Capitulo 19

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Punto de vista de Marcos.

Estuve entrenando toda la mañana, quise despejar todo lo que pasaba malo por mi mente y lo único bueno que se me venía a ella era el gol de ayer, después de todo lo que he pasado esta temporada este gol me ayudó a darme una confianza que me venía faltando desde hace mucho, concretamente desde la final de Champions.

Volví a mi habitación.

Las cosas con Alejandra no estaban bien, y sabía que era muy culpa mía, desde que habíamos llegado a Qatar estábamos muy distanciados y tampoco es que yo estuviese poniendo mucho de mi parte para que eso pudiese cambiar. Soy un gilipollas de oro.

Al abrir la puerta encontré una maleta con una bolsa de bebé en ella, me quedé confundido y vi a Ale sentada en el sillón con sus ojos aguados.

—¿Ale? —pregunté mirando atónito todo.  —¿Qué significa todo esto?

—Marcos...—habló con su voz quebrada. Eso solo le pasaba cuando iba a romper a llorar en cualquier momento. —Daniela y yo a partir de ahora vamos a dormir en la habitación de Ayme.

—¿Qué? —pregunté boquiabierto. —Estás de coña ¿no?

—No. —respondió seria.

—Pero si sois mi mujer y mi hija, ¿qué pintáis con Laporte?

Vi como Ale tragó un nudo.

—Alejandra, ¿Qué está pasando?

Ella rompió a llorar, sacó a la luz todas esas lágrimas que se estaba aguantando desde que entré por la puerta.

—Tomar esta decisión es una de las más difíciles que he tomado en mi vida, y probablemente me arrepentiré porque eres lo que más quiero en este mundo junto a nuestra hija, pero no puedo seguir así. —dijo llorando. Mi corazón se rompía por cada lágrima que la mujer que amo sacaba. —Esto se acaba hoy, Marcos.

—...

—Y antes de que me digas nada, quiero que sepas que no sé cómo coño hemos podido acabar así y además en tan poco tiempo, pero es que realmente necesito recuperarme a mí misma, tú y yo debemos separarnos. Así que en cuanto volvamos a Madrid, quiero el divorcio. 

—Alejandra, por favor. No lo hagas, yo te quiero. —dije a punto de ponerme a llorar yo también. —Por favor, sois lo más importante que tengo en mi vida, no me dejes.

—Yo también te quiero, pero últimamente no siento que seas la persona de la que me enamoré, y por eso, me voy. —se agachó a mi lado. —Te quiero más que a nada.

Dejó un beso en mi frente y después cogió a nuestra hija, y se fue. Salió por la puerta y supe que había perdido a mi mujer para siempre.

No quise salir en todo el día, no quise verla, mi corazón se quedaba vacío, nada tenía sentido sin Alejandra, la vida que habíamos creado, todo lo que habíamos pasado, la Eurocopa, Madrid, Dubai, Rio, nuestra boda, todo. Ahora solo iban a ser duros recuerdos, recuerdo del matrimonio que habíamos sido, pero que ahora se iba a esfumar como el humo.

Todo lo que empieza, acaba.

Llevaba tres horas tirado en la cama, no quería salir de ella, salir de ahí significaba enfrentarme a una realidad que yo no quería.

Llamaron a la puerta, pero ni siquiera tuve fuerzas para levantarme a abrir.

—Está abierto. —dije casi de forma inaudible, pero la persona que había tras la puerta sí que me escuchó.

—Marcos...—vi aparecer a Sarabia y me reincorporo un poco en la cama.

—¿tan rápido vuelan las noticias ahí fuera o que?

—un poco. —se sentó a mi lado. —¿De verdad, Marcos? ¿Me estás diciendo que te vas a rendir? ¿Vas a perder a Alejandra y te vas a quedar lloriqueando en la cama?

—¿y que quieres que haga, Pablo? —le dije. —Ya está, ella ya lo ha decidido, se quiere divorciar.

—Mira Marcos, entiendo que se quiera divorciar porque realmente no eres la persona de la que Ale se enamoró, pero sé que sigues ahí dentro, sé que por dentro aún está ese Marcos de la Eurocopa que consiguió enamorarla.

—Ya no hay nada que hacer, Pablo.

—Sí, sí que puedes hacer. Lo que puedes hacer es no darle el poder a Neymar de ir corriendo a buscar a Alejandra, porque ahora mismo va a tener un poder que tú le vas a dar.

—¿y que cojones hago Pablo?

—¡coño! ir a buscar a tu mujer y decirle que no te vas a divorciar, y si ella tan claro lo tiene pues entonces demuéstrale que sigues siendo ese hombre del que se enamoró.

Fui a buscar a Alejandra a la habitación de Laporte, corrí con la suerte de que ella estuviese en la puerta.

—Alejandra. —me miró con los ojos cristalizados.

—Marcos, no es el momento de hablar.

—Solo quiero decirte que aunque esto se haya acabado, no voy a firmar el divorcio, tengo tres semanas para enamorarte otra vez, para demostrarte que tú y esa niña sois lo mejor de mi vida, no me voy a dar por vencido, porque os quiero. Así que, Ale, prepárate porque el Marcos del que te enamoraste ha vuelto.

Vi como quiso disimular una pequeña sonrisa, y me sentí bien con eso, luego dejé un pequeño beso en su frente.

La recuperaré, porque no me di por vencido antes, no lo haré ahora.

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HOLAAAAAAA✨

Yo avise que el drama se venía. 💘

Os daré dos capitulos más porque tengo selectividad y estaré un poco perdida, así que no quiero que me echéis de menos!❤️

ONSIDE -Marcos LlorenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora