"Llamado"

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Anthony observaba expectante la ciudad a través del cristal de la limusina. En las calles se podían escuchar los gritos desesperados, ver los chorros de sangre volando por los aires, miembros mutilados de demonios y hasta uno que otro edificio cayendo en pedazos. Era sin duda el gran reino del caos y la locura.
Trago duro antes de regresar la mirada hacía aquel que lo había salvado. El proxeneta se encontraba mirando su teléfono, enviando mensajes de textos. ¿Cómo podía estar tan calmado? ¿Acaso esto era algo de todos los días? Debía admitir que después de un tiempo mirando las mismas escenas, se hacía repetitivo y hasta aburrido.

-Señor Valentino— susurro a su lado. Quería que le explicará lo que estaba pasando y lo que iba a ocurrir a partir de ahora ¿Hacía dónde se dirigían? Había confiado ciegamente en el demonio, ahora no estaba tan seguro de su decisión.

-No te preocupes cariño, no hay por que temer. Estas conmigo, yo te protejo. Se que serás un buen niño y obediente ¿Verdad?—sonrió enigmático. Aquellas palabras le descolocaron. El albino ladeo la cabeza algo confundido con esa respuesta, pero antes de preguntar, se habían detenido.

**

Llegaron hasta un enorme edificio cuyo esplendor exponía la perversidad en cada rincón de la zona. Carteles, posters, luces e incluso demonios sin temor a la desnudez, reflejaban la gran comodidad de la lujuria en la atmosfera.
Anthony pestañeo incrédulo mientras bajaba torpemente del vehículo. Se sujeto firmemente del brazo del mayor, tratando de seguirle el paso, en lo que se adentraban al establecimiento. Todo le parecía tan irreal, difícil de creer. Recordaba su tiempo en el cielo y lo pudoroso que se había vuelto. No enseñaba más de lo necesario, ya que siempre tenía un par de ojos encima que lo vigilaban. Pero aquí cualquiera podía besarse o tener relaciones en medio de las calles sin importar que fueran expuestos y observados. No sabía si sentir envidia, respeto o vergüenza por su desfachatez. Una parte muy pequeña sentía que quería llegar a ser así algún día, así de desinhibido, sonrió al imaginarse desnudo, con aquel cuerpo de infarto, siendo admirado por todos.

Finalmente Valentino lo condujo hasta una recamara privada. Un lugar sombrío, con un aroma exquisito y muebles de lujo. Hizo un ademán para que se acomodara en un enorme sillón oscuro, que se encontraba al centro de la habitación. Le ofreció un vino dulzón y se sentó al lado de Anthony.

-Entonces Angel ¿Qué te parece este lugar?—alzó la mirada hacía el.

-¿Todo esto es suyo?—era todo tan lujoso, con tanta clase y tan grande ¿De verdad todo esto era de Valentino?

-Exactamente cariño. Todo lo que ves es mío y más. Aquí todo respecto al sexo está permitido ¿Acaso, tú eres virgen?— Anthony se sonrojo hasta la raíz del pelo. Asintió sintiéndose vulnerable.

-¿Y qué es este lugar exactamente?—¿Por qué había metido el tema del sexo en la conversación?

-Esto es mas que un edificio de placer, es un gran comercio, dónde se vende toda clase de pornografía y en todos los formatos. Yo soy dueño de todo y tu... eres perfecto para ser mi nuevo modelo—sonrió de manera perversa, admirando el delgado cuerpo de la araña. Ya se lo imaginaba danzando sensual, en un tubo, arriba del escenario.

-Es que yo no sé...—bajo la mirada sujetando su copa de vino. No podía mentir, se sentía alagado y hasta cierto punto le atraía la idea ¿Pero entregarse a un montón de extraños?

-No hay porque avergonzarse dulzura. Eres una preciosidad, tengo un buen ojo para eso. Te enseñare a explotar tus atributos, encajaras muy bien aquí—sonrió acariciando su barbilla.
El mas pequeño, apretó los labios y apartó un poco la cara, tratando de procesar tal conversación. Fue demasiado que digerir. Valentino no tomó esa vacilación de buena forma, quería tomarlo del cuello y demostrarle quien es quien mandaba allí, pero no era el momento de usar la fuerza. Tenía que pensar en convencerlo de que se quedara primero. Un manipulador tenía muchas cartas en la manga y su favorita era la lastima.

"Divina Obsesión"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora