Capitulo 26: 15 de Septiembre de 2025

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Kevin 10:14am

Estoy llegando a lo de Cam. Ayer me dijo que tiene varias cosas planeadas. Que también quiere pasar todo el día conmigo. Después de todo hoy cumplimos dos meses.

Me estacione a un lado de la calle, antes de bajar me aseguro de que no haya algún reportero o algo así. Después del funeral de Cas se habían calmado un poco, pero pasados unos días volvieron a perseguirnos. No veo a nadie cerca asique me dirijo hacia la puerta tranquilo.

Entro a la casa después de tocar la puerta y haber escuchado a Gulia decir que pase. Se está preparando para irse. Lleva su pelo negro atado en un rodete, una camisa blanca que le queda bastante holgada y una calza gris. También noto que lleva unos zapatos rojos, y unos pequeños aritos de un color rosa. Termina de poner unas cuantas cosas en una cartera azul y me ve cruzar la puerta.

–¡Hola, Kevin! –Me saluda sonriente y acercándose para darme un abrazo.

–Hola, Gulia –La saludo devolviéndole el abrazo.

–¿Cómo has estado, mijo? Cami está arriba, no me sorprendería si sigue dormido, sus planetas en tauro lo ayudan bastante con dormirse la vida.

Me rio a pesar de no entender mucho de su referencia a la astrología.

–¿Queres agua? ¿O algo para tomar?

–No, estoy bien, iré a ver a Cam.

–Bueno, yo me tengo que ir, hasta luego –dice cruzando la puerta.

Subo las escaleras, viendo las fotos que cuelgan de la pared. Todas son de la familia, mayormente de Cam y sus hermanos. Hay una de la boda de Gulia y Esteban. Fotos de graduación, y de los 15 de Anahí, Damián y Cam. Si no me equivoco, Magi sigue teniendo 14 y sus 15 los cumplirá en Octubre, falta poco.

Entro a la habitación de Camilo, y como dijo Gulia, esta dormido. Eso explica porque no respondía los mensajes. Me detengo a observar mi alrededor, es la primera vez que me tomo el tiempo de mirar a detalle el lugar. Veo cada rincón, color y objeto. No lo había notado antes, pero rebosa de la energía de Camilo. Resulta obvio que la decoró solo y sin ayuda. Es calmo y luminoso. Ninguna pared es de un solo color. Todo el espacio está lleno de colores y manchas. Artilugios random en cada estante y varios atrapasueños repartidos por las paredes.

Me acerco a él y empiezo a darle besos en la nuca para despertarlo. Cuando abre los ojos le sonrió.

–¿Kevin? ¿Qué...? ¿Qué hora es?

–Ya son las diez, planeaba venir a las nueve, pero no respondías.

–Ah, todavía es temprano –se da media vuelta y se tapa hasta la cabeza.

–Despertate, bello durmiente, no me hagas irme a mi casa cuando estamos cumpliendo dos meses.

Se incorpora entre las cobijas y se queda un rato pensativo.

–¡Cierto! Hoy es quince.

Me da alegría ver lo feliz que le hace sentir. Se acerca a la orilla de la cama y me besa.

–Felices dos meses, mi pelirrojo.

–Felices dos meses, mi enano –le digo sonriendo.

Camilo también está sonriendo. Me encanta como sonríe. Tan ampliamente, como si las preocupaciones y los problemas no existieran. Eso es lo que su sonrisa me hace sentir, solo paz y felicidad. Entonces, mirándolo perdido en su belleza, tan adorable e inocente. Sin pensarlo le digo:

–No sabes lo mucho que te amo, Cam.

Él se sorprende y se tapa la boca con una mano. Y aun así no puede tapar su sonrisa, por la cual se le achinan los ojos.

Por ti siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora