Capitulo 36: 16 de Enero de 2026

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Elisa 16:05pm

Hubiese preferido salir de noche para esta cita. Odio el insoportable calor del verano, en la noche se calma más. Pero no podía desperdiciar la oportunidad de salir con Katy. Al fin esta todo el día libre, normalmente está muy ocupada. Ayudando a su papá con la empresa, o metida en sus libros de universidad. Es muy diferente a Kevin y Franco, me sorprende que sean amigos tan cercanos.

Todas las personas están en la playa con este calor, asique decidí que nuestra cita debería ser en una plaza después de comprar algunas cosas en el centro. Algo simple. Creo con el alma que, si algo debe funcionar, funcionara hagas lo que hagas, sin importar cuan grande sea tu plan o cuanto te esmeres, hay que dejar fluir las cosas.

Katy se ve radiante, alegre y despreocupada. Lleva su pelo suelto que está creciendo de a poco. Una remera blanca y jeans rasgados. No lleva maquillaje, no lo necesita, jamás lo necesitaría. Se ve hermosa en todo momento, así, con su simple y llamativa naturaleza. Que cautiva a quien la vea. Me gane la lotería con ella dándome una oportunidad. Ni hablar del beso de hace unos días. Tan apasionado y delicado, era como si subiera al cielo y pudiera tocar las nubes, suaves como sus labios.

Estamos caminado hasta llegar a un banco para esperar el remisse que pedimos. Iremos a mi casa, ya que siempre estoy solo yo. Es una ventaja que me dio el Universo, creo yo.

–Ay mamita, que buena que estas –se escucha cerca acompañado de un silbido.

Veo que dos chicos, bastante jóvenes, son la fuente de donde vino esa estúpida frase. Noto como la miran a Katy, me levanto y camino hasta ellos.

–¿No estas muy pequeño para andar diciendo asquerosidades?

Los niños se me quedan mirando.

–¿O acaso en casa no te enseñaron que está mal el acoso?

–No te metas, rubia tarada.

–Escúchame una cosita, pendejo, irrespetuoso de mierda. No te creas capo por andar diciendo pelotudeces. Que si seguís así de mal educado vas a terminar siendo un don nadie, viviendo bajo un puente al lado de ratas como estas demostrando que mereces.

El chiquillo no responde más, y su amigo no para de ver el suelo.

–¿Ya no vas a responder? ¿Se te fue la valentía? –Silencio –bien, ¿Sus madres saben que andan gritando esas cosas por las calles?

Lo niegan con vergüenza.

–Dame tu celular.

–¿Qué? No.

–Dámelo, llamo a la policía o llamo a tu mamá.

Con resignación me lo entrega desbloqueado.

–¿Cómo te llamas? –Le pregunto mientras busco el contacto de su madre.

–Iván.

La mamá contesta enseguida y le cuento lo sucedido. Al escucharme me pide que le pase con su hijo. Por la cara del niño se nota que está en grave problemas. Cuando se van regreso al banco.

–Eli, no era necesario, son solo adolescentes –dice Katy.

–Adolescentes que sabían muy bien que estaba mal lo que hicieron, si no los detenía iban a crecer y convertirse en viejos verdes.

–No lo sé, no me pareció necesario.

–¿Preferías no hacer nada ante el hecho de que, por más de que sean pendejos, te acosaron?

–No, pero...

–Mira, toda mi vida mi mamá me crio enseñándome que todos somos dignos de respeto y que hay que hacer que ese respeto se cumpla, principalmente cuando eres mujer.

Por ti siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora