Capitulo 12

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Tocaban la puerta y Gerardo fue a abrir, su hermana había llegado.

-Hola hermanito, ya vine por mi sobrina- dijo Diana.
-¡Luz, ya llegó tu tía!- avisó Gerardo-. No me mandes fotos de mi hija con el vestido que elija porque yo lo quiero ver hasta el día de la fiesta.
-Está bien, no lo haré.
-Hola tía- saludó Luz al llegar a la puerta.
-Hola mi niña, ¿lista para irnos?
-Si. Nos vemos al rato papá.
-Si mi niña, yo sé que elegirás un hermoso vestido. Lulú las verá allá.

Las mujeres se fueron y Gerardo fue a realizar unas labores de su trabajo.

Ya estando en el centro comercial Diana y Luz platicaban acerca del vestido, en ese momento la menor vio a Lulú y corrió a abrazarla, el abrazo fue correspondido.

-¡Hola Lulú!- la saludó.
-Hola Lucecita- devolvió el saludo Lulú.
-Tía, ella es Lulú una amiga de mi papá. Lulú, ella es mi tía Diana.
-Mucho gusto.
-El gusto es mío, mi hermano me ha hablado de ti.

Luego de saludarse y conocerse las tres se fueron a comenzar con la búsqueda del vestido. Llegaron a una enorme tienda donde había muchos vestidos tanto de quinceañeras como de novias.

-¿Cómo voy a elegir un vestido si todos son tan hermosos?- decía Luz viendo todos los vestidos que estaban colgados con ganchos y los que estaban de muestra en los soportes de maniquí.
-Tomate tu tiempo, Luz- dijo Diana sonriendo.
-Si Luz, observalos con detalle y así encontrarás el indicado- dijo Lulú.

Las dos mujeres comenzaron a ayudarle a elegir el vestido, le mostraban algunos pero a Luz no la convencían, estuvo buscando por un rato hasta que encontró uno que le gustó.

-¡Lulú, tía, miren este!- dijo emocionada y las mujeres se acercaron.
-¡Ese está hermoso!- dijo Diana también emocionada-. Es como el que vimos cuando comenzamos a organizar tu fiesta y de estrellas como tú querías.
-No son en sí estrellas pero el color de la tela y las piedritas lo hacen ver como si fuera un cielo lleno de estrellas- dijo Lulú también sonriendo-. Anda Luz, pruebatelo.

Luz muy feliz le pidió ayuda a una chica que trabajaba en la tienda y fue al probador a ponérselo.

Después de unos pocos minutos Luz salió del probador ya con el vestido puesto, Diana y Lulú quedaron sorprendidas al verla. Las lágrimas no se hicieron esperar en Diana.

-¡Ay Lucecita!- dijo sonriendo enormemente-. Y pensar que cuando eras bebé te cargaba en mis brazos, ahora dentro de unos meses vas a cumplir 15 años.
-Me encanta mi vestido tía, desde niña he soñado con mis 15 años y ya estoy a unos meses de cumplirlos- dijo Luz sonriendo y en ese momento vió que Lulú derramaba algunas lágrimas-. ¿Estás bien Lulú?
-Si Luz, te ves hermosa- dijo Lulú conmovida hasta las lágrimas-. Me hubiera gustado tener una hija y verla vivir esta etapa de los 15 años.

Conmovida por aquellas palabras Luz se acercó con Lulú y tomó sus manos mientras la miraba con una sonrisa.

-Mi tía Diana ha sido como una mamá para mí desde que mi papá me adoptó, pero también me hubiera gustado tener una mamá- dijo Luz-. Sé que no te conozco mucho pero al ser compañera de mi papá, ¿me permitirías verte como a una mamá?

Lulú derramó más lágrimas y abrazó a Luz, esas palabras realmente le habían salido del corazón a la menor.

-Claro que si Luz y aquí voy a estar cuando lo necesites- dijo Lulú sonriendo.
-Te quiero mucho Lulú- dijo Luz sin dejar de abrazarla.
-Y yo a ti.

Diana sonreía al ver esa escena, era algo que su hermano tenía que saber. Luego de ese momento emotivo comenzaron a tomar los detalles para ajustar el vestido de Luz y tenerlo listo antes de la fiesta.

Una estrella de otro cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora