Capítulo 24: 22 de Agosto de 2025

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Katy 09:04am

Hoy es el día en el que, oficialmente despediremos a Cas. La verdad, es tan irreal este sentimiento. Tan solo el hecho de que haya muerto es irreal. La última vez que la había visto con vida fue en el hospital, y noté lo mal que se sentía con ella misma. No se veía como siempre. No pude despedirme como era debido. No pude decirle que yo si estaba orgullosa de ella, hiciese lo que hiciese, que era la mujer más valiente y fuerte que conocí.

Que no importaba si ella no mantenía la empresa. Que aun así yo la quería a mi lado, toda mi vida. Pensé que siempre estaríamos juntas, pensé que tal vez, solo tal vez, si vinimos juntas al mundo, nos iríamos juntas. Pero, no. No fue así. Y ahora estoy aquí, preparando todo para un maldito funeral, el cual significa el fin de la vida de Casey, y el fin de compartir siempre mi vida con alguien.

Mi papá y yo diremos unas palabras, y estoy segura de que hablara de mamá. Asique no creo poder evitar llorar. Pero, al menos estarán los chicos presentes, también asistirán Camilo y Eli. Desde que sucedió, estuve sintiendo un gran vacío. Entrar a la habitación de Cas, y ordenar sus cosas, elegir cuales se quedarán con nosotros y cuales regalaremos. El limpiarla y que ella no este para enojarse por que le gusta su desorden. Es una tortura. Pero aquí estoy, buscando, no estoy segura que, pero, busco hasta el cansancio, algo que me haga sentir mejor, algo que me devuelva la chispa que ella encendía en mí.

Entonces encuentro una caja debajo de su cama. La caja esta escondida en un pequeño espacio debajo de una baldosa salida. Es de cartón, de color rosa chicle, envuelta en una cinta fucsia. Parece tener brillantina en la tapa. La saco del escondite y la abro. El interior es como el exterior, solo que está lleno de fotos, papeles, piedras, y otros artilugios pequeños.

Empiezo revisando las fotos, son varias, sacadas con una cámara polaroid. Unas cuantas, de nuestra familia, en pocas de ellas esta mamá, luciendo su cabellera castaña, su piel blanca brilla ante el sol y sus ojos son tan claros como el cristal. Siempre bromeábamos con que del susto al conocer a papá quedo pálida, por ser la única blanca de nuestra familia. Otras son de diferentes años, de momentos que pasamos con Kin y Fran. Varios cumpleaños, varias aventuras, varias locuras que hicieron Fran y Kin. Como la ves que caminaron por las vías de un tren que en cualquier momento podía aparecer. Y apareció, salieron corriendo de las vías en cuanto escucharon el tren. Otras de cenas, picnics y almuerzos. Las demás eran fotos sacadas de álbumes de nosotras dos. La verdad no logro reconocer quien es cada una de nosotras. Nos gustaba vestirnos de formas parecidas, para confundir a papá y mamá.

Luego me fijo los papeles, cuando empiezo a leer, noto que son cartas. Algunas se las dedica a mamá, después de su muerte. Otras se las dedica a ella misma, pero hacia futuro, y otras a su yo del pasado. Entre las cartas redacta su vida, como fue, lo que hizo, lo que sentía, lo que veía, lo que pensaba. Algunas cartas eran como de un diario secreto. En la gran mayoría mostraba lo mucho que extrañaba a mamá y como la compañía mía y de Fran le hacían sentir mejor. En muchas otras se mostraba enojada con papá. Pero hubo una que me hizo llorar, decía:

"Bueno, hoy hice algo de lo que en serio me arrepiento. Pero no pienso pedir perdón por eso, mi vida es un desastre, y yo no sé qué hacer. Mamá ya no esta y Katy y Franco están como yo, en la mierda. Aprecio su compañía y el que me quieran cuidar, pero no lo necesito. Yo puedo sola con mis problemas. Además, ¿Para que los voy a solucionar? Si yo no planeo vivir más que esto, en serio deseo que se acabe todo. Hace mucho que no escribía una carta, y esta es la última que voy a escribir. Encontré la manera perfecta de morir, ya tengo 23 años y llevo esperando esto desde los 13. Lo llevo esperando desde que yo, Casey Ly y un amigo mío (cuyo nombre no diré porque podría meterse en problemas), matamos a una niña incendiando una tienda que le pertenecía a Mónica Cerver, desde que mamá nos dejó. Desde ese día en el que el señor Schver intento abusar de mí.

Por ti siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora