Luz junto a sus padres se acercaron a ver qué había pasado, al estar ahí notaron lo que había sucedido: Leonor se había desmayado.
-Tranquilos, solo se desmayó- dijo Salvador.
-Leonor, despierta- decían Gerardo y Lulú.El encargado del salón les indicó dónde había un botiquín, humedecieron un pedazo de algodón con alcohol y lo acercaron a su nariz. Leonor comenzaba a reaccionar.
-No, mi hija- decía Leonor mientras recuperaba el conocimiento-. Luz, hija, mi niña.
La mayoría de los invitados no sabían lo qué pasaba, pero Gerardo y Lulú ya estaban entrando en muchas dudas que ahora tendrían respuestas.
-Leonor, ¿por qué dijiste eso?- preguntó Lulú.
Ante esa pregunta Leonor comenzó a ponerse nerviosa, sabía que eso en cualquier momento llegaría.
-Lo que pasa es que les he tomado mucho cariño a todos ustedes que los he considerado como parte de la familia- dijo Leonor-. Yo nunca pude ser mamá y quiero a Lucecita como si fuera mi hija.
-Pues parece que le tienes más cariño a mi sobrina- dijo Diana-. ¿Crees que no te hemos visto?Leonor ya se estaba poniendo más nerviosa, miró a su esposo como pidiéndole ayuda, pero este se negó.
-Yo les voy a decir lo que sucede porque ya no puedo seguir ocultandolo- dijo Salvador-. Leonor ha estado muy cariñosa con Lucecita porque... Ella es su verdadera madre.
-¡¿Qué?!La familia quedó impactada ante esa confesión, Leonor estaba un poco molesta con su esposo pero esperando la reacción de Luz. La adolescente fue la que quedó más impactada.
-No es cierto, tú no eres mi mamá- dijo Luz entre triste y enojada.
-No, es la verdad- dijo Salvador-. Tu mamá no dejó de pensar en ti todos estos 15 años, todos los días ella se preguntaba qué había pasado contigo hasta que nos mudamos y al conocerte descubrió que eres su hija.
-Si hija, ahora que te encontré quiero que regreses conmigo- dijo Leonor intentando tomar su mano pero Luz se alejó.
-¡No me toques, tú no eres mi mamá!Luz se alejó de ese lugar, Leonor quiso acompañarla pero Salvador la detuvo y los padres de Luz fueron tras ella. La joven se había sentado en una banca, rompió en llanto al saber lo que había pasado precisamente el día de su fiesta. Se sintió más tranquila cuando un par de brazos la abrazaron haciéndola sentir más protegida.
-Tranquila mi niña, estamos aquí contigo- decía Lulú dulcemente.
-No quiero irme con esa mujer- decía Luz aferrándose a ellos-. No quiero que me alejen de ustedes.
-Y no lo harán- dijo Gerardo derramando algunas lágrimas-. Mi amor, ¿recuerdas que cuando eras pequeña te prometí que todas las noches combatiría contra todas las brujas que quisieran alejarte de mí? Pues ahora que tenemos que enfrentar este momento tú eres la que tiene la palabra y enfrentarla porque ya no te pueden alejar de mí.
-Tu papá tiene razón, algún día llegaría este momento y ahora tú debes enfrentarlo.Luz estuvo comprendiendo todas aquellas palabras hasta que su corazón supo lo que tenía que decir y hacer. Sus padres limpiaron sus lágrimas y le regalaron una sonrisa.
-Te amamos pequeñita, tú eres valiente- dijeron sus padres.
-Yo también los amo- dijo Luz abrazándolos-. Ahora sé lo que tengo que hacer, pero no se alejen de mí.
-Jamás hija, estamos siempre a tu lado.
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Una estrella de otro cielo
Teen FictionGerardo se ha convertido en papá soltero luego de adoptar a una bebé que dejaron a la puerta de su casa y desde ese entonces se convirtió en lo más especial de su vida. Ahora que Luz está por cumplir sus 15 años habrá muchos cambios en su vida pero...