Capítulo 27

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Punto de vista de Marcos.

Cuando desperté, vestí a mi pequeña Daniela y bajamos todos a desayunar. Creo que despertamos demasiado pronto porque no había nadie desayunando salvo Sira y Luis Enrique.

Desde que Ale no duerme conmigo, noto la cama muy fría y no me gusta estar en ella, la echo de menos.

Me senté a lo lejos de el seleccionador y su hija, a darle de comer a Daniela. Cada día crece un poco más y estoy viéndola felizmente, aunque el solo hecho de pensar que a partir de ahora va a tener que ver a sus padres separados y crecerá en ese ambiente me destroza por dentro.

No es que no quisiera a Alejandra, la amo más que a nada, pero creo que hemos llegado a un punto en el que creía que nunca estaríamos y no sé si ha sido Catar o el hecho de juntar a dos selecciones que básicamente desde el primer momento intuí que no iba a traer nada bueno y principalmente a mi matrimonio, Elo aquí.

—Marcos. —levanté la mirada de darle de comer a mi hija y vi a Neymar parado frente a mí. —¿Podemos hablar?

—tú y yo, no tenemos nada de que hablar. —le dije volviendo a desviar la mirada hacia Daniela.

—Marcos, es necesario que hablemos.

Solté la comida de Daniela de mala gana en la mesa y me levanté frente a este tío que quiero que desparezca de mi vista.

—¿Es que no crees que ya has hecho suficiente? Felicidades Neymar, has ganado. Alejandra y yo nos vamos a divorciar, ya puedes salir corriendo a por ella que estoy seguro que te va a recibir con los brazos abiertos. En el fondo siempre lo he sabido, pero tranquilo, que ya no me hace falta nada, con Daniela lo tengo todo. 

—Deja de comportarte como un egocéntrico sin causa, y deja de hacer el idiota. Fui yo quien besó a Alejandra, ella ni siquiera me correspondió, luego alegó que tú eres lo mejor que le ha pasado nunca y que no quería volver a dejármelo claro nunca más porque ya era demasiado evidente. —Explicó. Una vez más tuve que volver a callarme. —Te juro que no sabes la suerte que tienes de tenerla como mujer y como madre de tu hija, si yo fuera tú y no hubiese sido tan capullo en su día, no la perdería, y si sigues de esa forma, con esa inseguridad sobre mí y sin confiar en tu mujer, es lo que vas a acabar haciendo, perderla, y te vas a arrepentir, Marcos. Te vas a arrepentir el resto de tu vida.

—Que ella te apartó...no...no lo sabía.

Me sentía inútil otra vez, como hace un año cuando él me explicaba las cosas que yo no quise entender y que eso me costó dos meses separando de Alejandra y además, causarle un dolor inmenso por la forma en la que me comporté, tal y como estaba haciendo ahora.

—Tu problema es que escuchas todo y a todos, menos a Alejandra y ella te lo permitirá ahora, pero algún día se cansará y cuando Alejandra se canse, es como el tiempo, se va y no vuelve más. —Agache la cabeza y luego la levanté nuevamente. —Por favor, habla con ella y arréglalo, por ti, por ella y por Daniela, más bien por vuestra familia, porque es lo que sois, una familia y creo que no te das cuenta de la suerte que tienes.

—Gracias, Neymar. Te debo otra.

—No hay de qué y valórala y ámala, creo que un día supiste hacerlo mejor que yo.

Le sonreí de lado y él luego se marchó junto a su selección.

Volví a acercarme a Daniela para seguir dándole de comer, los chicos de la selección iban apareciendo de a poco y se fueron sentando a desayunar, hablaban de cómo habían quedado los grupos y de que ya prácticamente estaban aquí los octavos y que estaban muy nerviosos. Yo también.
Pedri apareció con unas ojeras en la cara más grande que él, se le notan los veinte y esta haciéndose viejo.

Bueno, Llorente, cállate, vas a cumplir veintiocho.

Alejandra llegó con la cara descompuesta, estaba pálida y parecía haberse hinchado a llorar, venía agarrada a Eric quien antes de sentarse dejó un beso en la cabeza de su hermana, ella se sentó a mi lado izquierdo porque era el único sitio libre que quedaba, sé que de no haber sido así no se hubiese sentado a mi lado y la comprendo, me he estado portando fatal estos días con ella, ahora solo quiero abrazarla y decirle que le quiero y que por favor me perdone por lo imbécil que he sido.

—Alejandra. —ella me miró con sus ojos cristalizados. —¿Podemos hablar?

—¿ahora? —su voz estaba entrecortada.

Al final accedió a hablar conmigo.

Caminamos juntos hacia el pasillo donde cerciorarnos de que nadie escuchaba esta conversación privada que por ahí hay muchos cotillas en esta selección y me dan un poco de agobio.

—Marcos, no quiero discutir por favor. —habló una vez que estuvimos alejados de los demás futbolistas.

Levanté la mano hasta acariciarle la mejilla, cosa que la dejó un poco en shock, es decir, que no se lo esperaba.

—Lo siento, mi amor. —la atraje hacia mí para poder abrazarla. —Siento la forma en la que soy tan egoísta, siento como te he tratado, siento muchísimo todo y no te merezco en absoluto. Perdóname, Ale.

—Marcos...—me separé para poder mirarla a los ojos verdes y ella no daba crédito a nada.

—No quiero separarme de ti, no quiero estar lejos un segundo más, te prometo no dudar jamás de ti, pero por favor sigamos juntos, sigamos construyendo nuestro futuro.

Me acerqué para besarla, y no pensé que lo haría, porque orgullosa es un rato, pero me correspondió.

—Mi amor, te amo. —sonrió un poco. —claro que quiero estar contigo. Pero antes quiero contarte algo.

—Tenemos tiempo, pero ahora solo quiero disfrutar de ti.

Tras decirnos unas cuantas de veces más que nos amábamos, volvimos a la mesa, donde todos estaban esperándonos con una sonrisa, hasta ellos estaban pasándolo mal con esta situación.

—¿Entonces eso significa que habéis vuelto? —preguntó Ferran.

—Si. —todos suspiraron aliviados.

—Menos mal, lo estábamos pasando mal con vuestras idas y venidas matrimoniales. —dijo Dani.

—Cállate, Daniel. —respondió Ale, quien luego miró a Pedri y le dedicó una sonrisa y viceversa.

Anoche tuvieron que hablar mucho y Ale que llorarle mucho a Pedri.

—Bueno, Pedri. —dijo Gavi pasando su brazo alrededor del hombro de Pedri. —¿Quien es esa misteriosa chica?

—¿Que chica? —habló el canario.

—La chica con la que pasaste la noche, no veas tú como gritaba, me temblaba hasta la pared.

Cuando Gavi terminó de pronunciar la frase, miré a Pedri que había empalidecido y como si fuese a cámara lenta miré a Alejandra, ella tenía sus ojos cristalizados y negaba lentamente con su cabeza.

No podía creerlo.

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HOLAAAAAAAAAA✨

Detrás del estado de shock, qué pensáis que hará Marcos? 

Voten y comenten💕
Lectoras fantasma no❤️

ONSIDE -Marcos LlorenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora