ONSIDE -Marcos Llorente

Capítulo 15

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Punto de vista de Alejandra.

Una vez que los chicos regresaron y Daniela se despertó subí a mi habitación, Marcos se duchaba y yo daba de comer a Daniela. Luego la puse en su cuna parque, para que jugase un rato, su padre salió de la ducha.

—¿Qué tal la mañana, amor? —dijo Marcos vistiéndose con el chándal de la selección.

No sé para qué se ducha si juega en a penas tres horas, pero es una manía que tiene, no sé por qué. Se nota que es millonario que le gusta gastar agua.

—Normal, Dani durmió y yo bajé un rato al living. —le expliqué.

—¿Con Carla?

Fruncí el ceño, ¿me estaba interrogando o como va la cosa?

—Amor, stop. Parece esto un interrogatorio.

Él se giró hacia mí con su rostro totalmente serio. Dios, algo pasaba cuando Marcos Llorente ponía esa cara.

—Es para ver si me vas a ser sincera con algo por una vez en tu vida, o me vas a volver a mentir. —habló, cortante.

—¿de... de qué hablas? —balbuceé.

Marcos cogió de un cajón el papel del hospital, con los resultados de mis pruebas y de las realizadas a Daniela para asegurarme de que mi hija estaba sana.

—¿para esto nos casamos, Ale? ¿Para que estés enferma y me lo ocultes?

—Marcos...

—Respóndeme por favor, porque empiezo a hartarme de mentiras.

—No, joder. Te lo iba a contar, pero es muy complicado, ponte en mi lugar.

—¡intento ponerme en tu lugar, Alejandra! —alzó la voz enfadado, normal. —Pero cada vez que vuelvo al mío, me encuentro otra mentira, y no quiero seguir con un matrimonio al que lo rodean mentiras.

Esas palabras las sentí como un puñal atravesándome el corazón.

—Nada tendría sentido sin ti, Alejandra. —dijo mirándome con lágrimas en los ojos. —No te culpo por mentirme, lo entiendo, no querías preocuparme, pero no podría soportar que te pasase algo.

—No me va a pasar nada, Marcos. Estoy bien, esto tiene tratamiento y Daniela está libre de la enfermedad.

Mi marido tomó mi mano y me abrazó fuertemente, rompió a llorar, y con él yo también. Su pecho subía y bajaba agitado, muerto de miedo.

—Eres lo más maravilloso que me ha pasado en veintisiete años, lo eres todo y Daniela también. Por favor, perdóname si alguna vez no estuve contigo cuando me necesitaste.

—Amor, por favor. Todo va a estar bien, pero ahora céntrate en el mundial. Después veremos cómo va todo.

—no, que le den al mundial. El mayor trofeo que he conseguido con la selección has sido tú.

Nos separamos y nos quedamos mirando para luego besarnos. No fue un beso eufórico de esos que se dan cuando la gente en las películas se reconcilia, fue un beso tierno, de saber que íbamos a estar el uno para el otro.

—¡Venga ya! Salid ya. —gritó Pedri al otro lado de la puerta. —¡Nos vamos!

—¡Que ya vamos, enano pesado! —gritó Marcos y yo me reí.

El rubio cogió en brazos a mi pequeña rubia y los tres marchamos hacia fuera, hacia el partido en el que la selección se jugaba la vida.

—¿estabais follando o que? —preguntó mi hermano cuando salimos de la habitación.

—Que va, han tardado demasiado poco tiempo, no es típico en Alejandra. —habló mi mejor amiga. —un poco más en Marcos, tal vez.

Marcos enseñó el dedo de en medio a mi mejor amiga y no pude evitar sonreír.

Todo lo que vendrá será bueno estoy segura.
O eso creo.

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Holaaaa.
No sé si os dais cuenta, pero cada vez hay más drama entre Marcale y me da mala espina. No quiero asustaros😩