"Divina Obsesión"

"Arreglo"

El amanecer se expandió lentamente en los cielos, iluminando vagamente el alto edificio privado del mayor proxeneta en el territorio comercial. Valentino lentamente caminó hasta su balcón apoyándose en éste con una expresión neutra, mirando hacía la lejanía como si deseara captar algo. Mientras que en su cama, Vox aun se desperezaba al escuchar a uno de los sirvientes entrar.

-Buenos días mi señor—dijo un diablillo asustado, temblando en su lugar—Lamento molestarlo tan temprano pero las demandas de los clientes han aumentado. Se que ha dejado en claro el cierre temporal del producto, pero muchos han ofrecido grandes sumas y esclavitud eterna—mostro las cartas y contratos que llegaron de a montón—He recibido quejas de algunos socios que quieren hacer un recuento en sus contratos—hablo cabizbajo. Sabía que era un tema delicado. El de cuatro brazos chisto la lengua, al parecer los empresarios comenzaban a despertar de su letargo comenzando a darse cuenta que tienen un contrato firmado en el sentir de su locura y debilidad. De todas formas romperlo era extremadamente difícil, vendieron sus almas, no hay nada que puedan refutar ahora mismo. Sin embargo el peso de la clientela insatisfecha se le hacía muy irritante, a pesar de que contaba aún con un gran lote de su mercancía que podría vender durante meses, lo mejor sería ser precavido y esperar a traer a Angel de vuelta. Por lo que decidió reducir las ventas, quitando por algunos días el perfume y aumentando su precio para que no se vendiera tanto. Aunque eso no detuvo la ola eufórica de los muchos fans adictos a la dulce fragancia de su marca. Frustrado, apretó los dientes, deseando gritar ¿Cómo pudo permitir que escapara?

-Vete, ya deje en claro las cosas. No habrá mas material hasta nuevo aviso, estoy de vacaciones—lo despacho con un movimiento de mano. Estaba cansado e irritado por la situación y su pareja lo había notado. Sin pensarlo saco una pistola de su abrigo y lo apunto hacía el sirviente. Éste empezó. A moverse como gelatina, el color se le había ido de la cara y balbuceaba palabras inconexas.
-Vete— termino de hablar antes de ver como el pequeño demonio salía corriendo de la habitación. En eso el demonio tecnológico miro a su pareja con preocupación. Tenía ojeras, su piel agrietada, pálida y sin contar las muchas colillas apiladas en el cenicero de la mesa de noche—Parece que no has vuelto a dormir bien. No me quedare aquí con tu mal humor, iré a desayunar, lo mejor sería que te hagas la idea de que esa cosa ya desapareció— comentó. Si bien le ponía triste verlo así, ya habían pasado unas semanas y no había rastro de Angel. Valentino tenía que superarlo y el ya estaba harto de aquella actitud miserable.

-¡Vete a la mierda!— gruño con fuerza golpeando el mármol de su balcón, mientras rugía histérico—Cuando te encuentre Angel, desearas no haber caído aquí. no importa que o cuando vas a regresar a mis brazos, lo quieras o no ¡Te cortare las piernas!—gritaba para tratar de sacar toda la frustración que llevaba dentro. Vio aún más enojado como la publicidad de su perfume era reemplazado por otro producto de poca monta. No podía quejarse, había ganado dinero, pero la avaricia era eterna. Pensaba hacerse cochina mente millonario y poderoso. Todo había tocado fondo cuando vio que no estaba el arácnido. Lo maldijo con todas sus fuerzas.

**

Dentro de la mansión de Lucifer se hallaban Charlie, Alastor y Angel. El rey del infierno veía divertida la situación. Se regocijaba en su alegría al saber el gran error que habían cometido los de arriba. Allí, enfrente de el había una “María” . No podía creer con la gran suerte que contaba, varios planes se empezaron a maquinar en su cerebro malvado. Ensanchó su sonrisa. Charlie pestañeo varías veces mirando sorprendida a la criatura blanca sentada en frente de ella, la cual con la mirada puesta en el piso, se mantenía en silencio sin decir nada ¿Qué era este ser? Se preguntaba la rubia. Se sentía increíblemente atraída a su aroma, a penas podía contener sus ganas de abalanzarse y probar un poco de aquel elixir. Sin controlarlo, su forma demoníaca había empezado a aparecer pero le vasto una mirada de su padre para volver a la conversación.

-Así que ese era su secreto— habló interesado Lucifer, llevando una mano hacía el mentón del arácnido para analizarlo mejor, lograba detectar aquella esencia tan cautivadora que le nublaba los sentidos a los mortales y no tan mortales—Si mal no recuerdo, estas criaturas por mas débiles y delicadas que eran tenían un poder muy intenso, incluso para varios ángeles—

-Creí que el cielo era receloso con sus reliquias y la mantenía bajo llave ¿Cómo el logro burlar la seguridad del paraíso?- pregunto confundida la rubia. Había podido controlarse mejor al sentarse unos metros más lejos y mantenerse serena.

-No es lo importante querida. Lo importante es que se equivocaron. Mi hermano estará contento de que le haga una visita—carcajeo al ya imaginarse a ese estirado, rogándole que le devolviera a la “María”—Debe volver al cielo—sentencio, finalizando la reunión. Pediría privilegios, favores a cambio. O si, la vida en el infierno no sería lo mismo. Alastor al escuchar eso, de un sobresalto se puso en modo defensivo, su radio interna se descontroló por unos segundos y su enorme sonrisa se tenso mostrándose mas siniestra que de costumbre. Mientras que el albino sintió su cuerpo desfallecer, comenzando a temblar del miedo, sus ojos le empezaron a arder, pero no quería llorar.

-No será así—sentenció el locutor inconsciente, ganándose la mirada de todos en la sala—Se quedara conmigo, así lo hemos decidido—Lucifer encaro una ceja ¿Así que el arácnido lo había enfatizado? Aquello se ponía más y más interesante ¿El gran demonio radio se volvería loco y dependiente junto a Angel? El llevarlo al cielo podía esperar, no había apuro. Podría ver el decaimiento del demonio y la desesperación nen su rostro soberbio.
-Se crearán guerras y un caos incontrolable, si se descubre que está aquí, el cielo debe estar desesperado, en el próximo exterminio mandarán una tropa aún mayor ¿Estás dispuesto a arriesgarte de ese modo solo por él?—Charlie era la voz de la razón en aquella conversación. Señaló al albino, intentando convencer al ciervo para que desistiera a su ridícula idea. Angel lo miraba triste, no valía todo aquello. Puso una mano en el hombro del ciervo y movió su cabeza negativamente, pero Alastor estaba decidido.

-Vale el riesgo, no me importaría morir así— le tomo la mano a la araña. No iba a dejarlo ir, no iba a dejar ir a la única persona que ha podido ablandar su duro corazón de hielo.

-Tampoco te confíes, debes estar bajo su hechizo ¿Qué diferencia haces tú?—Charlie miro a su padre preguntándose porque no intervenía en aquella conversación pero Lucifer la miraba y asentía con la cabeza, dándole señas de que ella estaba bien sola.

-El y yo estamos destinados. Tenemos una conexión, el acepto mi alma y yo la suya—entrecerró los ojos, ganándose por fin la atención del soberano. Quien carcajeo fuertemente. Ahora lo entendía todo ya habían hecho un contrato, ya no podían separarse. Se paró de su asiento y asintió complacido por aquella respuesta.

-Alastor con todo el respeto, tienes que entender que es una locura. No puedes tener un contrato así con esta persona. Esos son solo mitos—trato de hacerlo reaccionar. Charlie no sabía sobre ese tipo de contrato. Nadie en el infierno lo hacía ¿Unirse como el matrimonio? ¿O una conexión más fuerte? No cabían en su limitada mente.

-No es así manzanita—Le contradijo su padre, tomando la palabra—el tiene razón, por mas absurdo e infantil que suene, la conexión de almas si existe. De hecho, si no fuera por eso, tu no estarías aquí—Le sonrió de lado, recordando el día que conoció a Lilith y como desafiaron todo lo establecido para estar juntos y hacer ese tipo de contrato. Pero tenía un pero, jamás iban a poder separarse. Eran de vida o muerte—De todas formas no importa. Valentino debe estar como un loco buscándolo, no lidiare con un pecador tan grotesco— lo miro serio y cansado de la situación—Ese ya es tu problema—señalo al ciervo y este asintió.

-Yo me encargare de él, no es un problema. Siempre y cuando me dejes quedar con Angel—le tomo la mano más fuerte, pero el albino no le importo. Se sentía querido, frágil y débil ante la mirada de escrutinio de Lucifer.

-Genial—Palmeo la espalda del pelirrojo dándole su aprobación. Quería ver ese espectáculo en primera fila—Solo porque has hecho bien tu labor, pero mas te vale cumplir tu palabra. No quiero mas problemas en los que involucrarme o juro que tomare esa criatura y me encargare de que no vuelvas a verlo jamás—humos negros salieron de la nada, envolviendo el lugar, tratando de advertir a los invitados. Alastor—acepto aquel desafío, no se amedrentó ante la muestra de poder del soberano. Sonrió mostrando sus colmillos y estática envolvió el lugar. Lucifer lo miro amistoso—mandare inmediatamente un mensaje hacia mi hermano, Michael. Ya quiero ver su  con una palmada mando a llamar a su otro hermano, Gabriel quien era el mensajero oficial de los cielos. Ágil y veloz, portador de las noticias y los chismes del cielo. Escucho atentamente, dio una mirada al lugar y se retiró con el mensaje.

-Gracias—suspiro aliviado el pelirrojo.

-Supongo que no se puede luchar contra el amor— sonrió Charlie conmovida de presenciar la conversación e impresionada por el cambio drástico que había sufrido el demonio radio. Entonces recordó a su novia con cariño, quien la esperaba fuera de la sala. Entendía aquella devoción y por ello, decidió apoyarlo.

***

Dato curioso: entre los grandes arcángeles que predominan el reino del paraíso, el segundo mas poderoso, es el arcángel Miguel o Michael, la cabeza que lidera el ejercito celestial y gran justiciero que actúa como mano derecha del todo poderoso Gabriel no es exactamente el mas fuerte pero si el mas ágil y veloz, siendo reconocido como el mensajero de dios y el que mas predominaba en la tierra llevando a los hombres los mensajes del todo poderoso, por eso se menciona de que el lleva la petición para una reunión.