Capítulo 1

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Punto de vista de Alejandra.

Era increíble la velocidad a la que 2022 había pasado, hace nada estábamos en Londres dándole la bienvenida al año, enterándome de que estaba embarazada y ahora estoy aquí, en noviembre en Qatar, mi hija tiene seis meses y es una preciosura que juguetea y gatea por todos lados.

Su rubio se había intensificado y cada día tenía los ojos más azules, era la imagen femenina de su padre, el cual le encantaba trepar y jugar con su nariz, Marcos había rebautizado a Daniela como "Moni Dani".

La familia García, también era una familia Preciosa con un pequeño terremoto correteando por toda la casa, Chloe era la sensación de todo el Barça y se había llevado el corazón de todo el equipo. Carla a veces acaba desbordada, pues la entiendo, un bebé es agotador.

—¿En serio? ¿No tiene suficiente dinero la FIFA para darnos un hotel separado de otras selecciones? —dijo Dani indignado al enterarse que en este hotel se alojaba otra selección.

—A mi qué me cuentas, Daniel. Las quejas a la FIFA. —dijo Lucho quitándose las culpas.

—¿Esto no se inauguraba con una fiesta? —dijo Gavi.

—Míralo, que desde que ha cumplido los dieciocho nada más que quiere fiesta y alcohol. —habló Álvaro riéndose.

—Pablo, alcohol no, que no te pongo titular. —dijo Luis Enrique amenazando señalando con su dedo.

—Chivato. —musitó Gavi, dándole un codazo a Álvaro, me reí.

Miré a Marcos que tenía en brazos a Dani mientras firmaba y recogía la tarjeta de la habitación.

bababababa. —dijo Dani jugueteando con la nariz de su padre.

—Para moni, papá tiene que firmar para poder dormir. —dijo tratando de escaparse del jugueteo. Me acerqué a ellos y cogí yo a Dani, la que empezó a llorar.

—¡papaaaapapapa! —lloró, pero al ver su chupete de Minnie se calmó.

—Amor, ¿qué otra selección es la que se aloja aquí? —pregunté curiosa, mi marido se encogió de hombros.

—Pues no sé, eso pregúntaselo a Pablo, es el cotilla del equipo. —dijo soltando el boli y mirándome. —¿vamos? Dani se muere de sueño y a ti y a mí nos vendría muy bien un baño.

Me puso su cara pícara de siempre.

El sexo, algo en lo que Marcos y yo siempre habíamos sido muy activos, de ser así, aquí estaba Daniela que era la prueba de ello. Bien, nuestra noche de bodas la pasamos en el hospital porque me puse de parto, nuestra luna de miel, Dani se llevó toda la semana durmiendo entre nosotros, y cuando volvimos a Madrid un poco más de lo mismo.

Solo hemos tenido sexo casual así mañanero que Daniela había dormido con los padres de Marcos, y una noche de cena romántica que Daniela durmió pronto.

—Bueno, dudo mucho que tu hija nos deje hacer algo. —dije acariciando el pelo a Dani que se había echado en mi hombro.

—bueno, pues la dejamos con Carla y Eric. —sugirió.

—Y una mierda. —entró mi hermano en la conversación. —Estoy igual que vosotros, Chloe llora, llora mucho y llevo sin follar un mes. A mi no me encasquetéis a la vuestra.

—haber usado condón. —dijo Marcos.

—haberlo usado tú, no te jode. —replicó Carla.

—Nadie va a hacer nada, así que es de imbéciles seguir discutiendo aquí, y esta niña después de un rato ya pesa.

Al final, todos resignados a que ninguno iba a tener sexo, subimos a la sexta planta que era la nuestra. El ascensor se paró en la quinta planta donde al abrirse la puerta vi a Thiago Silva.

¡¡No me jodas la selección que se aloja en este hotel también, es Brasil!!

Marcos salió con Dani y Eric y Carla del ascensor, mientras yo me di cuenta que me había dejado en el living mi bolso, cosas de madres, estoy más pendiente de las cosas de mi hija que de mí misma.

—No se te olvida la cabeza porque la llevas pegada al cuerpo. —dijo mi hermano. Le enseñé el dedo de en medio.

—Déjala en paz, tú no sabes lo que es tener que cuidar de un ser humano y a la vez de ti. —replicó Carla, enfadada.

—¿enserio que no? ¿Y esto? —señaló mi hermano el carro de su hija.

—Tira ya. —dijo mi amiga pegándole en el brazo para que andara y luego   Hizo una mueca.

—Bueno amor, es la habitación seiscientos nueve. —dijo mirándome. —te espero allí.

Luego las puertas del ascensor se cerraron.

Una planta más tarde se abrieron y dejaron ver a un chico rubio teñido con una sudadera amarilla que ponía Brasil en letras verdes. Entró en el ascensor sonriendo, yo también sonreí cuando le vi.

—Que bien te ha sentado la maternidad, Alejandra. —dijo el chico mirándome de arriba a abajo. —Quizá el matrimonio un poco peor.

—Hola a ti también, Neymar. —dije sonriendo.

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HOLAAAAAAAA, primer capítulo de ONSIDE.

No quiero que la comparen todo el tiempo con OFFSIDE porque no tienen nada que ver, es la continuación de una historia, pero con otro toque, no todos los amores son de color rosa. Espero que la disfruten!!.

ONSIDE -Marcos LlorenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora