Capítulo 11

361 19 6
                                    

Punto de vista de Marcos.

Ale es el amor de mi vida, me atrevería a decir que incluso es mi primer amor y espero que el definitivo. Me porté fatal con ella antes, estaba frustrado por el partido y le hablé mal, no soy así nunca, pero enserio que quería que el primer partido del mundial nos saliera bien e ir con más seguridad al siguiente, ahora nos jugábamos todo a uno, uno que es contra Inglaterra.

Cuando vi que ya era tarde, que Daniela estaba dormida y que Ale no aparecía, decidí salir a buscarla. Hay unas cuantas habitaciones en las que podía buscar, la habitación de Eric y Carla, la de Pedri, la de Ayme, la de Pau y Gerard... joder, no hay nadie en esta selección con la que no se lleve bien mi mujer.

Primera parada: Eric y Carla.

Toqué dos veces la puerta, y tardaron la misma vida en abrirme.

—¿Qué quieres? Son las dos de la mañana, me cago en todos tus muertos. —dijo Carla, que me abrió la puerta medio dormida.

—Alejandra no aparecía y quería saber si estaba aquí, pero me imagino que no.

—No, aquí no está. ¿Qué ha pasado? —preguntó algo preocupada por su amiga, lógico.

—Hemos discutido, me he agobiado un poco por el resultado y lo he pagado con ella.

—Tú eres gilipollas, chaval. —apareció Eric indignado. —Le has dado licencia a Alejandra para ir buscar a Neymar.

Fruncí el ceño, qué coño dice este.

—Eric, relaja. Neymar y ella son buenos amigos, hasta nos ha ayudado a que esto hoy día sea posible.

Estoy defendiendo a Neymar por favor, esto lo cuento y no me cree nadie.

—Marcos, que Neymar acecha a Ale por los pasillos, ¿no te das cuenta? Siempre que está sola, él aparece. —mi cabeza empezó a dar vueltas, unas grandes vueltas. Pero no quería ser el marido celoso que piensa que porque es su ex, ya quiere con ella.

—No me comas la cabeza, García. —le señalé.

—Bueno, he hablado con Álvaro y dice que la vio hace una media hora en el bar, Marcos. Ve, está que se bebe hasta el agua de los floreros.

—Si es que la mato. —dijo Eric haciendo el amago de salir a buscar a su hermana. —Todavía está con la lactancia.

—No, Eric. Tú te quedas aquí, es Marcos quien debe ir. Alejandra no quiere que vaya tú, quiere que vaya él. —me señaló y tenía razón, era conmigo con quien estaba dolida, no con ellos.

—Gracias y adiós.

Bajé por la escalera hasta la primera planta, caminé hacia el bar y la vi allí, en la barra con un cóctel removiendo los hielos y su cara triste era la cara más expresiva que le había visto desde que nos casamos.

—Mo deberías beber, aún estás con la lactancia. —le dije. Ella no me miró ni un segundo, siguió concentrada en ese vaso.

—Me saqué leche esta mañana, así que no pasa nada. No soy una madre irresponsable aunque lo parezca. —torció sus labios un poco. —en cambio como mujer...

—Como mujer eres maravillosa y como madre también. —toqué su mano y ella por fin me miró. —Lo siento, soy idiota. No debo pagar las frustraciones contigo.

—No te preocupes.

—Mi amor, sé que a veces te hago sentir que desde que nos casamos no soy feliz, pero te puedo asegurar que soy la persona más feliz de este mundo. Sigo sonriendo como un niño cuando veo ese anillo en tu dedo.

—Marcos, eres lo más bonito que me ha pasado nunca. Estoy tan enamorada de ti, rubio. —sonreí. —y me muero por esa sonrisa.

—Me muero por ti. —le dije y giré taburete hasta ponerla frente a mí y colocarme entre sus piernas. —Así que ahora, deja ese vaso en la barra y subimos al cuarto a hacer el amor como nosotros dos sabemos.

Dije tomando sus mejillas y juntando nuestras frentes, ella se echó a reír.

—Tú y yo, follamos. No hacemos el amor, porque pensamos que hacerlo de forma romántica es aburrido.

—Jamás. Soy capaz de hacerte el amor.

—Sí, pero de todas formas, está Daniela, qué si se despierta.

—No se va a despertar. —dije en su oído. Me miró sonriendo y tomé su mano para salir del bar.

Mientras caminamos hacia el ascensor, en el living sentado vi a Neymar que nos miraba fijamente, por un momento lo que dijo Eric se me vino a la mente. Aunque ahora mismo, eso no estaba en mi cabeza, en mi cabeza solo estaba en quitarle la ropa a mi mujer.

Llegamos a la habitación y cuando le abrí la puerta, Ale entró y tras cerrarla la acorralé contra ella, se me quedó mirando impactada.

Le miré durante unos segundos, y luego dejé un beso en su frente cuando mi mano subía por su muslo y levemente subí la falda de su vestido para acariciarle por dentro. Le di un beso en los labios y ahí pude sentir la ansiedad que tenía por besarla.

Mis manos seguían navegando por su pierna hasta llegar a la entrepierna, supe que estaba dispuesta cuando me puso una cara pícara y las abrió, así que la acaricié primero lentamente y luego fui subiendo de intensidad, verla desde esta distancia y escucharla gemir tan de cerca es uno de los placeres que me ha concedido la vida. Tomé su cintura con mi otra mano y la pegué más a mi, sentí como yo estaba tan excitado como ella, es que verla gemir...

—Así me pones solo con escucharte gemir...—susurré en su oído y ella soltó otro gemido. Quité mi mano de su entrepierna y sonrió maliciosamente ante mi desconcierto.

Luego la vi bajar entre mis brazos, y pasar sus manos por la hebilla de mi cinturón. Joder, Ale. Me vas a matar un día de estos.

Todo lo que recorría mi cuerpo era calor y placer, el placer que me hacía sentir con la mano y con la boca, es que es maravillosa.

—Basta, Ale. Me vas a matar. —le dije entre gemidos, y tiré de ella hacia arriba para volver a tenerla a mi altura y la besé, la besé tan vorazmente que se me olvidó hasta que le dije que lo haríamos de forma romántica.

—Déjate de romanticismos. —me sonrió.

—¿Entonces que quieres? —le dije casi casi en sus labios.

—Que me hagas gritar tan fuerte, que todos se enteren y se mueran de envidia. —susurró y yo sonreí. Es que a mí este lado de esta Ale tan pervertida...

—Bien...—suspiré maliciosamente. —Ponte a cuatro patas.

Ella sonrió abiertamente e hizo todo lo que yo le dije. El placer fue tan inmenso, que lo que había pasado en el partido me importaba entre muy poco nada a la vez. Solo me centré en mi mujer, en darle placer y el que ella me hacía sentir a mi.

______
HOLAAAAAAAA. Dentro de poco tengo selectividad!🥵🥵🥵

Que todo sea de color de rosa con Marcale me da un poco de mala espina. 🤔

Maratón 1/2.

Agradezco los votos y adoro los comentarios, respondo a todos!❤️

ONSIDE -Marcos LlorenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora