Capitulo 10

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Gerardo y Lulú llegaron a la casa, bajaron las cosas y entraron.

-Pasa Lulú, bienvenida- dijo Gerardo.
-Gracias Gerardo- dijo Lulú.
-Luz, hija, ya llegamos.

Al escuchar a su papá, Luz salió de su cuarto y lo recibió con un abrazo, Lulú sonreía al ver el gran cariño que padre e hija se tenían.

-Mira hija, ella es Lulú mi compañera de trabajo.
-Hola Lulú, mucho gusto- dijo Luz saludandola.
-El gusto es mío Luz, tu papá me ha platicado mucho de ti- dijo Luz sonriendo.
-Espero que cosas buenas.
-Obvio hija. Ve por los platos para empezar a comer.

Entre los tres acomodaron la mesa y se sentaron a comer, había silencio pero obvio no podía faltar algún tema de qué platicar.

-Luz, tu papá me contó que ya vas a cumplir tus 15 años, ¿estás emocionada?- dijo Lulú.
-¡Si Lulú!- dijo Luz emocionada-. Poco a poco se va organizando todo, ya tengo completos a mis chambelanes, la maestra de danza aceptó ayudarnos con las coreografias y la otra semana voy a ir a escoger mi vestido.
-¿De qué color será?
-Aún no sé, pero escogeré uno bonito.
-Y con el que elijas te verás hermosa, hija- dijo Gerardo-. Solo espero que a tu tía no se le ocurra mandarme una foto donde traigas el vestido que usarás en tu fiesta.
-Gracias papá.

Terminaron de comer, recogieron la mesa y Luz fue a su cuarto un momento mientras los dos platicaban.

-Tenías razón Gerardo, tu hija es agradable- dijo Lulú.
-Al principio es un poco tímida pero con el tiempo la vas conociendo- dijo Gerardo.

Con la plática no se habían dado cuenta que Luz había salido al patio, traía ropa fresca y estaba descalza, en sus manos llevaba un juguete que lanzaba agua. Sigilosamente se acercó a su papá y le pidió a Lulú que no le dijera nada, le lanzó agua.

-¡Luz!- dijo Gerardo.
-Perdón papá, pero necesitabas darte una refrescada- dijo Luz riendo y salió corriendo al patio.
-¡Vuelve acá jovencita, de esta no te vas a salvar!

Lulú reía por ese momento que se asomó al patio para verlos, le encantaba ver lo mucho que se divertían a pesar de que Luz ya era una adolescente, ambos ya estaban empapados hasta que Luz notó la presencia de Lulú.

-Ven a jugar con nosotros, Lulú- dijo Luz.
-No gracias, ustedes diviértanse- dijo Lulú-. Además, no creo que sea buena idea.
-¿Crees que no es buena idea?- dijo Gerardo y en ese momento le dijo algo a Luz en el oído-. Bueno, veamos si con esto cambias de idea. ¡Ataca Luz!

Ambos comenzaron a lanzarle agua a Lulú haciéndola reír y como lo dijo Gerardo su idea cambió.

-¡Tramposos, les dije que no!- dijo Lulú riendo y en ese momento tomó la manguera-. Pero me voy a vengar.
-¡Corre Luz!- gritó Gerardo.

Los tres corrían por el patio mojandose y riendo, Luz reía cuando su papá la atrapaba para hacerle cosquillas. Pero hubo un momento en el que Luz veía la manera en que Lulú y su papá sonreían, sospechaba que algo comenzaba a surgir. Pero aún no quiso entrar en conclusiones y continuó jugando con ellos.

Más tarde los tres ya se habían cambiado y estaban en la sala platicando hasta que llegó el momento en que Lulú ya se tenía que ir.

-Lucecita, fue un gusto conocerte y ten por seguro que asistiré a tu fiesta- dijo Lulú.
-Gracias Lulú, también fue un gusto conocerte y espero que vuelvas pronto- dijo Luz dándole un abrazo.

Gerardo sonrió al ver esa imagen, no pensó que su hija y su compañera se llevarían bien tan rápido. Luz se fue a su cuarto para hacer su tarea.

-Gracias por la invitación, Gerardo- dijo Lulú sonriendo-. Me divertí mucho.
-No agradezcas Lulú, las puertas están abiertas cuando gustes venir- dijo Gerardo sonriendo-. Te veré mañana en el trabajo.
-Claro, hasta mañana.

Lulú se fue y Gerardo entró a la casa pero sin borrar esa sonrisa.

Una estrella de otro cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora