arruinara.
-Ya verás que no. ¿Una carrera de aquí a la escuela?
-Me late y el que gane invita al cine pero el otro paga. ¡1, 2, 3! ¡Corre si no quieres perder!
-¡Tramposa, eso no vale!

Ambos corrieron en medio de risas hasta que llegaron a la escuela.

Gerardo no dejaba de pensar en aquella pregunta que le hizo su hija, en ese momento que se encontraba con Lulú todos sus sentimientos estaban revueltos.

-¿Estás bien, Gerardo?- preguntó Lulú.
-Si Lulú, todo bien- contestó Gerardo.
-¿Seguro? Te noto muy pensativo.
-De verdad estoy bien, solo estoy pensando en todos los preparativos de la fiesta de Lucecita.
-No pasa nada Gerardo, ya verás que todo saldrá bien el día de la fiesta y Lucecita lo pasará genial.
-Yo sé que si. Por cierto, no sé qué pasó pero Luz quiere que la acompañes a elegir su vestido junto con mi hermana.

Lulú no se esperaba ese comentario, no creía que Luz de un momento a otro le tomara aprecio como para que le pidiera que la acompañara a elegir su vestido. Miró a Gerardo con una sonrisa, ya tenía su respuesta ante esa petición.

-Pues dile a Luz que me encantará ayudarle a elegir su vestido!- dijo Lulú sin dejar de sonreír.
-¡¿De verdad?!- dijo Gerardo emocionado-. ¡Gracias Lulú, mi hija se pondrá feliz!

Inesperadamente Gerardo abrazó a Lulú dando varias vueltas, ambos rieron hasta que reaccionaron a lo que estaba sucediendo. Se separaron y estaban sonrojados.

-Perdón Lulú, yo no...- dijo Gerardo un poco nervioso y sonrojado.
-Descuida Gerardo, no pasa nada- dijo Lulú también sonrojada.
-Continuemos trabajando.

Ambos continuaron trabajando sin decir alguna palabra luego de lo que había pasado.

Una estrella de otro cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora