Kevin 19:49pm
Traje a Camilo al parque temático de Harry Potter, ahora, que tan solo llevamos cinco meses. Era hacerlo ahora o tal vez nunca. No me voy a arriesgar a perder oportunidades de compartir momentos así con él. No cuando sé que estoy muriendo de a poco. También llevo pensando hace unos días ¿Llegare a cumplir un año con Cam? No hay respuesta. Intente buscarla, de todas formas, incluso intente rezar. Jamás hubiese hecho eso... pero lo hice, supongo que estoy desesperado. Como era de esperarse, Dios no me dio ninguna respuesta, igual que antes, igual que siempre.
Por esa razón me prometí, que, si llego a estar un año con Cam, le pediré que vivamos juntos. Donde él quiera, me da igual el lugar. Ya sea en su barrio o en mi pent-house. No me importa si se quiere ir de este país o si se quiere quedar. Iré a donde él vaya y me quedare donde él se quede. Siempre.
La mano de Cam se siente cálida en estos momentos. Lleva unos guantes de Hufflepuff que se compró en cuanto llegamos porque tenía frio.
–Por todos los regalos que me has dado, incluido venir hasta acá –levanta la mirada sonriente –. Te regalare todo lo que pueda hoy.
–No es necesario, cielo.
–No me importa –responde con aire decidido –yo siempre te digo lo mismo y me ignoras, asique yo voy a hacer de cuenta que no me importa.
Se nota que está feliz. No para de sonreír ni un minuto. Va de tienda en tienda mirando miles de cosas. De atracción en atracción. No deja centímetro sin recorrer. Ya estuvimos en el pueblo cuyo nombre no recuerdo, creo que era Hosment o Hogsmeade. Fuimos a comer a Las Tres Escobas, donde tienen un menú de comidas inglesas. Para luego visitar el castillo de Hogwarts, Cam probo el simulador 4D. En cambio, yo subí a las montañas rusas, mientras Camilo grababa desde el suelo. Un lugar seguro, según él, para lo último dejamos el viaje en el tren Hogwarts Express.
Ahora estamos volviendo al lugar lleno de tiendas para que Cam cumpla su capricho de comprarse una varita para su colección. Entramos a la tienda de Ollivanders, y su reacción es como si se hubiese ganado la lotería. No para de sonreír ni de hacer exclamaciones de admiración. Empieza a decirme lo parecido que es el lugar a la tienda de los libros y películas. Actúa como todo fanático actuaria en un lugar así. Recorre todas las estanterías fijándose en cada varita que hay en el lugar. Pasan varios minutos hasta que elige una; me explica que es la varita de Newt Scamander y que la estuvo buscando desde hace un tiempo largo. Nunca había visto a alguien dar plata con tanta felicidad.
En el instante en el que salimos, Camilo se dirige a otra tienda, y yo lo sigo. En esta hay cosas más variadas. Como mercancías oficiales de la saga, los uniformes de los personajes y esas cosas. Esta vez Cam elige lo que comprara más rápido. Dos corbatas, una de verde y otra de amarillo. Cuando termina de pagar se ajusta la amarilla, y se acerca a mí con la verde en la mano.
–Acércate –me dice sonriendo –. Esta es para vos.
–Te dije que no era necesario que me compraras cosas.
–Y yo te dije que me chupa un huevo, ahora vení que te ato la corbata.
Obedezco agachándome para que llegue a ponérmela.
Unas horas más tarde logro sacar a Camilo antes de que cierren el parque. Un poco más y se encadenaba al lugar. Ahora está en videollamada con Eli, quien, dicho con sus propias palabras, se está muriendo de envidia. Caminamos hasta el auto y volvemos al hotel para empacar las cosas, dormir y salir mañana temprano. Mi madre no es estúpida y en cualquier momento se enterará de esto. Ninguno tiene ganas de bajar al bufet que habría esta noche para los V.I.P, asique, nos quedamos en nuestra suite cocinando entre los dos y escuchando música. Un poco de Queen, Twenty One Pilots, Le tigre, Marina and the diamonds, Nirvana.
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Por ti siempre.
RomanceKevin y Camilo son dos jóvenes con vidas diferentes pero con problemas igual de graves. se conocerán por la casualidad creada por el universo. juntos se ayudaran, apoyaran y recorriendo ese camino de conocerse a si mismos y al otro, un sentimiento f...