"Tensión"

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Una mañana oscura arribaba en los confines del averno. Anthony aún no se acostumbraba a las catástrofes matutinas y las escenas violentas. Siendo tan temprano, observaba las sangrientas escenas que día a día se formaban, desde que llego hace unas pocas semanas atrás. Parado frente a los enormes ventanales de su elegante habitación, se abrazo a si mismo, sintiendo aquellos brazos ajenos detrás de el tomando su cintura, mientras que su cuello era invadido por suaves besos húmedos.

-¿Entonces aquí abajo, no pueden entrar los ángeles?—estiró el cuello, dejándolo a libre disposición para Valentino.

-No mi amor. Ya me lo has preguntando muchas veces. Ningún ser divino que esté a la orden de Dios, puede pasar sin el permiso del rey ¿Por que me preguntas tanto? ¿Acaso sabes algo bebé?—suspiro agotado. Le estaba costando mantener la calma ante Angel. Era una persona que estaba constantemente nervioso y en alerta ¿Qué es lo que escondía? No había podido sacarle demasiada información, aún.

-Escuche, que el ejercito celestial bajaba una vez al año, aunque no se porqué motivo...—intentó sonar casual mientras movía sus caderas en forma sensual para distraer al demonio.

-Ohhh, eso. Ya veo—debía decirle la verdad. Ya su raciocinio se estaba nublado ante esos sensuales movimientos—La verdad es que una vez al año, el cielo envía una exterminación para reducir la sobrepoblación en el infierno—agarro las generosas caderas y simuló unas embestidas.

-¿Enserio el paraíso hace algo cómo eso? ¿Cómo es posible que se permita eso? ¿El rey esta de acuerdo?—ante la sorpresa, detuvo sus caricias. Anthony siempre había pensado, que el cielo era un lugar aburrido y soso. Ahora se daba cuenta, de que sacaban su lado más sanguinario en el infierno. Valentino gruño por lo bajo, mientras posaba una de sus manos en el miembro del albino, masturbándolo.

-Según una antigua profecía “Cuando el infierno se llene, los muertos caminaran sobre la tierra" Muchos creen que se trata de que tanto el reino de los vivos como el propio inframundo, vivirán juntos. El infierno tendrá mucho mas poder que el propio cielo, así que los arcángeles han enviado sus ejércitos para mantener a raya nuestra población—Angel gimió por las sensaciones. Valentino sonrió satisfecho mientras seguía con su historia—Tanto al rey como cualquier otro de la realeza, no les importa si las almas mueren o no. No tiene caso que hagan esto. De todos modos, siempre caerán muchos mas aquí. La tentación y el pecado son mas fuertes...—los movimientos se intensificaron. Angel estaba a punto de terminar—Me parece una estupidez que crean que el cielo tendrá mas almas— termino con una ligera carcajada mientras tomaba a su niño—No debes preocuparte, yo te protegeré. Ese es nuestro trato—Angel asintio mientras se rendía totalmente. Valentino aprovecho de subirle la falda y plantarle una estocada hasta lo profundo de las entrañas.

-Ahh—gimió de dolor y de placer. Siguió recibiéndolo gustoso, con lágrimas en los hermosos ojos bicolor.
El albino giro la cabeza hacía las ventanas de nuevo y  diviso la gran estrella oscura que predominaba en lo alto. Su corazón se oprimió, rezó en lo profundo de su ser, rogó para que fuera cierto lo que Valentino decía. Si tan solo llegaba a bajar un solo ángel en su búsqueda, sería el fin de su preciada libertad. Entrecerró los ojos sin quitar la vista profunda del firmamento, mientras era poseído con brutalidad. Siguió los movimientos, gozando del vaivén violento ¿Desde cuándo le gustaba de aquella forma? No le importaba, ya nada lo hacía. Buscaba placer, buscaba aprobación y amor vacío.

***

El gran soberano del infierno, se encontraba en un gran sillón individual, disfrutando de la vista que otorgaba sus inmensas ventanas. Tomó una fina copa de vino entre sus dedos y se deleito con el suave sabor dulce que traspasaba sus labios antes de soltar una fuerte carcajada ante sus invitados. Sin mover un musculo, los guardianes celestiales detrás de él, se tensaron. Eran siete ángeles con grandes lanzas doradas y aún así, no podían hacerle frente al gran ángel Lucifer. Rey de aquel lugar e hijo de Dios.

-Quiero la verdad—sonrió siniestramente mientras miraba a sus invitados a los ojos. Estaba enojado, furioso, aunque su semblante no lo demostraba

-Se la hemos dicho mi señor—se animó uno finalmente. Tragaron duro, mientras Lucifer se levantaba del asiento, intimidando con su porte.

-¿Me toman por estúpido?¿Creen qué me voy a creer esto?—señalo un pergamino que estaba en su escritorio.

-No, señor, no—temblaron. Lucifer era intimidante con aquella mirada ónix, cabellos rubios, dientes afilados y piel como la nieve.

-No he recibido ni una sola palabra del cielo ¿En serio piensan que me tragare esta ridiculez? Michael es un idiota, lo sabía, pero no pensé que tanto—se sujeto el puente de su nariz con dos dedos, masajeando— Si tanto de desean pasear por mis dominios y escapar de sus patéticas existencia, bien pueden pedirlo. Pero conocen el precio, no intenten engañarme—posó las manos firmes en la mesa.

-No buscamos faltarle el respeto, señor. Simplemente…–

-¡La respuesta es un no! ¿Cómo se atreven a pedirme una inspección sorpresa? ¿Cómo me aseguro yo de que se van a portar bien y no matarán a nadie?¿Chequeo de emergencia?¿Y con qué motivo?¿Cómo que es secreto? Debo saberlo, es mi reino ¡¿ACASO QUIEREN QUE LES CORTE LA LENGUA Y LOS ARROJE A MIS PERROS?!—se había alterado y es que todo tema con el cielo lo sacaba de las casillas. Respiro tranquilo, calmándose y volviendo en si—Ahora díganme de que mierda se trata o lárguense inmediatamente—
Aquellos ángeles, solo bajaron la cabeza apenados. No podían decirle nada de aquel asunto. Michael, el hermano de Lucifer, específico mantener todo este asunto en secreto. Quería ser discreto y terminarlo rápido. La reputación del paraíso estaba en riesgo. Él pequeño rubio se calmo, pestañeo varias veces procesando lo ocurrido. Observo el modo en el que sus invitados actuaban, mirándolos con denigración. Una sonrisa burlona cruzo su rostro. Algo se traian en sus manos y él estaba dispuesto a averiguarlo.

-Perdieron algo ¿no es así?—se rio ante la reacción de los siete. Saltaron asustados, sudando, arrimándose en sus lugares—Se trata de algo poderoso, un tesoro, una reliquia. Si tuviera que adivinar, se trata de algo realmente grande y se encuentra aquí, por eso mienten y lo mantienen en secreto. No se si seguir riéndome o sentir lastima. Dios es severo y los castigará, se los digo yo—rio a carcajadas , mientras gozaba de aquella situación. Su hermano tendría que pagar las consecuencias, ya que él, por ser el mayor, se ocupaba de la seguridad y el bienestar en el cielo. Se mofo, pensando en su hermano, sería un gran espectáculo. Ya habiéndose dado cuenta de todo, regreso serenamente a su asiento, juntando las manos debajo de su mentón. Aclaro su voz y dijo.

-Largo, regresen por donde vinieron. Yo buscare tal cosa y se lo enviaré de inmediato—los despacho con un movimiento de mano. Llamo a sus sirvientes, que llegaron para indicar la salida a sus invitados.

-¡Por favor! Permita…—

-Ningún ser divino puede entrar, eso lo saben muy bien ¡No quiero ángeles aquí! ¡FUERA!-grito y las paredes temblaron ante la fuerza de sus palabras.
Rendidos por tal comentario, aceptaron su destino. Sabía que Michael los castigaría por no poder obtener una respuesta. Abrieron vuelo, saliendo de las tenebrosas tierras. Lucifer, con la mirada perdida, se mantuvo en silencio unos segundos, antes de volver a soltar fuertes carcajadas. Realmente le pareció muy entretenida toda la situación. Al igual que Alastor, el había sentido aquella sensación extraña, como si un gran rio de problemas se avecinara en su propio reino. Lascivamente se relamió los , ansioso por disfrutar del futuro show.

***

Dato curioso, de la co-autora: según una antigua profecía bíblica, hay un dicho muy claro que dice exactamente lo que valentino cuenta.
"Cuando el infierno se llene, los muertos caminaran sobre la tierra"
No estoy segura si esta escrita en la mismísima biblia o en los antiguos libros-enciclopedias que guardaban en las iglesias.
Muchos historiadores, creen que se trata de una clase de apocalipsis zombis o temas relacionados a las enfermedades, mientras que muchos creyentes lo toman como el gran apocalipsis bíblico, donde justamente, el infierno subirá y seremos condenados todos, ya que dios nos dará la espalda. Pero hay otros creyentes que piensan que se trata de que el infierno tendrá mucho mas poder que el cielo por la gran cantidad de almas que se condenan cada año.
La verdad se me hizo algo curioso, no digo que tenga que ver con el programa canon de Hazbin Hotel, simplemente me pareció que sería interesante agregarlo.

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