Capitulo 27

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Ya faltaba menos de 24 horas para la gran fiesta, todo ya estaba listo.

Leonor estaba sentada en su cama mirando una ropita que le perteneció a Luz cuando era bebé, Salvador notó aquello y se sentó junto a ella.

-Leonor, ya deja de atormentarte pensando en tu hija- le dijo Salvador.
-Ay mi amor, mañana es un día muy especial porque mi hija cumplirá sus 15 años- dijo Leonor sonriendo-. Ya quiero ver lo hermosa que se verá.
-Entiendo la emoción que sientes, pero no puedes estar demasiado cariñosa con ella porque solo terminará alejándose de ti.

Luz ya se encontraba en su cuarto preparando sus cosas para mañana, su vestido estaba colgado en la puerta de su armario y lo miraba sonriendo.

-¿Podemos pasar?- preguntaron Gerardo y Lulú.
-Si, pasen- dijo Luz.
-¿Cómo estás, princesa?- preguntó Lulú.
-Con un torbellino de emociones, creo que no voy a poder dormir esta noche.
-Tranquila hija, es normal estar emocionada y nerviosa a la vez- dijo Gerardo-. Pero mañana es un día muy importante y solo debes concentrarte en divertirte, pero sobretodo en ser feliz.

Luz sonreía por las palabras que le dijo su papá, eso le quitó una pizca de nervios. En ese momento Gerardo y Lulú se acostaron en cada lado de Luz, eso fue extraño para la joven porque apenas los tres cabían en la cama.

-¿Qué hacen?- preguntó Luz soltando una leve risa.
-Tranquila que solo nos vamos a acostar un ratito mientras nos vamos a dormir- dijo Lulú.
-Así como cuando eras pequeña y me venía aquí contigo a platicar o a contarte un cuento- dijo Gerardo.

Tal como lo dijo Gerardo estuvieron platicando de cualquier tema que se les ocurriera, pero más que temas eran recuerdos.

-Mañana te verás muy hermosa, hija- dijo Gerardo al ver el vestido de su hija.
-Quería que lo vieras hasta el día de mañana, pero ya lo tenía que tener preparado para que en cuanto terminen de arreglarme ponermelo- dijo Luz.
-Tú eres la única que tiene que brillar mañana porque eres como una estrella- dijo Lulú.
-Lo mejor de todo es que ustedes dos estarán conmigo.

Continuaron platicando hasta que Luz se había quedado por fin dormida, Gerardo y Lulú le dieron un beso en la frente y también decidieron irse a dormir.

-¿Cansado?- preguntó Lulú acostándose.
-Un poco- dijo Gerardo también acostándose-. Pero mañana vamos a terminar más cansados por la fiesta.
-Lo sé, pero la felicidad de nuestra Lucecita valdrá cada minuto.
-No sabes lo feliz que me hace escuchar que ya tomas a Luz como parte de tu vida.
-Ambos ya son parte de mi vida desde que los conozco y creeme que me siento feliz de que Luz me considere como su mamá.
-Y siempre será así. Te amo mucho Lulú.
-Y yo a ti Gerardo, desde el primer momento.

Se dieron un pequeño beso y finalmente se durmieron.

Esa madrugada Luz se movía muy desesperada en su cama, parecía ser que estaba teniendo una pesadilla porque sus expresiones eran de miedo.

-¡No! ¡Papá!- gritó y se despertó de golpe con la respiración muy agitada.
-¿Qué pasó hija?- preguntó Gerardo al entrar-. ¿Estás bien?
-Si papá, solo fue una pesadilla- dijo Luz tratando de tranquilizarse.

Gerardo abrazó a su hija para hacerla sentir más tranquila.

-No te despertabas así desde que tenías 7 años- comentó Gerardo.
-Lo sé papá- dijo Luz-. La pesadilla que acabo de tener es la misma que tuve cuando era niña, sobre aquella bruja.
-Tranquila mi niña, solo fue un sueño. Ahora trata de volver a dormir porque te espera un gran día mañana.

Después de unos pocos minutos Luz se volvió a quedar dormida y Gerardo regresó a su cuarto, estaba preocupado de que su hija volviera a tener esa pesadilla justo un día antes de su fiesta.

Una estrella de otro cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora