Capítulo 34

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Punto de vista de Alejandra. 

Probablemente me había despertado en el peor día de mi vida, el que más devastada me sentía. 

Estaba a punto de perder a Marcos. Sentada en la barra de la cocina con una taza de café observaba la casa en la que habíamos vivido durante seis meses de matrimonio y ocho de relación.

—¿Qué coño...? —Abrí los ojos rápidamente al escuchar la voz de un completo desconocido.

Él estaba casi desnudo de no ser por la toalla que había evitado que cayera al suelo. A ver, este hombre estaba de muy buen ver. Es rubio, con ojos azules y tremendo chocolate blanco lleva por abdominales, lo dicho, que no me voy a quejar por las vistas, pero sí por Mirón.

—¿Qué coño estás mirando, Mirón de mierda? —dije, levantándome del jacuzzi. En realidad cometí un gran error porque de no ser por la espuma que había cubierto mi cuerpo, este tío me hubiera visto hasta el alma.

—Esa no es la pregunta, la pregunta es: ¿Quién eres tú y que haces en mi bañera? —dijo el rubio, mirándome de arriba a abajo. Me puse el Albornoz rápido.

—¡Que dejes de mirarme!

—¿Quién eres? —replicó.

—Alejandra, me llamo Alejandra. —salí de la bañera poniéndome a su frente.

—Ah, Alejandra. La amiga de Éric. --Dijo, relajando sus músculos. --Soy Marcos, encantado. 

Conocerle puede haber sido una de las mejores cosas que me han pasado en la vida, a pesar de lo que me costó admitir estar enamorada de él.

—¿Cómo estás? —preguntó mi hermano al lado mía en la barra.

—independientemente de que Carla y tú estéis restregándome todo el tiempo lo sola que estoy, bien. —dije bebiendo un sorbo.

—me refería a que cómo te sientes con eso de que Marcos se haya quedado en el hotel. —dijo apoyando un brazo en la barra.

Joder, es que Eric me lo notaba todo al vuelo, que asco de tío.

—Ah, pues bien. Él sabrá lo que hace. —dije notoriamente enfadada.

«Si tú quieres nos bañamos
Si tú quieres nos soplamos
Pa secarnos lo mojao
Si tu boca quiere beso
Y tu cuerpo quiere de eso
Arreglamos
Si tú quieres un atajo
Y lo quieres por abajo yo te llevo bien callao
Vente pa' 'ca
Vente pa' 'ca
Vente pa' 'ca ah»

—Mañana hay entreno, y Marcos no le gusta irse de fiesta un día antes del entreno. —trató de convencerme mi hermano. —aunque ya sé que te mueres porque él esté aquí.

—Estás equivocado.

—Se te nota en la cara, no estás igual que si él estuviese aquí. —rodé los ojos.

—¿podéis dejar todos de shippear Marcale? —dije cansada.

—Tenéis más química que en un laboratorio. —dijo con media sonrisa. —y a mí no me engañas te mueres porque entre por esa puerta ahora mismo.

—no. —dije nerviosa. —a lo mejor, te morirás tú, pero yo no.

«Dime si hay otro lugar para dejar mi corazón
(Mi corazón)
Ay, tienes razón
Mejor por qué no, nos vamos los dos»

ONSIDE -Marcos LlorenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora