Capitulo 6

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Gerardo había chocado con una mujer policía a la cual nunca había visto en la estación, supuso que era la nueva compañera.

-Hola, ¿eres la nueva?- preguntó Gerardo.
-Así es- dijo aquella mujer sonriendo-. Ya me presenté con el jefe y me mandó a buscar a alguien llamado Gerardo.
-Pues ya no necesitas buscarlo porque lo has encontrado. Mucho gusto...
-Me llamo Lourdes, pero me puedes decir Lulú.
-Encantado de conocerte Lulú. En media hora salimos, alístate y cuando terminé de mandarle unos reportes al jefe nos vamos.
-De acuerdo.
-Si necesitas algo no dudes en pedírmelo.
-Claro y muchas gracias.

Ambos se fueron a hacer esas respectivas actividades y en media hora ya se habían reunido para salir.

-Listo Lulú, vámonos- avisó Gerardo-. Hoy nos toca patrullar por la calle, iremos a pie ya que así podemos estar controlando el centro por las calles peatonales.

Salieron de la estación y como lo dijo Gerardo se fueron caminando para patrullar.

-¿Y cuánto tiempo llevas en esto?- preguntó Gerardo.
-Ya tengo un 1 año, pero la razón por la que me trasladaron aquí fue para ayudarles con cualquier acto de violencia o delincuencia- respondió Lulú-. ¿Y tú cuánto llevas?
-Entré a trabajar aquí hace una semana pero llevo haciendo esto ya desde hace mucho tiempo. Era uno de mis más grandes sueños y lo cumplí.
-Admiro a las personas que luchan por cumplir sus metas.

De repente de uno de los locales una persona salió corriendo con una enorme mochila, Gerardo y Lulú lograron verlo.

-¡Auxilio, policía!- gritó un señor saliendo del local.
-¿Qué ocurre señor?- preguntó Lulú.
-Me acaban de robar mi tienda, el tipo acaba de salir huyendo.
-No se preocupe señor, nosotros lo atraparemos- dijo Gerardo-. Vamos Lulú.

Ambos se echaron a correr por la calle hasta que vieron a la persona que había escapado con la mochila.

-¡Allí está!- señaló Lulú-. ¡Alto en nombre de la ley!
-No lo pierdas de vista Lulú, yo iré por el otro lado para no dejarlo escapar- dijo Gerardo.

Así lo hicieron, Lulú corría detrás del sujeto a una gran velocidad. Se metieron entre un callejón, el sujeto volteó a ver si Lulú seguía persiguiendolo pero repentinamente la mochila fue arrebatada de sus manos ya que Gerardo salió por sorpresa y con toda su fuerza Lulú pudo derrumbarlo.

-Suelteme- decía el sujeto.
-Tienes derecho a guardar silencio, todo lo que diga será usado en su contra- dijo Lulú llevando al sujeto a la patrulla que habían solicitado.
-Aquí tiene sus pertenencias señor, todo lo que hacía falta en su tienda está aquí dentro- dijo Gerardo entregando la mochila al dueño de la tienda.
-Muchas gracias oficial- agradeció el señor.

Después de entregar la mochila Gerardo se fue a buscar a Lulú, él estaba impresionado por el gran potencial de ella.

-Hola Gerardo, te estaba buscando- dijo Lulú.
-Yo también te estaba buscando Lulú- dijo Gerardo-. Oye, te felicito por tu potencial, ¡eres asombrosa!
-Gracias Gerardo, tú también tienes mucho potencial.
-Gracias Lulú, aunque no llevo tanto tiempo en esto doy lo mejor de mí.

Ambos se regalaron una sonrisa entre ellos y continuaron con su patrullaje por las calles. Sin duda trabajar juntos iba a ser genial y aprender uno del otro.

Una estrella de otro cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora